Publicado: junio 22, 2025, 2:07 pm

El 23 de noviembre, Koldo García y José Luis Ábalos se reúnen en un restaurante de Madrid y la conversación se centra en la relación que ya no tienen con Santos Cerdán, del que aluden a que se ha quedado parte de las mordidas, y de cómo necesitan que intermedie para conseguir «dos putas obras» para obtener 450.000 euros y enfrentarse a las dificultades económicas, sobre todo, del ex secretario de Organización del PSOE y ex ministro de Transportes. Es más, Koldo confiesa tener pruebas contra el navarro que puede hacer llegar a Pedro Sánchez. Incluso que, después, buscará «una estrategia» para «joder al perro», «para que me dé lo que me tiene que dar».
Koldo está en el foco de la Fiscalía Anticorrupción, que ha presentado una querella, y ha dejado de cobrar los 1.100 euros que, según cuenta, le pagaba Pepe -el empresario valenciano José Ruz– y de los que se quedaba 400 euros y, con el resto, pagaba la pensión del hijo menor de Ábalos, algo que le avisa dejará de hacer. Por eso necesitan que Cerdán interceda para conseguir más comisiones.
«O me ve cinco minutos la semana que viene o te juro por Dios que le llevo a Pedro una grabación que está hecha de Pamplona», le cuenta a Ábalos y le avisa de que Cerdán quiere colocar a gente de Acciona. La puerta con Cerdán la tienen cerrada, algo que no ocurre con Óscar López. «Óscar sí habla con Santos y le escucha y le hace caso. Le voy a pedir a Santos, es decir, dame un par de obras y vete a tomar por culo. Jefe, yo estoy siendo totalmente sincero. Santos lleva sin cogerme el teléfono desde hace un año y cuatro meses», confiesa Koldo.
«El hijo de puta de Santos se ha quedado con dinero delante mía. Se me están hinchando los cojones. Contigo lo que quieras, al fin del mundo. Para mí vas a ser siempre el hombre de mi vida porque me has conseguido muchísimas cosas que no me ha conseguido nadie. El hijo de puta de Santos me ha utilizado durante 15 años y no me ha dado nada. Te puedo contar mil cosas, ganar billetes de 500 que le daba el de Guipúzcoa y mil cosas más», le dice Koldo a Ábalos. «Lo único que te pido es que llames a Santos y le digas ‘como no me llames a Koldo nos va a meter en un lío a ti y a mí’, para ver si se le ponen las orejas un poco puntiagudas», añade.
La conversación vuelve a Cerdán de manera recurrente. «Santos habla de ti como el culo», le dice Koldo a Ábalos. «Santos ha chivado en Navarra que a mí me está siguiendo la Fiscalía Anticorrupción y que me van a meter en la cárcel», insiste. «O dejan de hablar mal de ti [Ábalos] o te juro por Dios que va a la puta calle».
La obsesión de Koldo, actor principal en la trama, es amañar dos obras. «Le voy a intentar pedir a Santos que me dé dos obras, si me da dos obras de 35, yo ahí consigo medio kilo fácil, y se lo voy a pedir directamente y sé a quién. Lo que me da, la mitad te lo voy a dar, la otra mitad es para pagar mis gastos y todo lo demás. Pero le tienes que decir ‘o hablas con Koldo o nos vamos a meter en un lío gilipollas, que lo llevamos dejando tirado dos años y medio’». «Que no me joda que yo también sé joder», avisa. No será la primera vez que hable de presionarlo. «Le voy a apretar como Dios manda y tengo la fórmula. Si no me da cinco minutos, no lo puedo joder, porque no voy a mandarle un mensaje ni una foto».
Koldo García: Hasta en casa nos están jodiendo. Por Dios, consigue que Santos me reciba cinco minutos, y te consigo 450.000 euros. En un mes. Sé cómo hacerlo. Se va a reír de su puta madre. Y el que le dijo al jefe, al boss, que yo estaba por la Fiscalía fue Santos.
Y vuelve a las amenazas: «Tengo dos móviles de Santos con todas las barbaridades». «Santos me pidió, ‘dile a Jose que consiga esto, dile a Jose que necesito, dile a Jose’… que lo tengo por WhatsApp».
K.G.: Santos es un hijo de puta que no me coge el teléfono después de todo lo que he hecho por él. Porque lo tuyo es un juego de niños comparado con él. Hay cosas mucho más graves en lo que ha hecho. Estoy hasta los cojones. Se piensan que, como soy tonto, soy de pueblo, soy de montaña, soy muy bruto, soy capaz de romper las piernas a un tío porque me lo pida, éste, como es tonto y se ha quedado tonto, que pasa como con el tiempo, aprendes. Jose, dile que me tiene que ver, y te doy los 450, te quito 130 que me debes y el resto es tuyo. Siempre haré lo que me pidas.
La conversación deriva de nuevo en el cambio de papel de Cerdán.
Ábalos: Que sí el problema es que (ininteligible) Santos está apuntando ahí, sigue con su línea de negocio.
K.G.: Sí, sí, y cobrando todos los meses, pero te voy a explicar el cómo.
Á.: (ininteligible, hablan a la vez) Óscar y tal…
K.G.: Es lo que hay que hacer. Tengo que conseguir que Santos cumpla y mientras buscar una estrategia para joder al perro. Ahora, esperaré cuatro meses, con lo que me da Santos puedo sobrevivir y después joder al perro para que me dé lo que me tiene que dar, y se acabó. Y yo llevaré tu ataúd cuando te mueras
En otro momento, Ábalos se queja de estar «dando la cara por todos vosotros», «para te dejen como un gilipollas» y habla del papel de Cerdán.
K.G: No entiendo por qué están dejando tantos muertos
Á.: (ininteligible)
K.G: Por un regalo del que te hicieron… A Santos lo van a fundir.
Á.: Se ha puesto en el foco, que es lo peor que le podía pasar.
K.G: Por imbécil, porque quiere protagonismo.
Á.: No y porque le han mandado. A él le gusta, vale.
K.G.: Hombre
Á.: Le han mandado, ¿vale? Y van a ir a por él.
Pero la reunión finaliza con el mismo objetivo:
K.G.: Jefe, consigue que me vea cinco minutos Santos, necesitamos eso. Y él está capacitado, porque Óscar le escucha. Conseguimos dos putas obras y que le follen.
Á.: Sí, sí, pero tiene que estar todas identificadas… no esperar otra vez
K.G.: No, no
Á.: Ahora tienen que decirnos que están (ininteligible)
K.G.: Las busco que salgan en enero, febrero, de las dos, una en Adif y otra en Carreteras, para no mez… para diferenciar… 50 (ininteligible) en cada una y se acabó. Y una empresa seria y fuera.