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Europa señala las siete áreas del Ejército a reforzar: de actualizar los sistemas de artillería a triplicar los efectivos para la guerra electrónica

Publicado: marzo 30, 2025, 1:07 am

Pedro Sánchez mantiene un pulso dialéctico con la Unión Europea desde que se presentó el Libro Blanco, un documento guía para estar protegidos. En esa publicación se habla de rearme, término con el que el presidente no está cómodo, pero desde que comenzó la guerra de Ucrania, Defensa invierte en llenar los polvorines. Se trabaja en Programas Especiales de Modernización (PEM) del material de los Ejércitos. Se invierten 43.000 millones en 56 programas de armamento, de ellos, 24 son PEM. Estas son las siete áreas que Europa pide fortalecer.

DEFENSA AÉREA.

La Comisión explica que debe ser «una defensa aérea y antimisiles integrada y de múltiples capas que proteja contra un espectro completo de amenazas aéreas. Para este cometido, España cuenta con material que está actualizando. En estos momentos hay operativas seis baterías Nasams, un sistema de defensa aéreo que es capaz de derrotar distintos tipos de aeronaves a distancia media. Además, el Jefe de Estado Mayor de la Defensa, el general Enseñat, afirmó en una entrevista con la revista Tierra que a principios de este 2025 se materializará el contrato para modernizar las baterías y pasar a la versión +2, que también aumentará de ocho a doce el número de lanzadores.

Para este sistema Nasams, en octubre de 2023 el Consejo de Ministros aprobó un gasto de en torno a cien millones para adquirir 68 misiles AIM-120-C8 AMRAAM, 4 AAVI (AMRAAM Vehículo Aéreo Instrumentado), 10 comprobadores, 20 misiles cautivos y 5 contenedores adicionales para dichos misiles cautivos, destinados al Ejército del Aire y del Espacio y al Ejército de Tierra. Se trata de misiles con los que se equipan tanto los cazas como las Nasams.

También se están modernizando las baterías antiaéreas Patriot. España cuenta con cuatro de este tipo en su haber desde hace años, una de ellas desplegada en Turquía para proteger el espacio aéreo de la OTAN. Además, el pasado junio se aprobó un programa de modernización de 2.400 millones de euros que supone la compra de cuatro baterías nuevas con los sistemas que las acompañan.

En este rearme del que rehúsa hablar el Gobierno y dentro del marco de Defensa Antiaérea hay que sumar la inversión realizada en 2023 con la compra de 522 misiles Mistral, un sistema ligero para la defensa aérea de muy corto alcance. El contrato, cerrado en 2023 por 325 millones, es la prueba de cómo la guerra de Ucrania llevó a los 27 a tomarse en serio la defensa. Porque si ese año se adquirieron 522 misiles de ese tipo, en 2021, antes de la invasión, sólo se compraron 91, un número que, según una fuente consultada, «era irrisorio para poder defendernos».

Más allá de la inversión en sistemas más modernos, España aún mantiene operativos dos grupos de misiles Hawk, así como el cañón AAA35/90, las direcciones de tiro Skydor y Skyguard para indicar dónde disparar.

SISTEMAS DE ARTILLERÍA.

Engloba la UE dentro de este apartado los «sistemas de fuego avanzados que incluyen artillería moderna y sistemas de misiles de largo alcance diseñados para lanzar ataques precisos y de largo alcance contra objetivos terrestres (ataque de precisión profunda)». La artillería española languidecía desde hacía años, pero de nuevo la guerra en Ucrania puso en marcha proyectos. A finales del año pasado se entregaron los primeros lanzacohetes Silam, unos sistemas que quieren recuperar la fuerza del Ejército en un nicho en el que estaban desabastecidos desde que se dieron de baja los sistemas Teruel. Con una inversión de 700 millones de euros, estaba prevista la compra de los lanzadores y un primer pack de 650 cohetes.

España cuenta además con 90 unidades operativas del obús propulsado M-109, el primero de artillería pesada que llegó a las Fuerzas Armadas en 1978 y que ha sido sometido a numerosas actualizaciones. Hay operativos también 82 obuses remolcados del modelo SIAC. De ellos, gracias a un contrato de 36 millones de euros cerrado el año pasado, se van a actualizar 72. Por último, España tiene en su polvorín 56 cañones L-118, que son piezas de artillería remolcada que cargan obuses de 105mm.

