Publicado: noviembre 22, 2025, 7:52 am
La vallisoletana Isabel Rivero, «La finita», se ha adjudicado este viernes el título mundial de peso átomo, tras vencer, a los puntos, en un combate muy duro e igualado, a la púgil mexicana Silvia Torres, que ostentaba el cinturón de manera interina.
Todo estaba preparado para que la Cúpula del Milenio de Valladolid recibiera con una gran ovación a Isa Rivero, quien supo plantear muy bien la lucha, tras haber estudiado a fondo a su rival, una púgil con más experiencia y con buena pegada desde diferentes distancias.
Como era de esperar, el combate comenzó con una toma de contacto entre ambas contendientes, manteniendo las distancias y con pocos golpes, aunque la mexicana parecía mostrarse más segura sobre el ring, ante una Isa Rivero que contaba con el apoyo de su gente.
La vallisoletana supo controlar bien a su oponente, esquivando los golpes y buscando su punto débil para ser más directa con su pegada y fue de menos a más, adquiriendo confianza a medida que transcurrían los asaltos -un total de diez, de dos minutos cada uno-.
En los tres últimos, Isa Rivero tomó la iniciativa de manera más clara y contundente, e hizo valer sus voleas para decantar la balanza de su lado, haciéndose con la votación, por mayoría, de los árbitros (95-95/ 96-94 y 97-93).
Emocionada por el éxito logrado, Isa Rivero compartió su alegría con la presidenta de la Federación de Boxeo de Castilla y León, Arancha Lorenzo, con el alcalde de Valladolid, Jesús Julio Carnero y la concejala de Deportes, Mayte Martínez, testigos del nuevo título de la vallisoletana.
Al finalizar el combate, Isa Rivero reconoció ante los medios que había sido «muy duro y complicado», algo con lo que ya contaban, «puesto que había en juego un título mundial», que quiso compartir con su entrenador, Diego Uceta, y el resto de su equipo, ya que «sin ellos, hubiera sido imposible llegar tan lejos», comentó.
Asimismo aseguró que no era consciente de estar a un nivel tan alto, pero en el anterior combate que disputó en Alemania ante Sarah Bormann, y que perdió con cierta polémica, pudo comprobar su progreso, y esa experiencia ha sido determinante para conseguir este nuevo entorchado, que se suma a los dos europeos y el Iberoamericano que ya tenía.
«Este cinturón pesa muchos kilómetros, muchos entrenamientos y mucho trabajo. Silvia era una púgil con más experiencia y me lo ha puesto muy difícil, pero sabía que tenía que utilizar bien los jabs y las voleas y tratar de dar golpes más claros», analizó.
