Publicado: abril 22, 2025, 12:07 pm

Fractura en el Gobierno de coalición entre el PSOE y Sumar respecto al Plan Industrial y Tecnológico para la Seguridad y la Defensa anunciado este martes por Pedro Sánchez y que supone una inversión cercana a los 10.500 millones de euros para cumplir con el objetivo de llevar el gasto militar al 2% del PIB. Yolanda Díaz ha hecho constar su oposición total a este aumento en el Consejo de Ministros por considerarlo «verdaderamente exorbitado» y por ser una «ingente» partida de dinero que, a su juicio, «no responde a una visión que suscite consenso en el interior del Gobierno».
Así viene reflejado en las «observaciones» que ha presentado la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo para expresar su rechazo al plan, en un documento al que ha tenido acceso EL MUNDO. Este gesto es una nueva demostración más de que los dos socios del Gobierno de coalición no comparten en absoluto la política de rearme y defensa en la que ha entrado España y que está en línea con la emprendida por el resto de los países de la Unión Europea en coordinación con las instituciones comunitarias.
No es la primera vez que Sumar presenta observaciones para mostrar su rechazo a alguna medida impulsada por el PSOE en el Consejo de Ministros y que, dado su peso en el Gabinete, no tiene la capacidad política de frenar o cambiar. De hecho, ya va una docena de veces en esta legislatura en las que lo ha hecho Díaz. La última, por cierto, fue hace unas semanas, y también tuvo que ver con otra partida para defensa, aunque en aquel caso era sobre gasto comprometido por gobiernos anteriores, principalmente por el anterior, en el que Unidas Podemos era parte con, entre otros, Ione Belarra e Irene Montero.
Lo que sucede ahora, y por eso en esta ocasión adquiere una mayor relevancia, es que esta oposición del socio minoritario se produce ante lo que es el corazón mismo del aumento del gasto militar que está proyectando Sánchez para cumplir con la OTAN y la Unión Europea. Y que, lógicamente, implica una movilización de dinero millonaria.
Para Sumar, este plan de 10.500 millones de euros carece de un análisis detallado de las necesidades. «Por el contrario», lamenta, «pareciera responder casi exclusivamente a la necesidad de evidenciar, con celeridad, el cumplimiento del compromiso de alcanzar el 2% de gasto militar».
«Es por ello», prosigue en su crítica, «que no se considera oportuna ni conveniente una inversión en defensa de este calado por parte del Gobierno de España, por no estar motivada ni ajustarse a un análisis exhaustivo de necesidades».
Díaz sólo comparte lo que tiene que ver con atender la mejora de las condiciones laborales de la tropa o para la protección de los militares en misiones exteriores, así como la inversión para modernizar la ciberseguridad del país. Sin embargo, asegura que el «conjunto del plan» supone «una ingente dedicación de recursos públicos en gasto militar que no responde a una visión que suscite consenso en el interior del Gobierno y que no parece cumplir con los objetivos de procurar una política europea basada en la autonomía estratégica capaz de otorgar a España y a la UE una capacidad de respuesta adecuada ante los retos que plantea la actual situación geopolítica».
Por eso mismo, Díaz ha solicitado expresa y formalmente la retirada del plan del índice el Consejo de Ministros. Es algo que no ha sucedido. «La cuestión de la defensa nacional, en el contexto de la defensa común europea, requiere de un debate en profundidad y acuerdo en el seno de este Gobierno de coalición de modo que, ante su ausencia, la posición de esta Vicepresidencia sólo puede ser de rechazo a la aprobación del Plan», señala en el documento de observaciones.
Para el socio minoritario, el plan «no parece responder de forma coherente» a la Estrategia de Acción Exterior de España 2025-2030, aprobada el pasado 1 de abril por el Consejo de Ministros, donde la visión de seguridad se desarrollaba desde un concepto más «amplio» de lo que es la «defensa tradicional». Pues ahí «cobraban un papel protagónico» las «amenazas híbridas, la seguridad económica, la protección civil o el refuerzo de capacidad de mitigación, respuesta y recuperación ante las catástrofes provocadas por la emergencia climática».
La «preocupante» tercera partida
Lejos de desarrollar esos enfoques, Díaz se queja de que se ha comprometido «un gasto militar verdaderamente exorbitado». En especial, expresa que es «preocupante» la «tercera partida» del plan, que tiene como fin «la fabricación o compra de nuevos instrumentos de defensa y disuasión por un 18,75% del total de gasto».
«Entre las razones que fundamentan esta oposición se encuentra el hecho de que no se conoce con la necesaria precisión el destino que se va a dar a los gastos cuya aprobación se pretende, ni si estos se ajusten a las necesidades identificadas en términos de capacidades a reforzar y de garantía de la autonomía estratégica», se justifica.
También se advierte que este gasto puede contradecir la política exterior de España, siendo «inadmisible» que pudiera comprarse «material bélico a Israel«.
En paralelo, Izquierda Unida, que tiene una ministra en el Gabinete de coalición, Sira Rego, se ha manifestado «radicalmente en contra» de este plan de aumento del gasto militar. Así lo ha señalado el coordinador federal de IU, Antonio Maíllo, quien ha destacado que la decisión impuesta por Sánchez «no ha sido deliberada», que «se introdujo a última hora «y que es «contraria al espíritu del acuerdo de Gobierno y no incluida en ningún acuerdo programático».
«Esta decisión no nos hará más seguros, pero sí más dependientes de una lógica de guerra que nada tiene que ver con las necesidades de nuestro país», ha criticado el líder de IU en X.
Podemos carga contra «el Gobierno de la guerra»
El plan de gasto militar es gasolina para Podemos para cargar contra el Gobierno en general y recrudecer su oposición a Sumar en particular. Ione Belarra ha arremetido frontalmente contra el Ejecutivo al que ha calificado de «Gobierno de la guerra» y ha llamado a los ciudadanos a «movilizarse» contra la estrategia de «seguidismo» de la política de Trump en la que ha decidido embarcarse Sánchez.
«Las trayectorias del Gobierno y de Podemos son discordantes y cada vez se alejan más», ha afirmado la secretaria general morada dando a entender una ruptura entre su formación y el Ejecutivo.
La ciudadanía a la que apela Belarra es la que «hace 20 años salió a las calles para decir no a la guerra de Irak» y a «todos los jóvenes que ven cómo el Gobierno compromete su futuro y el de sus hijos». Belarra insiste en que, Podemos, «hará su parte» situándose «enfrente» del Gobierno exigiendo «corregir el rumbo de guerra y volver al rumbo de la paz».
Para la secretaria general de la formación morada, el día de hoy «supone un antes y un después en el camino que Sánchez ha decidido emprender» y que, en su opinión, compromete el futuro del país». «Clarísimamente», ha recalcado, «el Ejecutivo se constituye en un Gobierno de guerra y ese rumbo es absolutamente contrario a lo que la gente votó en 2023». «Se puede afirmar con rotundidad», ha añadido lanzando una pulla directa contra Sumar, «que Podemos no formaría parte de un Gobierno que hace el mayor gasto militar del país».
«Frente a esta guerra de élites tenemos que construir una alianza entre los pueblos. Pido a la gente que reflexione sobre el momento histórico que vivimos y que es gravísimo», ha insistido antes de reprochar a Sánchez que «de repente aparezcan 10.000 millones, sin tener Presupuestos, de debajo de las piedras» para gasto militar y ha lamentado que «en el Consejo de Ministros no haya nadie que pare los pies al presidente del Gobierno».