Publicado: octubre 23, 2025, 2:07 am
La guerra fría de Vox y el PP, con los presupuestos autonómicos como telón de fondo, se recrudece. El partido de Santiago Abascal ha redoblado sus exigencias para aprobar las cuentas en Extremadura y ha roto las conversaciones con los populares en Aragón, de manera que suenan tambores preelectorales en ambas autonomías. Aún no está todo dicho, pero el choque es total y tiene el aval de Bambú, la sede nacional de Vox, desde donde trasladan que ellos tampoco negociarán nada con Génova, sede el PP.
«Es prácticamente imposible» sacar los presupuestos extremeños y aragoneses, asegura uno de los negociadores populares. «No, es imposible», sentencia otro. «Vox ha decidido ir a elecciones en Extremadura y chocar con el PP», añade la misma fuente. Y en Aragón, los populares apuntan que «es un error de Vox» romper las negociaciones en una comunidad en la que «se han batido todos los récords de inversión» extranjera, en la que se va a levantar «un nuevo hospital», en la que se hace «más política de vivienda que en ninguna otra» y en la que va a haber un «mínimo» del 8% de incremento de gasto sanitario.
Y concluyen que lo que ocurre es que «Vox quiere el superdomingo». Es decir, forzar urnas anticipadas en Extremadura y Aragón en marzo, junto a las de Castilla y León. La fecha más posible es el 15 de marzo.
La presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola, responderá este jueves, en la Asamblea de Extremadura, a las preguntas de Vox y el PSOE sobre la negociación de los presupuestos y sobre la posibilidad de un adelanto electoral. La formación de ultraderecha planteará a la presidenta extremeña si descarta pactar los presupuestos con los socialistas. Y el PSOE preguntará si da por terminada la legislatura.
Hay que recordar que Vox ha anunciado 200 medidas para aprobar el Presupuesto si hay «un cambio global». Ángel Pelayo Gordillo dijo que el Gobierno de Guardiola está «estancado en políticas de izquierda».
Entretanto, Vox mantiene la presión sobre el Partido Popular en Aragón y rechaza sentarse a negociar con Jorge Azcón los presupuestos del próximo año. Una decisión que, según explicó el líder del partido a nivel autonómico, Alejandro Nolasco, tomaron tras la «puñalada trapera» que les supuso «el órdago oportunista y mezquino» que, a su juicio, les lanzó el presidente aragonés al pedir el cese del asesor Marcos Franco y por publicar en sus redes sociales varios mensajes relacionados con el nazismo y el falangismo.
En el gobierno aragonés no dan crédito con el enconamiento de la postura de Alejandro Nolasco, líder regional de Vox. «Se han calentado: la conclusión es que Vox bloquea los presupuestos por un berrinche», explican en el equipo del presidente. «Azcón sabía que íbamos a prescindir de esta persona y decidió adelantarse para hacer ver que habíamos obedecido sus órdenes», excusó Nolasco. «Es un acto de una gravedad extraordinaria, que representa un acoso nunca antes visto en política y demuestra su chulería. Aprovechó un problema privado para hacer sangre y eso es algo impropio de un presidente autonómico», expresó Nolasco en rueda de prensa.
En este contexto la decisión tomada por Vox parece inamovible y se extiende también a Madrid, como él mismo dijo, donde Azcón podrá ser recibido pero se topará con el mismo rechazo a entablar una negociación. Sin embargo, esto no significa que el partido no pueda apoyar los presupuestos cuando el Gobierno de Aragón los presente ante las Cortes. Nolasco dejó en el aire esa posibilidad, que se podría llegar a producir en caso de que el proyecto presentado encaje con sus pretensiones.
Pero en el PP contestan que Vox hace peticiones inasumibles que el PP «no puede ceder». Pese a todo, la tesis que manejan en Vox es que «Azcón nunca ha tenido intención de presentar los presupuestos» porque «no se ha puesto en contacto con nosotros en todo este tiempo».
Así, Nolasco indicó que «es muy probable» que el últimatum lanzado por el presidente de Aragón fuese «un intento de provocar la convocatoria de elecciones anticipadas o de dejar a Vox fuera de la negociación» porque «Feijóo y Bendodo no le dejan llegar a acuerdos con nosotros».