Publicado: marzo 24, 2025, 10:00 am
Un gran número de iPhone han desaparecido misteriosamente de las manos de los repartidores. Una red internacional de piratas, operando con precisión quirúrgica, ha logrado orquestar este robo a gran escala. Suena como el guión de una película, y en cierto modo, lo es. Esta banda ha llevado el robo de paquetes a niveles dignos de una serie como Mr. Robot. Aunque se camuflaran como simples repartidores, siempre llevaban una trampa en el bolsillo: un software capaz de hackear envíos, combinado con empleados sobornados. El resultado: una ola de iPhone robados… pero con un desenlace inesperado.
Un golpe de alta tecnología que dejó boquiabiertos a las autoridades
Nos situamos en Nueva Jersey, Estados Unidos. Todo comenzó con lo que parecía ser un simple caso de robo de paquetes. Pero rápidamente quedó claro que era algo mucho más grande. Esta banda, apodada «piratas de porches», utilizó un software diseñado para monitorizar los envíos de FedEx y obtener datos confidenciales como números de seguimiento y direcciones exactas. El creador de este software, apodado «CookieNerd», está basado en la República Dominicana y vendía su herramienta a través de aplicaciones como Telegram.
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Pero esto no terminó ahí. La tecnología fue solo una pieza del puzzle. Otro ingrediente clave: empleados corruptos de AT&T, que por unos cuantos miles de dólares accedieron a fotografiar datos de clientes y entregárselos a los criminales. Con esta combinación letal, los piratas sabían exactamente dónde y cuándo interceptar los envíos: en la puerta de los clientes.
Así era el robo: el caso de los iPhone 16
El modus operandi quedó aún más claro con el lanzamiento del iPhone 16, el último producto estrella de Apple. Los piratas lograron interceptar cientos de estos teléfonos antes de que llegaran a sus dueños. El método era tan simple como efectivo: el software les daba acceso a los números de seguimiento de los paquetes, permitiéndoles conocer exactamente qué se estaba entregando y dónde.
El repartidor de FedEx dejaba el iPhone en la puerta, y segundos después, alguien disfrazado con ropa de repartidor lo recogía y se marchaba.
Encuentro entre el ladrón robando el paquete, mientras el repartidor ni siquiera se había llegado a ir
En algunos casos, ladrón y repartidor casi se cruzaban en la puerta. Pero lo más sorprendente es que los piratas aprovechaban una política de AT&T que hacía todo más fácil: no requerir firma para la entrega. Esto convirtió a los iPhone en un objetivo jugoso. Jacqueline Rosales, por ejemplo, vio cómo los cinco nuevos iPhone que había pedido para su familia desaparecieron minutos después de ser entregados en su cas. Irónicamente, la política de AT&T, diseñada para proporcionar comodidad a sus clientes, terminó ayudando a los delincuentes.
Furgoneta de Fedex fotografiada por Jason Lawrence
¿A dónde iban los dispositivos robados?
El atraco estaba planeado al milímetro. Los delincuentes viajaban por todo el país rastreando paquetes y asegurándose de tomar el botín antes de que los clientes pudieran tocarlos. Los productos iban desde iPhone, iPad, Apple Watch… todos de alto valor. Pero la pregunta era: ¿qué hacían después con los dispositivos? Aquí es donde entran los «fences». Estos son intermediarios, personas o negocios que compran y venden productos robados en el mercado negro.
En este caso, una tienda en Brooklyn actuaba como centro de distribución, canalizando los productos robados a otros compradores. Lo curioso es que el administrador de esta tienda, Joel Suriel, alias «La Melma», ya había sido condenado por fraude en 2018. Quizás pensó que esta vez podría salirse con la suya, pero spoiler: estaba equivocado.
Wyckoff Wireless ha cerrado desde que las autoridades lo identificaron como un punto de venta clave de los iPhone robados.
La caída de los piratas: cuando la tecnología se volvió en su contra
Todo parecía ir sobre ruedas para estos piratas hasta que las autoridades comenzaron a investigar. El FBI, el Departamento de Seguridad Nacional y hasta la Procuraduría de la República Dominicana se unieron para desmantelar la operación. Fue precisamente la tienda en Brooklyn la que llevó a las autoridades a conectar las piezas y descubrir cómo los dispositivos terminaban en mercados internacionales.
Una redada en febrero de 2025 reveló cajas apiladas con dispositivos robados y documentos incriminatorios. Al final, 13 personas fueron arrestadas, pero algunos líderes de la operación, incluyendo al famoso «CookieNerd», siguen en paradero desconocido. Empresas como AT&T y FedEx han tomado medidas para mejorar la seguridad de sus datos, pero decenas de personas han tenido que luchar contra ambas empresas para justificar que realmente ellos no habían recibido el paquete.
Más allá de la investigación policial, este caso ha dejado en evidencia la logística de entrega de productos. Para los clientes, evitar estas situaciones puede ser más sencillo de lo que parece: escoger puntos de recogida seguros. Ya sea una Apple Store, el típico estanco o punto de entrega… Un simple gesto que además de garantizarse de que se va a entregar, te aseguras también que no te lo van a robar.
Imagen portada | Freepik
Fuente | Departamento de justicia de New Jersey
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La noticia
El robo de los iPhone 16 que nadie vio venir: una red de hackers disfrazados, sobornos y una red criminal internacional
fue publicada originalmente en
Applesfera
por
Guille Lomener
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