Publicado: abril 9, 2025, 9:12 am
A mediados de la pasada semana, Estados Unidos presentó sus nuevas tasas arancelarias para multitud de países que quisiesen importar productos en su territorio. China fue una de las mayores damnificadas con un 34%. China devolvió el golpe con aranceles recíprocos del 54%, desatando la ira de Trump.
El presidente estadounidense amenazó a China de que, si no eliminaban el nuevo arancel contra Estados Unidos, estos volverían a incrementar los suyos en un 50% adicional. China hizo caso omiso de las advertencias y desde hoy es oficial la entrada en vigor de ese incremento que hace que cualquier producto chino que cruce las fronteras norteamericanas tenga que pagar unas tasas del 104% en total.
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Precedentes. La guerra comercial de Estados Unidos no es ni mucho menos nueva. Donald Trump prometió fuertes aranceles a China en su campaña electoral y, ya de regreso a la Casa Blanca, ha cumplido con ello. Primero elevando hasta un 34% los aranceles a China y ahora sumándole un 50% adicional que lo deja en el ya citado 104%.
Qué va a hacer China. La respuesta del país asiático se está demorando, pero todo apunta a que supondrá un paso más en la escalada de la guerra comercial. ¿Elevación de aranceles también por su parte? Parece que sí, ya que todos los caminos parecen conducir a un encrudecimiento aún mayor de las tensiones entre las dos potencias.
Apple, en medio. Pese al Designed by Apple in California que decora los productos de la marca, la firma dirigida por Tim Cook tiene la inmensa mayoría de su proceso de fabricación en Asia. Prácticamente todos los países donde tiene proveedores han sufrido un incremento de sus aranceles. Vietnam con un 46%, India con un 26%, Tailandia con un 36% o la ya citada China con el incremento que lo deja en un 104%.
Por qué es importante. Más allá del patriotismo que podamos ver en Apple con Estados Unidos, su país de origen, lo cierto es que va mucho más allá de cualquier sentimiento. Es un asunto económico, dado que las ventas en este país suponen más de un 40% de los ingresos anuales de la compañía.
Solamente en 2024, la firma dirigida por Tim Cook obtuvo unos ingresos de 167.045 millones de dólares en Estados Unidos, representando así un 42,7% de sus ingresos totales que oscilaron los 390.000 millones. Sabiendo que buena parte de su proceso de fabricación viene de China, pese a sus inversiones en India, deja en evidencia que importar productos en Estados Unidos les saldrá más caro a partir de ahora.
Los consumidores, en vilo. Que el país donde más dispositivos vendes y te supongan casi la mitad de tus ingresos anuales tenga ahora aranceles para su importación es un problema y lo más previsible es que afecte a quienes los compran. Sabemos que Apple no quiere encarecer excesivamente sus precios, pero es prácticamente imposible afirmar que no habrá efectos en ellos, aunque no sean tan altos como algunos analistas habían estimado.
La misión (casi) imposible. Durante meses, y con su CEO a la cabeza, Apple trató de ganarse a Donald Trump con el firme objetivo de convertirse en la excepción arancelaria. Es decir, que sus productos estuviesen exentos de pagar aranceles al importarse en Estados Unidos. Parecía prácticamente un secreto a voces que lo lograrían, pero como ya vaticinaron varios expertos semanas antes de oficializarse los aranceles, Apple tendrá que cumplir como el resto. Que en el futuro pueda ganarse ese favor no es algo que se pueda descartar, pero a día de hoy no parece la solución más factible, aunque sería la mejor tanto para la compañía como para sus consumidores.
Las vías de escape. Ante este incierto panorama y sabedores de lo complicado que será lograr esa excepción arancelaria, Mark Gurman adelantó los posibles planes de actuación de Apple. Tomó fuerzas la idea de presentar un nuevo plan de compra con suscripción, pero también manejan otras alternativas como reducir su margen de beneficio (situado en un 45% según esta fuente), rehacer sus acuerdos comerciales con proveedores o buscar otros con mejores precios.
Fabricar en Estados Unidos. Es otra de las opciones que se manejan y que, de hecho, empezó a sonar hace ya ocho años. Sí hay ciertos procesos ya en marcha, como la fabricación de microchips en Arizona junto a TSMC o la inversión de 500.000 millones para centros de datos. Sin embargo, nada de fábricas de producción de iPhone o Mac a gran escala. Al igual que la excepción arancelaria, sería otra gran solución, pero que a efectos económicos y logísticos se ve inviable en el corto-medio plazo.
¿Y qué pasará en Europa? Nuevamente, incertidumbre. A priori, los afectados serán los ciudadanos estadounidenses. Ahora bien, no es descartable que Apple trate de mitigar el impacto con una subida de precios global. Es decir, que en lugar de tener que subir mucho el precio en un único país, que es además su mercado principal, lo suba de forma menos agresiva en todos.
La tensa espera. Pese a ser una de las grandes damnificadas por las nuevas políticas comerciales de Estados Unidos, Apple guarda silencio. Al menos de puertas hacia fuera. Sus acciones han bajado y, pese a un ligero repunte, quedan lejos del récord histórico con el que cerraron 2024. Lo que ocurrirá con la compañía y con sus precios es un misterio a día de hoy.
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La noticia
Entra en vigor el arancel del 104% a China y golpea a la economía mundial. Apple es la gran damnificada
fue publicada originalmente en
Applesfera
por
Álvaro García M.
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