En el barrio San Antonio de Torre Pacheco, a la espera de "los españolitos": "Están creando una guerra; si vienen les recibiremos" - España
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En el barrio San Antonio de Torre Pacheco, a la espera de «los españolitos»: «Están creando una guerra; si vienen les recibiremos»

Publicado: julio 14, 2025, 4:07 am

«Si quieren ir de cacería, como van diciendo por las redes sociales, ya saben dónde estamos». Las palabras de Mehdi, un chico de 20 años -espigado, perilla negra como el carbón- no suenan a bravuconada. Son, más bien, una cruda constatación del malestar que se vive en San Antonio, la barriada de Torre Pacheco (Murcia) donde se concentra la mayoría de la población marroquí que reside en el municipio. Aquí, entre estas calles estrechas de casas bajas y avejentadas, han acabado las protestas ultras de los últimos días, después de que un anciano del pueblo denunciara que fue víctima de una paliza a manos de un grupo de magrebíes.

«Nosotros no queremos enfrentarnos a nadie», añade Mehdi. «Pero si vienen a nuestras casas, nos defenderemos. Defenderemos el lugar donde hemos nacido y crecido, a nuestras madres, a nuestros vecinos. Aquí todo aquel que venga de buenos modos es bienvenido. Pero que no nos busquen… Si nos buscan, no vamos a dejar que nos apaleen. ¿O tú qué harías?». Un amigo suyo que prefiere mantenerse en el anonimato, apostilla: «Están creando una guerra. Si vienen a luchar, les recibiremos, que nadie lo dude».

Llegadas las ocho de la tarde de este domingo, la plaza más céntrica del barrio de San Antonio comienza a despertar del letargo del calor vespertino. Grupos de adolescentes casi imberbes, a lo sumo veinteañeros, empiezan a salir de sus casas o llegar en coche de otros puntos del municipio. Lo hacen pese al consejo lanzado por las fuerzas policiales a los líderes de la comunidad marroquí para que no salgan de sus hogares al caer la noche ni se expongan en la medida de lo posible. Pero ellos, según cuentan, quieren frenar la «cacería al moro» alentada por grupos de ultraderecha a través de las redes sociales. Se organizan a través de un grupo de Telegram con más de 150 participantes.

Ayer, de manera informal, estaba convocada una nueva protesta a las nueve de la noche, en las inmediaciones del ayuntamiento de Torre Pacheco. Pero la mecha no llegó a prender, como sí ocurrió las dos jornadas anteriores. El fuerte dispositivo policial de la Guardia Civil y de la Policía Local sirvió de freno a los exaltados.

Unos jóvenes muestran en sus móviles las amenazas recibidas.

Unos jóvenes muestran en sus móviles las amenazas recibidas.ABEL F. ROSARABA PRESS

Samir, de 18 años, es otro de los chicos de San Antonio que se concentra en las calles de su barrio a la espera de ver qué ocurre cuando caiga la noche y, con ella, la oscuridad. Como Mehdi, nació en España. Sus padres, de origen marroquí, emigraron un día hasta tierras murcianas en busca de empleo y recalaron en Torre Pacheco, atraídos por el trabajo que genera el potente sector agroindustrial de la zona.

«Nosotros somos españoles, parece que a la gente se les olvida», dice ahora Ayoud, de 18 años. «¿Adónde quieren que nos vayamos esos que dicen que nos van a expulsar? Son imbéciles. No tiene ningún sentido nada de esto. Los españolitos a la caza de los moritos. Pero esos que nos quieren cazar, ¿saben que somos tan españoles como ellos? Lo único que está pasando es que cuatro racistas del pueblo, empujados por gente que viene de fuera, de Alicante, de Cartagena, se están envalentonando. Nada más», se lamenta el chaval.

Durante las protestas de la noche del pasado sábado se produjeron cinco detenciones. Una persona resultó herida, aunque no de gravedad. Según ha podido saber EL MUNDO, algunos de los chicos de San Antonio que ahora merodean la zona cuando llega el reportero, pretendían recibir a los radicales con machetes, hachas y cócteles molotov. Una fuente nos muestra el material incautado por la Policía Local de Torre Pacheco durante las batidas que fue haciendo por estas calles. Pese a la insistencia, rechaza facilitar la foto para «no incendiar aún más el ambiente».

