El Real Madrid goleó este domingo a un flojo Leganés en su visita a Butarque para hacerse con tres puntos clave en la carrera por la liga. Los merengues, con algunas rotaciones con miras al partido de Champions ante el Liverpool en Anfield del miércoles, cumplieron con lo esperado y ya están a cuatro puntos del líder, el Barça de Flick.
Con ímpetu en la presión y volcado hacia el ataque, así regresó el Real Madrid tras el parón de selecciones. Lo hizo con rotaciones en el once, Güler y Ceballos las más destacadas, y con muchas ganas de resolver el partido por la vía rápida para acabar con las dudas.
El combinado local sufrió unos primeros minutos con mucho empuje y jugadas rápidas de los de Ancelotti. Los pepineros solo pudieron plantarse bien en el campo después de un gol anulado por fuera de juego a Mbappé. Eso sí, superado el primer cuarto de hora agónico, el Leganés pudo ejecutar con firmeza su plan de resistencia.
Güler parecía uno de los pocos capaces de ver pequeñas grietas, asumió el papel de ofrecer un nuevo punto de vista a un plantel todavía lastrado por la acumulación de hombres en la izquierda. El turco tenía peligro y lo demostraría en varias ocasiones, especialmente en una internada en la que forzó la atajada de Dimitrovic para responder a la ocasión de Munir zanjada con un disparo al larguero desde posición adelantada.
Sin embargo, a pesar de las veloces y peligrosas internadas de los merengues —hoy naranjas—, la defensa pepinera parecía crecer en comodidad en su rol de enroque. El plan de Borja Jiménez funcionó a la perfección sin fisuras hasta el error más inesperado de los suyos.
Fue al borde del descanso cuando, en una salida de balón, la presión de Bellingham y Camavinga sobre Alti permitió a Vinícius hacerse con el balón, plantarse en el mano a mano, y darle el pase de la muerte a Mbappé para adelantarse en el marcador.
El regalo no minaría demasiado la moral de los locales. Prueba de ello fue el susto de Miguel de la Fuente a Courtois en una presión alta que estuvo a punto de costarle muy cara al meta belga. Al final el balón se marchó por la línea de fondo tocado por el atacante.
Parecía que el Leganés encontraba su opción para estirarse, no más que un espejismo en los primeros minutos tras el paso por vestuarios antes de que el Real Madrid volviera a carburar con todo.
Las internadas de los visitantes se sucedían, aunque el gol llegaría a balón parado. Ceballos puso en juego una falta en la frontal con un toque suave, Güler la paró mientras la barrera salía en tromba y Valverde proyectó un cañonazo raso e imparable al primer palo de Dimitrovic.
Con el segundo tanto, los de Ancelotti contemporizaron con el partido ante el Liverpool en mente, aunque ello no les privó de un dominio que se traduciría en más ocasiones de gol. Una pierna milagrosa de Dimitrovic para tapar el gol de Güler y un tiro al muñeco de Mbappé fueron las ocasiones más claras. Eso sí, el gol sería de Jude Bellingham, otro de los hombres más destacados del partido.
Llegó en un córner que no pudo rematar Rüdiger. El rechace lo cazó Brahim, que probó el disparo a la media vuelta y se quedó sin gol después de que un defensa desviara el tiro al larguero. Ese rechace de la madera lo cazó Jude con un remate de cabeza a puerta vacía con el que sellaría el partido.
Una más tuvo Brahim, sacada por la defensa bajo palos, antes del pitido final en un partido que vale tres puntos de oro. Y es que, todavía con el partido ante el Valencia pendiente, los blancos ya están a cuatro puntos de los culés, líderes.
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