Publicado: julio 3, 2025, 4:07 am
Sobre la mesa de Pedro Sánchez en su despacho de La Moncloa se apilan las carpetas de asuntos pendientes. Informes, análisis y medidas a los que debe dar forma en las próximas horas. De esos folios saldrán los anuncios que haga este sábado en el Comité Federal del PSOE y el próximo miércoles en el Congreso. El presidente del Gobierno ha despejado su agenda este viernes para centrarse en preparar estas dos citas. La estrategia pasa por desplegar las medidas y los anuncios en dos planos: partido y Gobierno. Control de daños por la corrupción en dos fases. Para el PSOE, cambios en la Ejecutiva y refuerzo de los controles internos. En su núcleo duro la apuesta es que tras lo sucedido con José Luis Ábalos y Santos Cerdán, el control de la formación no puede estar en manos de una sola persona. Y a nivel nacional, iniciativas legislativas para ahondar en la lucha contra la corrupción.
Esta semana, Sánchez ha estado volcado en la cumbre para la financiación al desarrollo que se celebra en Sevilla, multiplicándose en foros y mesas redondas, con el objetivo de presentar a España como refugio de la ayuda a la cooperación en un contexto de recortes y cuestionamiento del multilateralismo. Pero en las semanas previas mantuvo conversaciones y encuentros con cargos y dirigentes socialistas para preparar la respuesta a la crisis provocada por el informe de la UCO que destapó una presunta trama corrupta en el partido y el Gobierno. Ahora debe tomar las decisiones. Distintos ministerios, entre ellos Justicia, y el departamento de Políticas Públicas de La Moncloa, dependiente de la Secretaría General de Política Nacional han trabajado en ideas e iniciativas.
«Ha escuchado y pedido ideas, incluso en temas concretos como igualdad, corrupción, control interno, pero hasta mañana no se va a poner con todo», señalan fuentes socialistas.
En el equipo de Sánchez señalan que todo está aún por perfilar, pero que lo que sí tiene claro el secretario general socialista y jefe del Ejecutivo es «separar partido y Gobierno». Esto es, buscará hacer un control de daños en dos fases para calmar el malestar interno y el de sus socios de gobernabilidad. El sábado en el Comité Federal, además de una remodelación de la Ejecutiva, que fuentes socialistas sitúan «más allá» de la secretaría de Organización, apuestan por reforzar los controles internos -«no han funcionado»-, modificar el código ético para sancionar el consumo de prostitución -en el Gobierno hay preocupación por la imagen que trasladan los comentarios de Ábalos y Koldo sobre prostitutas y el impacto que puede tener en el voto femenino, con un peso del 60% en el PSOE- y «cambiar la manera de tomar las decisiones».
La apuesta en el núcleo duro de Sánchez es que tras las experiencias de Ábalos y Cerdán, personas de la máxima confianza que tenían el control absoluto del partido y que ahora se ha demostrado que lideraban una presunta trama corrupta, sería conveniente evitar la figura de un «killer orgánico», un «secretario todopoderoso», de manera que haya más personas involucradas en la toma de decisiones y supervisión del partido. Sobre todo, para determinadas decisiones o circunstancias. También porque, como confiesa una persona con mucho contacto con Sánchez: «No sé si Pedro va a volver a confiar en un secretario/a de Organización». «Somos conscientes de que hay que hacer cambios internos», señalan fuentes gubernamentales y socialistas.
Ya tras la salida de Cerdán, Sánchez designó a una dirección provisional colegiada de cuatro personas, que ha ejercido las labores de Organización, donde estaban la presidenta del PSOE Cristina Narbona, la gerente del partido y dos miembros de la Ejecutiva.
Respecto a las iniciativas legislativas, el jefe del Ejecutivo planteará medidas encaminadas a evitar «mordidas» o prácticas corruptas. Aunque están por poner negro sobre blanco, sobre la mesa ideas sobre cómo perseguir y poner coto a los corruptores y que de verdad se materialice que aquellos condenados no puedan contratar con la administración pública. Sánchez descarta tomar medidas en el Gobierno -crisis, dimisión, adelanto electoral…- porque considera que la corrupción está acotada al «triángulo» Cerdán/Ábalos/Koldo, pero sí va a tomar medidas.
«Las medidas que se van a tomar no es porque hay habido corrupción en el Gobierno, sino porque si se pueden tomar nuevas medidas contra la corrupción pues se hace», explican fuentes gubernamentales. «Es una situación difícil, porque la crítica es que se nos podía haber ocurrido antes. Eso es así», reflexionan en el seno del Ejecutivo. La pretensión es incorporar propuestas de los socios y tratar así de calmar su malestar por lo que consideran falta de explicaciones y contundencia.