Publicado: noviembre 25, 2025, 3:07 am
La Audiencia Nacional ha abierto una investigación después de que el sábado pasado un joven de 18 años apuñalara a tres personas en una calle de Vallecas y luego se atrincherara en su casa al grito de «Allahu akbar (Alá es grande)». La titular del Juzgado Central número 3 de la Audiencia Nacional investiga los hechos como un presunto delito de terrorismo yihadista. Tras acuchillar a los transeúntes al azar, Mohamed A.K.B -de nacionalidad española y padres árabes, concretamente de Marruecos- subió a su casa y se atrincheró en ella. La Policía Nacional activó activó al SOAR (Subgrupo Operativo Antiterrorista de Reacción) de la Unidad de Intervención Policial (UIP), los antidisturbios, compuesto por agentes formados en intervenciones antiterroristas.
Cuando los agentes subieron, encontraron la puerta de la vivienda entreabierta. Mohamed salió al pasillo con un cuchillo de grandes dimensiones -del tamaño de un antebrazo, explican fuentes de la investigación a EL MUNDO– gritando en árabe «¡Alá es grande!» y lanzando amenazas de muerte a los policías. «Os voy a cortar el cuello», chillaba. Inmediatamente después, precisan las mismas fuentes, salió del campo de visión del primer policía que estaba apostado en la puerta con un equipo especial de protección. El joven se metió en una habitación y comenzó a recitar en árabe y en voz alta versos del Corán «muy nervioso».
Fue entonces cuando los antidisturbios entraron en la vivienda ante el temor de que Mohamed pudiera activar un artefacto explosivo. Observaron que había destrozado la casa por completo. En un momento, el joven salió de la habitación y corrió hacia uno de los policías con el cuchillo en la mano «con la intención de ejecutar su amenaza». Los agentes abrieron fuego. Mohamed quedó herido de bala en una axila, el glúteo y la zona de las cadera. Continuaba gritando proclamas yihadistas a pesar de estar ya en el suelo. «¡Alá es grande, Alá es grande!», repetía mientras le inmovilizaban y le ponían las esposas tal como consta en las diligencias a las que ha tenido acceso este periódico.
Fueron los propios policías quienes les prestaron los primeros auxilios y lo estabilizaron hasta la llegada de los servicios sanitarios para su traslado hasta el hospital.
La Brigada Provincial de Información de Madrid tomó los primeros compases de la investigación antes de remitirla a la Audiencia Nacional. Los hechos arrancaron el pasado sábado por la tarde en Puente de Vallecas. Un joven llamó a la Policía alertando de que su hermano, muy nervioso, se había atrincherado en su casa. Aclaró que él vivía en el piso de abajo. Solicitaba ayuda insistiendo en que Mohamed se encontraba muy alterado en el interior de un inmueble. Los primeros en trasladarse hasta el lugar de los hechos fueron agentes municipales que, dada la envergadura de la situación, requirieron a los antidisturbios. Llegaron los antidisturbios. Antes de su intervención, la Policía Municipal intentó reducir a Mohamed utilizando pistolas táser que, sin embargo, no dieron el resultado que esperaban.
El joven, que permanece ingresado en el HospitalGregorio Marañón y está fuera de peligro, podría haber actuado bajo la influencia de sustancias estupefacientes, tal como señalan las mismas fuentes. Momentos antes de la intervención, había dado una puñalada en la nuca a una anciana, cortado en la espalda a un hombre y un pinchazo a otro. «Hay que poner en valor la gran intervención llevada a cabo por los policías y desde el sindicato mayoritario de la Policía (SUP) pedimos que se les condecore con la medalla roja al mérito policial, reconocimiento justo por el gran trabajo y servicio que han prestado», pidió el secretario general de UIP, Guzmán Revilla.
