Publicado: octubre 29, 2025, 3:07 am
Miguel Ángel Gallardo quiso cortar ayer de raíz las dudas generadas dentro del PSOE -tanto en Ferraz como en Extremadura- sobre si es el mejor candidato posible para enfrentarse a María Guardiola el 21 de diciembre tras apretar el lunes la presidenta de la Junta el botón de elecciones anticipadas. A la espera de que se oficialice la fecha del juicio oral donde acudirá, junto al hermano del presidente del Gobierno, David Sánchez Pérez-Castejón, y otros nueve altos cargos de la Diputación de Badajoz, como procesado por los presuntos delitos de prevaricación y tráfico de influencias, para muchos socialistas su candidatura es «un tiro en el pie», a lo que añaden que será un candidato «débil y sin carisma que no va a ganar».
Para evitar dichas especulaciones, Gallardo diseñó al día siguiente un exhaustivo y planificado cierre de filas interno tras correr como la pólvora los nombres del ministro extremeño Carlos Cuerpo, de la presidenta del Parlamento extremeño, Blanca Martín y hasta de Álvaro Sánchez Cotrina, presidente provincial de Cáceres, como posibles sustitutos. A primera hora, el secretario general de los socialistas extremeño reunió de urgencia en Mérida a su Ejecutiva Regional, que aprobó que el proceso para la candidatura no tuviera que pasar, como recoge los estatutos internos, por un proceso de Primarias. «Se trata de una excepcionalidad», se justificó luego Gallardo, que compareció ante los medios aludiendo a la escasez de tiempo para ello. Y agregó: «Efectivamente, me voy a presentar. Tengo fuerza y ambición para que esta tierra cambie, salimos a ganar».
Que se viera obligado a aclarar y a confirmar su candidatura da a entender los movimientos internos producidos en las últimas horas. El segundo paso de Gallardo para blindarse fue la convocatoria del Comité Regional del PSOE para hoy, que le designará como cabeza de cartel, una decisión que deberá de ser ratificada por la Ejecutiva Federal en Madrid. Ni un nuevo proceso de Primarias (el tercero en dos años) ni una candidatura exterior impulsada desde Ferraz con tan escaso margen de maniobra sería aceptada por los socialistas extremeños, que volverían a una batalla interna que terminaría por dilapidar cualquier opción electoral.
En esta línea se pronunció el presidente de la Diputación de Cáceres, Miguel Ángel Morales, que instó a su partido a aprender de los «errores cometidos» y anteponer los «intereses de los ciudadanos a los personales». El debate lo cerró también Pilar Alegría, portavoz del PSOE: «Los militantes de esa tierra han hablado con claridad y sólo le puedo trasladar todo el apoyo al secretario general».
A 53 días de las elecciones y a 20 del plazo oficial para cerrar las candidaturas, Ferraz no pondrá pegas a Gallardo y lo aceptará «como mal menor», según fuentes del partido en Extremadura. «No hay tiempo para cambiar, ni para un ‘golpe de efecto», asumen los socialistas, que apuestan claramente por un «cierre de fila». Lo explica un dirigente: «El partido, en situaciones como ésta, suele unirse y movilizarse como una piña y aunque sabemos que Gallardo no va a ganar sí existe la idea de que puede aguantar un resultado electoral digno, sin hundimiento, porque el PSOE en esta tierra tiene un suelo grande después de tantos años gobernando», explica. Otra cosa, esgrime, «es que logre diseñar una campaña capaz de movilizar el voto necesario para aguantar, aunque se va a apelar a las siglas por encima de la figura de Gallardo».
En este sentido, hay que recordar que el sucesor de Guillermo Fernández Vara ha pasado por dos procesos de Primarias para convertirse en secretario general del PSOE. En ambos, ganó en la provincia de Badajoz con holgura, pero perdió en la Cáceres en ambas ocasiones, donde tiene a la mayoría de sus críticos. «Muchos no lo tragan, pero al final acabarán apoyando, otra cosa es lo que pase luego, tras las elecciones, si consigue un mal resultado», aclaran.
Así las cosas, la esperanza en Ferraz y en el PSOE extremeño es que Guardiola no consiga la mayoría absoluta y que vuelva a depender de Vox, aún con más fuerza que en 2023: «Abascal no se lo va a poner nada fácil a Guardiola para que vuelva a gobernar y este escenario se puede volver contra ella y ahí es donde puede haber ‘partido’ para nosotros», explican fuentes internas del PSOE.
El lunes, Gallardo consideró que Guardiola quería adelantar las elecciones para aprovechar su delicada situación judicial y el hecho de que «no se sepa la verdad» del caso. La juez Beatriz Biedma lo sitúa como principal responsable de la adjudicación a dedo de la plaza al hermano del presidente del Gobierno.