MUNICIÓN.

Según el Libro Blanco, hay que basarse en la iniciativa del Servicio Europeo de Acción Exterior Plan de Municiones 2.0 para tener una reserva estratégica de municiones, misiles y componentes junto a suficiente capacidad de producción industrial de defensa para garantizar una reposición oportuna. En este aspecto trabaja el Ministerio de Defensa desde 2024, cuando han aumentado el número de contratos para el suministro de munición que garanticen llenar los arsenales. Como no ha sido posible cuantificar la cifra exacta de lo adquirido, lo disparado, y lo almacenado, se aportan a continuación los datos de contratos que desde distintos Mandos se han ido cerrando, y que están disponibles en la Plataforma de Contratación del Estado. Así, a lo largo de 2024 se han adquirido:67 millones cartuchos de fusil, 34.500 granadas de mano, 104.000 granadas de mortero, 122.200 proyectiles 155 mm, 109.000 proyectiles light gun 105 mm.

DRÓN Y ANTIDRÓN.

La UE quiere que los países inviertan en «sistemas no tripulados que pueden controlarse de forma remota u operar de forma autónoma utilizando software y sensores avanzados». España cuenta con la Plataforma aérea sensorizada de inteligencia (PASI), de fabricación israelí, se trata de un vehículo aéreo no tripulado. También con el Sistema Integrado de Vigilancia Aérea (SIVA), del que hay cuatro unidades en el Regimiento de Artillería de Campaña 63. Pero el material más moderno de defensa antidrón es el CERVUS, que además está desarrollado en España por la empresa TRC.

El pasado verano, y tras la alianza de TRC con Escribano e Indra para la fabricación conjunta de sistemas antidrón, Defensa ultimó un contrato de 30 millones de euros para la primera compra masiva de este material tan necesario. En el documento se formalizó la adquisición de 14 de estos sistemas.

MOVILIDAD MILITAR.

La UE apuesta por una red europea de corredores terrestres, marítimos y aéreos que faciliten la movilidad de tropas dentro del territorio. En estos momentos, España puede ofrecer 15 bases aéreas y cinco aeródromos del Ejército del Aire y el Espacio. La Armada está presente en 12 comunidades autonómas, incluyendo puertos tan importantes como Ferrol, Cartagena o la base naval de Rota. Por último, el Ejército de Tierra tiene todo tipo de bases, destacamentos, regimientos, unidades… por todo el territorio nacional.

IA y CIBERGUERRA.

«Se necesitan capacidades cibernéticas para garantizar la protección y la libertad de maniobra en el ciberespacio. Es necesario desarrollar, junto con los Estados miembros, un programa voluntario de apoyo a las capacidades cibernéticas ofensivas como medida disuasoria creíble», reza el texto de la Comisión Europea.

España se ha puesto en marcha con la creación de un cuarto ejército, el Ciberespacio, que en la actualidad cuenta con 400 militares. Sin embargo, los planes pasan por triplicar sus efectivos hasta los 1.300 en 2029. El Mando del Ciberespacio tiene previsto construir nuevos edificios en su cuartel en Retamares y aumentar sus capacidades. En España existe además el Regimiento de Guerra Electrónica y el Programa Conjunto de Guerra Electrónica Santiago. La Armada cuenta con programas de guerra electrónica, como Aldebarán y Regulus, que van montados en las fragatas F-110. En este sentido, el Ejército del Aire y el Espacio cuenta con la sección Segel en las Alas 11 y 14.

PROTECCIÓN DE INFRAESTRUCTURAS CRÍTICAS.

La Comisión incluye en este apartado «el transporte aéreo estratégico y las aeronaves de reabastecimiento aire-aire». España tiene integrada esta capacidad en un A400M del EA del Ala 31. Habla también del «dominio marítimo», para el cual la Armada presentó su plan estratégico 2050, y del «uso y la protección del espacio», donde España asegura su influencia con los satélites de nueva generación SpainSat NGI y NG II.

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