La Guardia Civil ha desplegado en el municipio a 75 agentes extra procedentes de fuera de la localidad. La presencia policial es constante. Este domingo, el pueblo daba la sensación de ser un fortín para evitar que los ultras volvieran a entrar. Hay desplegados efectivos de dos unidades especiales, el Grupo de Reserva y Seguridad (GRS), los conocidos como antidisturbios, y la Unidad de Seguridad Ciudadana (USESIC), un grupo que entra en acción para mantener y restablecer la seguridad.

Miembros de la comunidad musulmana de Torre Pacheco.

Miembros de la comunidad musulmana de Torre Pacheco.ABEL F. ROSARABA PRESS

Los convoys policiales circularon todo el día de un punto a otro del pueblo. Había controles de vigilancia de todos los coches que llegaban a la localidad. Los agentes de la Policía Local identificaron a decenas de adolescentes. Llegada la noche, el despliegue de la Benemérita se centró en tratar de taponar los accesos al barrio donde más marroquíes residen.

Mientras, la asociación Jucil, mayoritaria en la Guardia Civil, la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), así como Independientes de la Guardia Civil (IGC) han solicitado al Gobierno reforzar con más medios a Torre Pacheco para garantizar el orden y «evitar una desgracia terrible». Condenaron los «graves altercados» vividos, las «agresiones a agentes» y la «pérdida del principio de autoridad» en la población. «Lo que ocurre en Torre Pacheco no puede normalizarse», dijo la AUGC.

El presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras, pidió ayer el municipio recobre «la normalidad» lo antes posible. «Torre Pacheco debe recuperar la normalidad. Conozco a sus vecinos, es un pueblo tranquilo que siempre ha trabajado por la convivencia y nada de lo que está pasando les representa». Ha añadido que la agresión al vecino de Torre Pacheco «no quedará impune», pero que «nada justifica la violencia». «Orden y ley para todos», ha añadido.

López Miras y la delegada del Gobierno de Murcia, con miembros de la Guardia Civil.

López Miras y la delegada del Gobierno de Murcia, con miembros de la Guardia Civil.DELEGACIÓN DEL GOBIERNO

En Torre Pacheco hay tres mezquitas. Nabil Morino preside una de ellas. Reside en este municipio desde hace 15 años. Trabaja en el departamento de logística de una empresa del sector agrícola. Tiene tres hijos con una mujer española. Nabil explica que conoce bien a la comunidad marroquí del municipio. Asegura que el Estado «ha hecho dejadez de funciones» con los hijos de los inmigrantes magrebíes que comenzaron a llegar hace tres décadas en busca de trabajo.

«Nos encontramos con un problema muy serio. Muchos chicos del pueblo no encuentran futuro a los 15 o a los 16 años. En Marruecos, el país de sus padres, no tienen arraigo. Cuando van, les llaman payos, españoles… Aquí, en cambio, se quedan sin amigos cuando ven que hablan árabe. Dejan los estudios, se marchan a la calle, a los porros… Y esa vida acaba llevándote a la delincuencia. No digo que sean muchos, pero sí hemos constatado que esto está ocurriendo. Son chicos sin arraigo alguno, sin sentido de pertenencia. Se sienten olvidados. Y en el olvido sacan lo peor que llevan dentro».

Mehdi y sus amigos muestran al reportero los mensajes amenazantes de usuarios de redes sociales que les escriben en privado. «Hijo de puta, vamos a por vosotros, a ver quién os ayuda ahora. Estáis muertos», dice uno de ellos. Pero hay muchos más: «Cuando quieras, quedamos tú y yo, a ver quién tiene más huevos, que con palitos y en manada sabemos ir todos. Tú y yo donde quieras». Y un último, con la foto de un arma blanca adjunta. «Esta noche vamos a jugar. Estos hijos de putas no son los únicos que llevan machete». Los jóvenes denunciaron los hechos ante la Policía Local cuando una patrulla se personó en labores de vigilancia.

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