Publicado: noviembre 30, 2025, 3:07 am

El firmante de la convocatoria es el mismo, y también el lema y los motivos. Pero entre la última manifestación que organizó el PP para protestar contra el Gobierno de Pedro Sánchez y la que tendrá lugar este domingo han pasado seis meses y muchas cosas. Dos ex secretarios de Organización socialistas han ingresado en prisión, las investigaciones judiciales que rodean al presidente han seguido avanzando y, tras el portazo de Junts, la mayoría parlamentaria que sujeta al Ejecutivo se tambalea cada vez más. Por eso, el discurso con el que Alberto Núñez Feijóo afronta esta nueva cita con la calle ha virado en cierta medida. La reclamación principal sigue siendo un adelanto electoral, pero ya no es a Sánchez a quien sitúa el PP en el foco con esta petición. «Ya se han convertido los socios del Gobierno en cómplices de la corrupción en nuestro país», avanzó ayer Feijóo.
«Señor Sánchez, […] convoque elecciones, las queremos ya», reclamó el líder popular al jefe del Ejecutivo el pasado 8 de junio desde la Plaza de España (Madrid). «Si está con la decencia, deje que se convoquen elecciones», lanzó ayer desde Burgos, pero esta vez la frase no iba dirigida al presidente del Gobierno, sino a Junts y PNV. «Sí, queridos amigos vascos y catalanes», mencionó explícitamente, para después cargar contra las críticas -más o menos veladas- que vienen pronunciando tanto los neoconvergentes como los jeltzales en las últimas semanas hacia el Ejecutivo. «Cuando dicen que están en contra y que se están rompiendo las costuras y que está amenazando la coalición… ¡Qué amenazar ni qué no amenazar!», reprochó Feijóo, después de que el viernes el presidente del PNV, Aitor Esteban, advirtiera de que «las costuras del Estado se están tensando mucho».
El líder del principal partido de la oposición elevó así la presión sobre los socios del Ejecutivo con la vista puesta en aglutinar los votos necesarios para que prospere una moción de censura contra Sánchez. «Yo no quiero ser presidente del Gobierno, lo que quiero es que me elijan los españoles en las urnas. No a través de ninguna moción, sino a través de las urnas», aseguró, deslizando que esta herramienta parlamentaria sería una vía instrumental para convocar elecciones. Así, el popular cuestionó que Junts y PNV no dejen caer al Gobierno y dibujó la manifestación de este domingo como una cita «para pedir democracia, urnas y decencia».
Sin embargo, la opción de la moción de censura aún parece lejos de prosperar. Tras el ingreso en prisión de José Luis Ábalos, Feijóo se dirigió el pasado viernes a los empresarios catalanes con un llamamiento para que empujen a Junts a apoyar esta herramienta parlamentaria -«me faltan votos de los suyos para presentarla con el objetivo de convocar elecciones», dijo-, pero los neoconvergentes volvieron ayer a alejar esta posibilidad. «No debe pedir ayuda a los empresarios, debe pedir perdón», le respondió el secretario general de Junts, Jordi Turull.
Así, por ahora, la única vía que maneja el PP es la de movilizar a la ciudadanía en la calle. Con el precedente de la manifestación del pasado junio, que reunió a 50.000 personas según cifras de Delegación de Gobierno, los populares vuelven a convocar hoy bajo el lema ‘Efectivamente: ¿mafia o democracia?’ y reunirán a la plana mayor del partido en el Templo de Debod. Feijóo liderará el acto político, en el que también intervendrán la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, y el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida. Pero, además, el PP prevé contar con el grueso de sus 11 presidentes autonómicos, como ya ocurrió en la cita de hace seis meses. No estará Juanma Moreno por un proceso gripal, pero sí, por ejemplo, la presidenta extremeña, María Guardiola, que en tres semanas afrontará la primera convocatoria electoral del nuevo ciclo. También está previsto que acudan al llamamiento de Feijóo los ex presidentes del Gobierno Mariano Rajoy y José María Aznar.
En cuanto al seguimiento ciudadano previsto, el PP ha rechazado poner el listón del éxito en una cifra. Los populares son conscientes de que las condiciones meteorológicas pueden jugar en su contra -el 8 de junio había en Madrid 28 grados a la sombra al mediodía, mientras que mañana serán 7 y con cierto riesgo de lluvia-, pero aun así se reafirman en su apuesta por convocar a la calle pues, consideran, es su «obligación»: «Los partidos somos instrumentos al servicio de los ciudadanos y canalizamos el sentir de los ciudadanos», resumió el viernes la portavoz del partido en el Congreso, Ester Muñoz.
La manifestación organizada por el PP tendrá lugar a 600 metros de la sede del PSOE en la calle Ferraz, que una hora más tarde será testigo de una segunda concentración, esta vez a sus puertas y que han movido distintas organizaciones en redes sociales. Entre ellas, Revuelta, la asociación juvenil vinculada a Vox. Los dirigentes del partido de Santiago Abascal no secundarán la movilización convocada por el PP, aunque tampoco se han hecho eco de la otra protesta. Hace dos años, cuando los populares llamaron a las calles contra la amnistía, Vox sí secundó aquella cita en la Puerta del Sol que terminó congregando a 80.000 personas -fue la más numerosa-. Pero ahora, en la séptima movilización organizada por el PP en lo que va de legislatura -la segunda contra la «corrupción»-, las derechas mantienen sus diferencias y no posarán juntas en la calle.
