Publicado: junio 9, 2025, 1:07 am

Alberto Núñez Feijóo superó ayer un día clave para el futuro de la alternativa que representa. La manifestación en la plaza de España de Madrid se presentaba un órdago a cara o cruz. El presidente del PP tenía que lograr que su protesta contra Pedro Sánchez rebosara las calles del centro de la capital para obtener un impulso a su labor de oposición. El umbral que se había puesto la dirección de Génova era claro: debía ser la más multitudinaria de sus seis protestas contra el presidente en esta legislatura. Y ese listón se superó tanto en base a las cifras del PP -más de 100.000 asistentes- como por los datos oficiales de la Delegación del Gobierno -entre 45.000 y 50.000-.
A pesar del calor canicular que caía a plomo sobre la capital, con 28 grados a la sombra -y había muy pocas zonas umbrías-, el PP llenó la plaza de España y las primeras manzanas de sus calles aledañas, la Gran Vía y la calle de Princesa, entre gritos de «Pedro Sánchez dimisión». A la cita, bajo el lema mafia o democracia -finalmente reducido a democracia-, acudieron los ex presidentes Aznar y Rajoy. Arropado también por Isabel Díaz Ayuso y José Luis Martínez-Almeida, como anfitriones, y por otros siete barones de Gobierno, Feijóo presentó su protesta como una manera de que «hable alto y claro» el pueblo de España «frente a un presidente que se esconde y un Gobierno que nos miente».
Hubo dos pasajes centrales en su discurso -corto, de nuevo por el calor-. El primero, sobre el cambio que invoca el PP, para el que reclama elecciones generales ya. «España necesita una revolución de la decencia y la libertad, y esa revolución la vamos a liderar desde las calles y desde las urnas». «Señor Sánchez, deje de esconderse, deje de mentir y deje de huir. España ya sabe demasiado de quién es usted y de lo que ha hecho. Ríndase a la democracia. Convoque elecciones; las queremos ya, porque nadie le votó para esto, ni los suyos», añadió.
El segundo momento clave fue la reivindicación de sí mismo, de su estilo y de su apuesta por la «centralidad» como espacio político de referencia de su partido, frente a quienes le piden más dureza tanto ideológica como verbal. «Sé cuál es mi sitio: nadie me va a mover de la centralidad, que es el único espacio capaz de volver a reunir a la mayoría de los españoles. ¿O qué pensáis que hizo Aznar en la reunificación del partido? Volver a poner al PP en la centralidad de la vida política. ¡Y eso es lo que vamos a hacer y va a abrir la puerta del Palacio de La Moncloa!», exclamó.
Este mensaje, a menos de un mes del congreso del partido, tuvo una gran resonancia interna en el PP. «Sé perfectamente cuál es mi método, el que me ha permitido plantar cara y ganar durante toda mi vida al socialismo y al nacionalismo», se reivindicó. ¿Y cuál es el método Feijóo? «El método es la legalidad que él incumple, la institucionalidad que jamás ha tenido, la solvencia que le falta a su equipo y el apoyo en la calle, a la que ya no puede salir», se explayó.
Lo explican así en el PP: «Desde que llegamos hace tres años hemos reivindicado la necesidad de crecer a derecha e izquierda de nuestro partido y ensanchar nuestra base electoral como mejor camino para derrotar a Sánchez. Hoy lo hemos logrado».
En la dirección del PP se felicitan del éxito de su convocatoria a pesar del fuerte calor y del «boicot» de Vox. «Aquí tenemos dos adversarios en el día de hoy que son el sol y el boicot expreso de Vox a esta concentración», explicaron a este diario fuentes de Génova. «Si llenamos la plaza de España a 30 grados, será pese a Vox. Pero aquí estamos para hablar de Sánchez y no de Abascal», añadieron.
En las dos filas principales estuvo la cúpula del PP. Los presidentes autonómicos que estuvieron presentes en la manifestación son, además de Ayuso, Juanma Moreno, Alfonso Rueda, Fernando López Miras, María Guardiola, Alfonso Fernández Mañueco, Marga Prohens y Carlos Mazón. Y el vicepresidente de Canarias, Manolo Domínguez. Es decir, todos menos Jorge Azcón y Gonzalo Capellán. También acudieron los principales dirigentes del PP: Pedro Rollán, Elías Bendodo, Alicia García, Miguel Tellado, Dolors Montserrat, Javier Arenas, Noelia Núñez, Borja Sémper, Ana Alós, Ester Muñoz, Paloma Martín, Juan Bravo, Esteban González Pons, Carmen Fúnez o Alfonso Serrano.
Ante ellos, Feijóo lanzó dos dardos a Santiago Abascal, quien se opuso claramente a esta manifestación: «Ojalá el resto de líderes llegue a entenderlo pronto». «No nos vamos a equivocar jamás de adversario», insistió Feijóo desde el escenario. No como «quienes hacen más oposición a la oposición que al Gobierno», en referencia de nuevo a Vox. Pero «no lo hagamos con furia, aunque nos lo pida el cuerpo, sino con grandeza», prosiguió, en una apelación a la templanza que fue, llamativamente, de las menos aplaudidas. «Yo no quiero un frente de la ira, porque España no necesita revancha, necesita concordia», añadió, arrancando esta vez gritos de «¡presidente, presidente!».
Entre los asistentes, varias ex figuras de Vox. Alejo Vidal-Quadras, uno de sus fundadores, y Macarena Olona. Asimismo, acudió Marcos de Quinto, que fue diputado de Ciudadanos. Unas presencias que desde el PP agradecieron por ensanchar la alternativa.
La presidenta de Madrid fue muy jaleada. En cuanto Ayuso comenzó su discurso, en la plaza se inició un cántico comparativo: «Tú sí que vales». La presidenta madrileña cargó contra Sánchez con más dureza que Feijóo: «Es así como nacen las dictaduras, a sorbos, poquito a poquito, de manera inocua». «Cuando la democracia popular suplanta a la democracia liberal, se entra en dictadura». Y comparó España con Venezuela: «Esto es lo que le mantiene a Maduro. ¿Hay urnas? Sí. ¿Pero esto es democracia? Claro que no».