Publicado: noviembre 26, 2025, 6:20 pm
Con sufrimiento, puro ADN Atlético, así fue la victoria de oro lograda anoche ante el colosal Inter de Milán. El héroe de la gesta fue Giménez, con un gol en la última jugada del partido que acerca mucho a los rojiblancos al ‘Top 8’ de la Champions League.
Pronto empezaron los nervios para el siempre incontenible Simeone. Los italianos rompían sus líneas con facilidad y las dos ocasiones seguidas de Di Marco metieron mucho miedo. El tiro libre lo sacó Musso con una gran mano en la misma escuadra y, justo después, un disparo cruzado se marchó cerca del poste.
Los locales respondieron con alguna jugada veloz sin concretar, inaugurando una especie de ida y vuelta en la que se sentían aún más cómodos los visitantes.
Pero el fútbol es caprichoso, ya se sabe, y el encargado de inaugurar el marcador fue Julián. La jugada partió de un centro de Giuliano que trataron de cortar sin éxito Bastoni y Augusto. En el intento de despeje de este, el balón dio en Álex Baena y, a continuación, fue cazado por Julián Álvarez en un remate a bocajarro. Se revisó una posible mano del español en el VAR antes de que el tanto fuera finalmente concedido.
A partir de entonces se estabilizó el frenetismo inicial, implantándose en el feudo rojiblanco una dinámica de dominio de posesión de los visitantes. Eso sí, ni rastro hubo de la mordiente inicial gracias a una labor defensiva de los colchoneros.
En la recta final de una primera mitad batallada mayoritariamente en el centro del campo, se protestaron dos caídas de Giuliano en el área. No hubo nada punible.
El paso por vestuarios sentó bien al Inter, que replicó el arranque arrollador del inicio del partido. Eso sí, esta vez con el premio del gol. Barella estrelló un balón al larguero y Di Marco, incansable, tuvo otro gran mano a mano con Musso. Fueron los avisos antes de una gran jugada remachada por Zielinski.
Un empate podía parecer buen premio ante el subcampeón del pasado año, aunque ni mucho menos pensó eso Simeone. Sus cambios ofensivos dieron buena cuenta de ello y, además, también surtieron efecto.
Las ocasiones se sucedían en detrimento de las del Inter. Giuliano, Sorloth, Griezmann… y al final el premio fue para Giménez, que remachó un córner en el segundo palo para desatar la locura y un torrente de pura fe en el Metropolitano.
