Publicado: marzo 22, 2025, 12:07 am
Las embajadas de la Generalitat absorben 10,4 millones de euros al año y siguen rigiéndose por una norma aprobada durante el Govern de Carles Puigdemont que fija entre sus objetivos «representar a la Generalitat ante las autoridades públicas estatales».
Así lo reseña el consejero de Unión Europea y Acción Exterior, Jaume Duch, en una respuesta parlamentaria remitida al PP y a la que EL MUNDO ha tenido acceso.
En el documento, el Gabinete de Salvador Illa desglosa los gastos presupuestados para las delegaciones en el extranjero de la Generalitat en el año 2023, último en el que gobernó enteramente ERC, pues el socialista acabaría relevando al independentista Pere Aragonès en agosto de 2024, tras imponerse en las elecciones autonómicas catalanas y recibir el respaldo de los republicanos para ser investido.
Esos Presupuestos fueron los últimos pactados entre el PSC y ERC, ya que Aragonès fue incapaz de aprobar los de 2024, lo que condujo al adelanto electoral y a su derrota en las urnas. Illa tampoco ha reunido los apoyos necesarios para aprobar las cuentas públicas durante el primer año de la vigente legislatura, y a pesar de haber fijado ese objetivo como «prioritario», con lo que se ha visto forzado a prorrogarlas, lo que implica el mantenimiento de las partidas que ERC dedicaba al funcionamiento de las embajadas catalanas en el exterior. Partidas que, por otra parte, ya recibieron el visto bueno de los socialistas cuando lideraban la oposición.
Según la respuesta parlamentaria del Govern, la delegación que más gasto público provoca es la de Bruselas, con dos millones de euros anuales, seguida de las de EEUU y Canadá, a las que se dedican 900.576 euros anuales salidos de las arcas de la Generalitat. Más de 840.000 euros financian el funcionamiento de la de Europa Central, y 736.283 y 735.000, las de Italia y Suiza, respectivamente. El Govern únicamente pormenoriza el gasto de 16 de las 21 embajadas que componen la red de delegaciones catalanas en el exterior y que abarcan 72 países. Lo hace porque el resto están constituidas, pero no totalmente operativas.
La Generalitat emplea en las embajadas a 96 personas, siendo la de Bruselas la que más personal tiene, con 16 trabajadores en nómina. Illa no ha abierto ninguna nueva delegación, pero mantiene la hipertrofiada estructura exterior de la Generalitat, que se amplió por última vez en 2022, año en el que se pusieron en marcha las delegaciones del Govern en Andorra, Brasil y África Meridional.
Subraya el Ejecutivo catalán en su respuesta a los populares que todas las delegaciones, salvo la de Bruselas, fueron cerradas en 2017 en aplicación del artículo 155 de la Constitución, como respuesta a la declaración unilateral de independencia, para después recordar que se comenzaron a reabrir en 2018, bajo el Gobierno catalán presidido por Quim Torra.
Había sido Puigdemont quien, con un decreto publicado en junio de 2017, esto es meses antes del 1-O, establecería el marco normativo vigente de las embajadas autonómicas con el evidente afán de poner en marcha una diplomacia propia del Estado catalán hacia el que pretendía transitar tras la celebración del referéndum ilegal.
Así, el decreto llega a determinar que las delegaciones «ejercerán la representación del Govern de la Generalitat ante instituciones multilaterales e internacionales».
Tras conocer el detalle del dispendio, el portavoz del PP en el Parlament, Juan Fernández, considera que Pedro Sánchez e Illa «no sólo se conforman con realizar concesiones a los partidos separatistas, sino que además mantienen las estructuras que han creado Junts y ERC durante sus años de gobierno, con la clara intención de acabar convirtiendo Cataluña en un Estado».
«Salvador Illa no sólo ha decidido mantenerlas, sino que ha tomado la determinación de subir el sueldo a la delegada del Govern en Bruselas. Una decisión que evidencia que no tiene ningún interés en suprimir estos canales de difusión ideológica», añade el popular, recordando cómo Ester Borràs recibirá un complemento retributivo anual de 28.972 euros que se sumará a su actual sueldo base de 95.000 euros. El Gobierno presidido por Illa acordó, en su última reunión ordinaria de 2024, aplicar un complemento a la diplomática, que recibirá en total 124.000 euros al año.
«Desde que se creó en 2004, la Delegación del Govern ante la UE ha visto cómo se multiplicaban exponencialmente los intereses, contactos y actuaciones que debía promover ante las instituciones y organismos europeos, lo que exige un grado elevado de especialización a la persona titular de la Delegación, más dedicación y un incremento de responsabilidades, así como un dimensionamiento y especialización adecuados de la plantilla que le presta apoyo», justificó el Ejecutivo del PSC.
