Publicado: septiembre 21, 2025, 4:07 pm

Tras la infructuosa reunión que los emisarios del PSOE y Junts mantuvieron el pasado jueves en Bruselas, el secretario general de los independentistas, Jordi Turull, ha redoblado la amenaza de bloqueo al Gobierno liderado por Pedro Sánchez. El número dos de los neoconvergentes -que estuvo presente en el cónclave junto a Carles Puigdemont y la líder en el Congreso, Míriam Nogueras- ha llamado a los cuadros de su partido a «estar preparados por lo que pueda pasar en estos tiempos inciertos y el ciclo que puede comenzar por las decisiones que sí tendremos que tomar muy pronto». Turull ha subrayado que el Estado «no tiene proyecto ni Presupuestos» y que «hay gente que quiere el poder por el poder», en velada referencia al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
La advertencia de Turull viene a ratificar las últimamente lanzadas por el propio Puigdemont, quien ha alertado a Sánchez de que «en otoño pasarán cosas que hasta ahora no han pasado», dejando entrever la posibilidad cada vez más factible de que Junts se instale en el boicot al Gobierno, emitiendo su voto negativo a cuantas iniciativas sean trasladadas al Congreso por parte del Ejecutivo, incluyendo los Presupuestos Generales del Estado.
En las últimas reuniones celebradas en Suiza entre Junts y el PSOE -incluyendo la del pasado jueves- el ex presidente del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, ha insistido a la comitiva de los neoconvergentes en su voluntad de abordar el eventual respaldo a las cuentas estatales. Pero la respuesta de Junts no varía: no se planteará iniciar conversaciones sobre los Presupuestos si antes no se da cumplimiento a acuerdos pendientes de ejecución, con la oficialidad del catalán en Europa y la tramitación parlamentaria de la delegación de competencias a inmigración a Cataluña como inaplazables exigencias.
Precisamente este martes Junts llevará a votación en el Congreso la proposición de ley acordada hace medio año con el PSOE para ceder el control de las políticas migratorias a la Generalitat. Pero no saldrá adelante por la firme negativa de Podemos a respaldar un proyecto legislativo que ve «racista». Puigdemont considera que Sánchez podría hacer más por convencer a la formación de izquierda radical para que facilite la aprobación de la delegación competencial, pero el PSOE se ha declarado, por el momento, incapaz de conseguirlo. En la reunión del jueves en Suiza volvieron a aflorar esas percepciones encontradas: los socialistas subrayaron que ya han hecho todo lo que está en su mano para que la Generalitat tenga la potestad de expulsar inmigrantes o imponerles el catalán como requisito para obtener el permiso de residencia, y los nacionalistas insistieron en que deben seguir trabajando para que la medida reciba la luz verde en las Cortes, igual que deben seguir presionando a los miembros de la UE -Sánchez lo hizo anteayer con el canciller alemán Friederich Merz– para que el catalán alcance el estatus de lengua oficial en la Unión.
Este sábado Turull ha cargado con dureza contra Podemos, dando por hecho que el martes tumbará el proyecto legislativo para ceder las competencias migratorias en Cataluña: «Nos llaman racistas, pero lo suyo es anticatalanismo, están en contra por catalanofobia».