Publicado: marzo 22, 2025, 1:07 pm
Junts per Catalunya ha aprovechado el consejo nacional que hoy celebra en Mollerussa (Lleida) para poner en valor sus últimos acuerdos con el PSOE tras el amago de ruptura de las negociaciones de hace solo un mes. Tanto su presidente, Carles Puigdemont, como el secretario general, Jordi Turull, han ensalzado el pacto con el Gobierno de Pedro Sánchez para el traspaso a la Generalitat de las competencias en políticas de inmigración y el que, esta misma semana, han sellado para fijar los criterios del reparto de menores migrantes entre comunidades autónomas.
«No permitiremos que nos tachen de insolidarios, Cataluña ha sido la nación más solidaria a la hora de acoger a estos menores y lo seguirá siendo», ha reivindicado el número dos del partido independentista. «No puede ser que algunos nos den lecciones de igualdad y, a la hora de acoger a niños y adolescentes extranjeros, miren hacia otro lado o les metan un billete en el bolsillo y los envíen a Cataluña. Eso ha terminado», ha proclamado para defender una distribución «equitativa y justa» de los más de 4.400 menores no acompañados que permanecen en Canarias y Ceuta, en la que Cataluña acogería a entre 20 y 30.
Asimismo, Turull ha vuelto a asegurar que el acuerdo para la delegación de competencias en inmigración firmado con los socialistas, hace poco más de dos semanas, permitirá que el conocimiento de la lengua catalana se convierta en «un requisito fundamental» para la integración de las personas que lleguen a Cataluña.
El secretario general de Junts ha insistido que la ley orgánica que debe regular esta transferencia a la Generalitat «proporcionará a Cataluña herramientas similares a otros Estados que son imprescindibles para abordar el reto demográfico». «Ahora podremos decidir sobre aspectos esenciales de nuestro futuro como nación», ha manifestado.
«Nosotros queremos las herramientas de Estado en materia de inmigración para garantizar la cohesión del país, una buena acogida e integración de todas las personas, unos servicios de calidad para todos y que vuelva a funcionar el ascensor social», ha asegurado Turull sobre lo que ha definido como «soluciones catalanas a retos catalanes».
Carles Puigdemont
Puigdemont, por su parte, ha recordado al PSOE que las aspiraciones de su partido siguen intactas y ha renegado del mensaje socialista de la llegada de la «normalidad» a Cataluña tras los años del procés: «No tiene nada de normal que los catalanes regalemos cada año más de 20.000 millones a los españoles y que el presidente de la Generalitat, en lugar de ir a reclamarlos, diga que aún les añadiremos más».
El líder de JxCat ha insistido en esta misma idea refiriéndose a la lengua: «No es normal que en tu país corras riesgo de ser insultado o vejado si pides un tallat (un «café cortado» en catalán) o de no ser atendido si un médico dice que no te entiende».
«Por mucho que lo intenten normalizar o vestir de una falsa tolerancia, esto es una intolerancia absoluta hacia los derechos fundamentales de los catalanohablantes y de los usuarios de la lengua propia de Cataluña», ha añadido por videoconferencia desde Waterloo (Bélgica) el ex presidente de la Generalitat y actualmente diputado en el Parlament.
Puigdemont, además, ha criticado duramente el discurso triunfalista de Salvador Illa el pasado jueves en Madrid, en contraposición al caos en la red ferroviaria de Rodalies (Cercanías), agravado en las últimas semanas con varias averías e incidencias: «Cataluña no puede tener un presidente que, mientras el país se colapsa con un servicio esencial que afecta a cientos de miles de sus ciudadanos, se va al Círculo de Bellas Artes a decir que todo funciona como una seda».
Por último, el presidente de Junts ha llamado a «desenmascarar la mentira de la normalidad de que el Estado nunca invierta lo que aprueba para Cataluña y cada año invierta en Madrid mucho más de lo que aprueba».