Publicado: agosto 25, 2025, 2:00 pm
La mayoría usamos los modos de concentración de iOS como simples «no molestar», pero en mi caso se han convertido en algo mucho más potente, ya que es una forma de entrenar mi cerebro para cambiar de chip entre el trabajo, el descanso y el ocio. No es solo cuestión de silenciar notificaciones, que también, sino de elegir qué aplicaciones veo, cuándo y cómo.
Y lo curioso es que los modos que más me han cambiado la vida no son los de trabajo, sino los que uso para desconectar. Porque aprender a desconectar también es importante y ayuda a rendir más en el trabajo. Al menos en mi caso. Y eso solo lo he logrado creando diferentes modos en mi iPhone.
Dos modos de ocio que son tan importantes como el de trabajo
Te hablaré más adelante del modo de trabajo, pero de primeras, me gustaría hablarte de los que para mí son los más importantes. Y hablo en plural porque no tengo un modo de ocio, tengo dos. Y es que ser más productivo, en mi opinión, es también respetar tu tiempo de descanso y desconexión de todo lo relacionado con el trabajo.
Cuando cierro la persiana laboral, me gusta no facilitar el acceso a nada relacionado con el trabajo. Ni el chat de trabajo, ni otras aplicaciones que utilizo en mi ámbito profesional. Y tengo dos modos configurados de esta manera:
- No molestar: vale, el nombre es el estándar y no ganaré premios por semejante nombre, pero no es lo importante. Lo relevante es que en este modo no restrinjo notificación de apps de mensajería personales y mantengo el acceso a todas mis apps, salvo las de trabajo. Estas últimas no las tengo visibles y tampoco sus notificaciones.
- Desconexión: este es un modo minimalista a más no poder y en el que tengo cualquier notificación restringida. Lo suelo activar en la tarde-noche, cuando me gusta dedicar mi tiempo debe al entretenimiento, por lo que solo tengo un widget de TV Time, la app que uso para hacer seguimiento de series y películas, además del icono de la propia app, el de la cámara, la app Fotos, Pocket Casts y Apple Music.
Aquí debo aclarar una duda habitual: «¿qué pasa si mi jefe quiere contactarme?» En mi caso personal, cualquier compañero y/o jefe sabe de sobra dónde encontrarme, tienen mi número de teléfono y solo en casos de emergencia me contactarán (tengo la suerte de que hasta ahora no ha tenido que llamarme nadie).
Obviamente cada caso es un mundo, pero por ley, tienes derecho a la desconexión laboral y ya te aseguro que, como en mi caso, si una urgencia te requiriese, te vas a enterar incluso con estos modos.
El modo descanso también es importante
El modo descanso del iPhone no necesita demasiada configuración más allá de la que ya trae por defecto. Se trata de un modo que, tal como se recomienda, activo cuando voy a dormir y en el que se prioriza no usar ninguna aplicación.
Lo tengo en conjunto con el Apple Watch para que se active a la hora a la que me acuesto. Es la razón por la que tengo activadas opciones como la atenuación de la pantalla de bloqueo, así como una única pantalla de apps en la que literalmente no tengo nada. Bueno, sí, un widget de calendario y por poner algo, ya que ni siquiera lo consulto.
Si bien parece algo demasiado predeterminado y sin utilidad, debo decir que me resulta muy práctico. En el momento en el que se activa, entiendo que debo acostarme y, salvo que de verdad tenga que seguir con algo en el iPhone, cumplo mi propia regla, lo bloqueo y me acuesto.
Sí debo decir que tengo configuradas excepciones de llamadas de mis contactos favoritos. En ella entran familiares cercanos y amigos que son como familia. Solo ellos pueden perturbar mi descanso nocturno y afortunadamente aún no lo han hecho. Y que siga siendo así, porque si lo hacen implicará que ha ocurrido una tragedia durante la noche.
Por supuesto, con máxima concentración en el trabajo
Que quiera una vida personal sana aparte del trabajo es importante, pero no olvido que esa faceta también es importante. Soy de aquellos que se distrae mirando una mosca y eso en el ámbito digital es igual a ir a mirar la hora y acabar entrando en YouTube. Y como es tan difícil parar cuando ya llevas 10 shorts vistos, lo mejor es no tener la tentación.
Mi modo trabajo es restrictivo al máximo con todo lo personal. Ni WhatsApp, ni Telegram, ni red social que valga. Únicamente dispongo en este modo de acceso a apps que me sirven para organizarme en el trabajo, tales como Notas, Recordatorios o Calendario, además de apps propias de mi empresa como Slack para contactar con mis compañeros.
Mi trabajo se desarrolla principalmente en el Mac, así que no necesito nada más del iPhone. Y si acaso necesitase hacer algo personal como escribir a un amigo, abro a propósito la app de mensajería de turno, pero no la pongo a la vista para evitar entrar cada vez que vea que tengo un mensaje nuevo.
Y al igual que con el modo descanso, sí tengo habilitadas las llamadas, aunque en este caso de cualquier contacto, ya que por trabajo puedo llegar a recibir llamadas de números que no tengo registrados. Eso sí, también me supone recibir alguna que otra llamada de spam (aunque menos desde que estoy probando el filtro de llamadas de iOS 26).
El mejor «truco» de todos es la fuerza de voluntad
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Suena a cliché, pero no por ello es menos importante. Los modos de concentración son una excelente barrera para impedir el uso improductivo del iPhone, pero no es un muro infranqueable. Es fácil saltarnos nuestras propias normas. Al fin y al cabo, todo pasa por buscar la app en cuestión que queremos abrir o cambiar el modo desde el centro de control.
Por eso, es importante concienciarse de que queremos reducir el uso de ciertas apps del iPhone en momentos inadecuados. Ni Instagram en horas de trabajo, ni el chat de trabajo cuando estamos de vacaciones. Y para ello debemos tomar decisiones conscientes cada vez que desbloqueamos el iPhone.
Los modos de concentración nos ayudan a automatizar límites, pero la clave está en no buscar atajos para romperlos. Se trata de entrenar el hábito de respetar nuestras propias reglas, de recuperar el control frente a ese gesto ya casi automático de distraernos abriendo lo que no debemos.
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La noticia
He configurado mis modos de concentración para que mi iPhone trabaje para mí (y no al revés)
fue publicada originalmente en
Applesfera
por
Álvaro García M.
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