Publicado: mayo 20, 2025, 2:07 am

Al Partido Popular se le ha iluminado la ruedita del loading. La maquinaria que redefinirá sin límites su proyecto político está engrasada y la intervención de su presidente, Alberto Núñez Feijóo, ayer en la Junta Directiva Nacional, fue la primera toma de contacto. «Vamos a discutir de fondo, a revisar ideas, a construir propuestas, a decir lo que pensamos y a decidir lo que haremos. Vamos a mojarnos, porque quien quiere gobernar de verdad no huye ni se esconde como Sánchez», proclamó ayer el líder de la formación.
«La gente está animada, hay sentimiento de unión y entusiasmo, muchas ganas», aseguran fuentes populares vislumbrando ya el aireo de su partido. Esa es la clave: «Resetear el partido, actualizarlo». Con esa prioridad en mente se aprobó ayer la convocatoria para el XXI Congreso Nacional, que se celebrará los días 4, 5 y 6 de julio para afinar su ideario por primera vez desde 2017. Y los populares están dispuestos a evolucionar con el freno de mano quitado para convertirse en un partido que encaje con las dinámicas que se están produciendo en Europa: «Hace dos días ganaron las elecciones en sus respectivos países –Polonia, Portugal y Rumanía– las formaciones a las que apoyaría Feijóo. Lo que se está produciendo a nivel europeo no es un giro hacia la extrema derecha, sino en contra del socialismo».
Una vuelta que el PP no ha terminado de consumar en España. Por eso el objetivo es «redefinir el partido para darle estabilidad a la marca PP», afirman desde Génova. Una aspiración que la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, reiteró ayer desde la presentación del libro de Esperanza Aguirre: «Debemos saber cuál es nuestro papel». Así, Ayuso ha defendido que el PP debe ser «ahora más que nunca su mejor versión» porque «un proyecto para España tiene que ser algo más que echar a Sánchez, que va a suceder. Tiene que ilusionar, y lo vamos a hacer», garantizó la popular. La presidenta madrileña obtuvo respaldo absoluto de Aguirre en el mismo acto: «La línea de Ayuso la debería seguir todo el PP», lanzó.
Frente al zumbido de cierta sectorialización en el núcleo del partido, Feijóo pidió ayer a sus bases «crecer, abrir e integrar» las distintas sensibilidades y «revisar ideas» para construir la unidad «entre todos». Ello, sin «escapar» de «debatir categorías» y mediante un «compromiso con cada autonomía», señalan a orillas de la sede. Una promesa celebrada por las comunidades autónomas, que aplaudieron la decisión de la dirección de dotarles de peso en los órganos directivos del congreso. Promesa que, no obstante, obvió a la Comunidad Valenciana, donde arrecian vientos de cambio en la presidencia que ostenta Carlos Mazón. «No hacemos una lectura dramática», señalan fuentes del PP valenciano, que pese a todo el runrún hablan de «tranquilidad absoluta» y subrayan el «apoyo total» que Núñez Feijóo le brindó ayer a Mazón con su reconstrucción.
Al margen de la ausencia de cargos valencianos en la organización del congreso, Feijóo se valdrá de sus dos baluartes para la ponencia política: los presidentes de la Junta de Castilla y León y Andalucía, Alfonso Fernández Mañueco y Juanma Moreno, respectivamente. El primero defendió que el PP «tiene unos principios, unos valores que le hacen identificable y reconocible». «Defendemos la libertad, defendemos la igualdad de todos los españoles, defendemos la normalidad en las instituciones», proclamó, toda vez que llamó a actualizar «aquello que sea necesario al siglo XXI» para hacer frente al «modelo agotado de Sánchez y el PSOE». Y es que, precisamente, los resultados de la nueva «hoja de ruta» desembocarán en las elecciones en ambas autonomías.
Son palpables las diferencias entre el Congreso Nacional de 2022 y el que tendrá lugar el próximo julio. «El escenario político es distinto», apuntan en Génova, conscientes de que si bien «gustarle a todos» como partido es una aspiración inalcanzable, su horizonte es «gustar a cuánta más gente». Una amplitud de miras que Feijóo propuso en su intervención: «Será el Congreso más participativo de la historia, con el mayor número de compromisarios y presencia de jóvenes». De esta forma, se comprometió a «escuchar a la sociedad civil y los asuntos que más preocupan a los ciudadanos».
3.264 los compromisarios
Serán 3.264 los compromisarios que participen en el cónclave popular; 125 procedentes de Nuevas Generaciones. El énfasis de Feijóo en la presencia de los noveles no es baladí: «Es muy importante porque el voto joven es un nicho potencial de Abascal», señalan. Si bien los barones no entraron ayer en harina en materia de sus relaciones con Vox para fortalecer el bloque de oposición en lo que queda de legislatura -como tampoco lo hicieron en el debate de las primarias-, la estrategia política a definir pasa, en todo caso, por seguir haciendo gala de la distancia holgada que les separa de los de Abascal en las diferentes encuestas.
«Todos coinciden y tienen clarísimo en que el próximo presidente del Gobierno va a ser Alberto Núñez Feijoo», expresaron fuentes conocedoras de la reunión a puerta cerrada de la Junta Directiva.
Y ya lo avanzó el propio presidente del Partido Popular: «No sabemos cuándo será, pero sí cómo será nuestra respuesta: sólida, ganadora y valiente» porque «todos queremos un gobierno decente y un futuro como esperanza para la España que viene», proclamó al término de su discurso. Del XXI Congreso, el presidente del PP dijo esperar «salir más fortalecidos y unidos» para decir «adiós» a «las mentiras, las cesiones, la corrupción, la incompetencia, el ego y a Sánchez». «Mientras él alarga un final y se aferra al poder y estira un ciclo agotado, nosotros nos preparamos para servir y abrir un nuevo ciclo», empuñó.
* Con información de Noa de la Torre y Vicente Coll.