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Estos son los alimentos que protegen de la miopía

Publicado: septiembre 30, 2025, 1:37 pm

Ver niños con gafas es bastante habitual, pero tal vez nos sorprenda saber que uno de cada tres menores en el mundo sufre miopía . Si no se trata, puede contribuir a un bajo rendimiento académico. Ante esta situación, ¿podemos hacer algo para prevenirla? ¿Ayuda la dieta más allá de las consabidas zanahorias ? Recientes estudios, por ejemplo, apuntan al papel protector del omega-3 y otros nutrientes. No es un asunto para tomárselo a la ligera. Aunque parezca benigna, las personas con miopía tienen más posibilidades de desarrollar complicaciones oculares como cataratas, glaucoma o desprendimiento de retina. Estos son los riesgos que correrán los más de 3.300 millones de personas que se verán afectadas por esta alteración visual en 2030. Además, la manifestación más grave, cuando la graduación supera las 5-6 dioptrías, puede degenerar en ceguera irreversible. Si bien es cierto que los hijos de padres con miopía tienen más posibilidades de sufrirla, no es ni mucho menos la única causa. Uno de los factores de riesgo más importantes radica en dedicar mucho tiempo a actividades en las que miramos de cerca , como el uso de pantallas. Los estudios realizados en diferentes países muestran que pasar poco tiempo al aire libre influye mucho en el riesgo de padecerla. Por esta razón, algunos consejos para ayudar a cuidar nuestra vista son dedicar al menos 90 minutos al día a actividades al aire libre y reducir el tiempo con pantallas y otras actividades de cerca. A veces tratamos de convencer a los niños de que las zanahorias son buenas para la vista y así animarlos a comerlas. No nos falta razón, ya que tanto la zanahoria como el boniato o las espinacas contienen muchos carotenos . En el ojo, estas sustancias naturales se convierten en retinal, que forma parte de la rodopsina, uno de los pigmentos que nos permiten ver. El retinal también se puede obtener a partir de la vitamina A , que podemos encontrar en el huevo, el hígado o los quesos maduros. En esta conversión interviene el zinc, presente en carne, huevos, cereales integrales, frutos secos y legumbres. Por lo tanto, un déficit de vitamina A o de zinc pueden producir alteraciones en la visión. Además, de ninguno de los dos solemos tomar suficiente cantidad. La ausencia de otras vitaminas también puede provocar alteraciones en la visión. Debemos prestar especial atención a aquellas de las que es habitual tener deficiencia, como las vitaminas B9 (ácido fólico), E y C . Estos nutrientes los encontraremos, de nuevo, en fruta, verdura, frutos secos, legumbres, huevos y cereales integrales. Parte de las investigaciones sobre el efecto de la alimentación en la vista se han centrado más específicamente en la miopía. Así, acaba de publicarse un estudio en el que la ingesta de ácidos grasos omega-3 era menor en niños (6-8 años) con esa afección. Además, los resultados apuntan a que otro tipo de grasas, las saturadas , tienen el efecto contrario: son un factor de riesgo. Resultados similares se habían obtenido anteriormente en otra investigación con adolescentes (12-19 años). En ese caso, una ingesta diaria elevada del ácido graso omega-3 llamado EPA podría estar asociada con un menor riesgo del tipo de miopía más grave. Los ácidos grasos omega 3, incluido el EPA, los encontramos en mayor cantidad en pescado graso , y por eso se recomienda que una de las 3-4 raciones de pescado a la semana sea de este tipo. Eso sí, los niños deben evitar el atún rojo, el emperador o pez espada por su alto contenido en mercurio. Por su parte, las evitables grasas saturadas las encontramos en la carne, la bollería, el chocolate y los aceites de coco y palma. Otros trabajos analizan el impacto del tipo de dieta en general. Los resultados apuntan a que una alimentación rica en vitaminas, minerales, fibra y baja en grasas saturadas , a la vez que se modera la ingesta de energía, podría ralentizar la progresión de la miopía. En cuanto a otros nutrientes, se ha visto que los niños con miopía toman menos vitamina A, mientras que la vitamina C también se ha relacionado con menor riesgo en adolescentes. Además, tanto tomar mucha proteína como mucha sal se ha asociado con más posibilidades de sufrirla tanto en niños como en adolescentes. Un factor muy relacionado con la alimentación es el exceso de peso. Un gran estudio de más de 1,3 millones de adolescentes en Estados Unidos mostró una relación positiva entre el índice de masa corporal y la incidencia de miopía. Esta era mayor en chicos y chicas con sobrepeso u obesidad, pero también en aquellos con peso insuficiente. La conclusión principal de todo esto es que sí podemos hacer algo para que los más pequeños tengan menos posibilidades de sufrir miopía. Aunque lo primordial es reducir el tiempo de pantalla y aumentar el que pasan en actividades al aire libre, la dieta también puede ser de ayuda. Por eso es fundamental basarla en alimentos naturales como el pescado, la fruta, la verdura y las hortalizas, las legumbres, los cereales integrales, los frutos secos y los huevos. A la postre, se trata en buena medida de seguir una dieta saludable. Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation .

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