Publicado: mayo 30, 2025, 6:07 am
Feijóo se echa a la calle. Liderará una manifestación el día 8 de junio contra la «degradación» de un Gobierno al que ya califica de «mafia». El presidente del PP quiere trazar con este acto la bisectriz de una legislatura que comenzó hace dos años y que a su juicio ya agoniza entre escándalos y «cloacas». Sólo habrá una manifestación más, por ahora. Una, pero lo más multitudinaria posible. Sin medias tintas: puerta grande o enfermería. La protesta medirá el descontento con Pedro Sánchez, el nivel de movilización del PP antes de su congreso y, también, la capacidad de los populares para traspasar las fronteras del voto y aglutinar también a los socialistas descontentos con el presidente del Gobierno.
El detonante de que Feijóo haya dado el paso de salir a la calle es «la gravedad de los hechos conocidos en los últimos días y especialmente en las últimas horas que ha generado una gran frustración» en la sociedad. Así lo dijo ayer el presidente del PP en una declaración ante los medios. Se refería a las revelaciones sobre la militante del PSOE que maniobraba para desacreditar a la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardias Civil, y para intentar neutralizar las investigaciones en curso contra los socialistas.
Para Feijóo, esto, sumado a la imputación del fiscal general y del hermano y la mujer de Sánchez, constata un envilecimiento sin igual en la órbita de La Moncloa. Su apuesta, un mes antes del congreso del PP, es fuerte. Quiere hacer de esta manifestación un órdago social al presidente. «El 8-J es el inicio del fin del sanchismo», aseguran en su equipo. «La degradación actual no tiene precedentes», prosiguen, «y el sentimiento de malestar que hay en España es generalizado».
El plan del PP es aglutinar a buena parte de los socialistas descontentos. «Feijóo va a activar en las calles un sentimiento apartidista de malestar y va a representar al PP, a parte del PSOE y a todo Vox», inciden en Génova, en una apelación muy clara a los socialdemócratas moderados. O sea, a quienes están en la linea del castellano manchego Emiliano Garcia-Page -muy crítico con los últimos escándalos- y el aragonés Javier Lambán, que directamente pidió ayer un adelanto electoral. «La foto de la indignación contra el Gobierno la va a protagonizar Feijóo», y eso creen que va a calar. «Cuento con todos vosotros para que sea el éxito que nuestro partido se merece y nuestro país necesita», añadió. «Hay que decir basta», porque «esto va de democracia o mafia», dijo el dirigente gallego.
La protesta se celebrará a las 11 horas en la Plaza de España de Madrid, donde el PP ya se manifestó en enero de 2024. De hecho, la del mes que viene será la sexta concentración callejera impulsada por el PP en esta legislatura. La primera fue previa incluso a la investidura de Sánchez, el 24 de septiembre de 2023. La segunda fue justo después, el 12 de noviembre. Y la tercera, el 3 de diciembre, también contra la amnistía. Y en 2024 hubo dos: la ya citada y la última hasta ahora, hace 12 meses: el 26 de mayo en la Puerta de Alcalá.
Pero ésta será distinta, a ojos de la dirección del PP: «Ésta es la primera manifestación después del caso Errejón, después del caso Ábalos, después del caso Jésica, después de las presiones a Aldama para que no saque nada, después de los whatsapps de Sánchez, después de la fontanera Leire… Hay muchas capas de casos que los socialistas no niegan, sino que quieren tapar», explican en Génova.
Para el líder del PP, su partido debe «acompañar y canalizar como primer partido de España que somos» esa rabia de la sociedad ante «la situación inaceptable» que hay en España por la «inmoralidad de este presidente», que es «incompatible con la decencia democrática». Sobre todo, un mes antes de su congreso: «Queremos tener al partido como una moto a mitad del mandato, justo antes de que se cumplan dos años del 23-J», inciden las fuentes consultadas. «Tanta degradación no puede abordarse como si fuese normal», insistió el presidente.
«A la espera de las urnas, llenemos las calles», dijo Feijóo, que después llamó a los socios del Gobierno a apoyar al PP en una moción de censura contra Pedro Sánchez si quieren acabar con la actual situación política, consciente de que el PP no tiene, por sí mismo, los votos suficientes: «La moción de censura para sacar a Sánchez de la Moncloa no depende de mi voluntad. Yo la tengo toda, sino de quien le ha dado soporte parlamentario», reconoció, para añadir que si quieren «acabar con esto, el PP está a disposición» y si no lo hacen serán «cómplices de esta degradación» y los ciudadanos «no lo olvidarán». Fuentes de su equipo confirman que se trata de una estrategia de presión, pero en realidad no tienen opciones.
Su prioridad es que la manifestación triunfe y a ella se sumen los electores de toda la derecha. Pero Vox no acudirá. El secretario general de la formación, Ignacio Garriga, lo dejó claro ayer: «No cuenten con nosotros para celebrar un acto de partido disfrazado de manifestación».
Garriga coincidió con Feijóo en el diagnóstico de la situación que atraviesan Pedro Sánchez y su entorno: «El PSOE es la banda más corrupta y que el Gobierno ha superado cualquier límite». A su juicio, lo que está sucediendo es «una puñetera vergüenza», y considera «una auténtica basura» que los españoles «estén soportando a una banda mafiosa». Sin embargo, Vox no cree que la solución pase por salir a las calles con el PP.
