Publicado: noviembre 30, 2025, 12:07 am
A falta de tres domingos para las elecciones en Extremadura, María Guardiola obtiene una distancia sideral de casi diez puntos frente a Miguel Ángel Gallardo, el candidato socialista en Extremadura que acudirá a las urnas procesado por el caso del hermanísimo. La enorme distancia que separa a los dos grandes partidos (del 42,4% de estimación de voto para la actual presidenta de la Junta de Extremadura al 32,5% para el ex presidente de la Diputación de Badajoz) se antoja completamente insalvable, pero no le sirve a Guardiola para conseguir la mayoría absoluta por el ascenso ahora mismo imparable de Vox, que vuelve a ser la llave de la gobernabilidad -y aún con más fuerza-, pasando de los cinco diputados actuales a los ocho o nueve que pronostica El Panel de Sigma Dos para EL MUNDO.
El deterioro en la reputación del polémico candidato socialista, cuestionado desde sus propias filas, unido al estallido de los últimos casos de corrupción del Gobierno de Pedro Sánchez, más la polémica votación a favor del cierre de la central nuclear cacereña de Almaraz de los diputados socialistas extremeños en el Congreso hace dos semanas, provocan la mayor diferencia histórica en favor del PP con respecto al PSOE en Extremadura. En esta comunidad, el PSOE ha gobernado sistemáticamente (36 años en total), salvo en una legislatura, la del 2011 al 2015, en que lo hizo José Antonio Monago (con el apoyo de IU), y estos dos últimos años y medio de María Guardiola (2023 a 2025), que no ganó en número de votos, aunque empató en escaños (28). Sin embargo, la tendencia ha cambiado. La suma del centroderecha -PP más Vox- otorga a este bloque el 55,4% de los votos, un apoyo impensable hasta no hace demasiado tiempo. Por el contrario, la suma de la izquierda se queda en el 40,4%, a 15 puntos de distancia, lo que evidencia un cambio sociopolítico de parecidas características al experimentado en Andalucía en los últimos años.
La pregunta es si este descalabro del PSOE es culpa exclusivamente de Miguel Ángel Gallardo, que sumó su procesamiento judicial a un aforamiento exprés resuelto como «ilegal» por los tribunales de Justicia el pasado mes de mayo. A todo ello se le une la pérdida de identidad y voz propia del PSOE de Extremadura, una federación históricamente reivindicativa con Ferraz y Moncloa, sobre todo en la época de Juan Carlos Rodríguez Ibarra, y también durante años, salvo los últimos, de Guillermo Fernández Vara. Ese PSOE extremeño combativo y rebelde, por ejemplo, contra los privilegios políticos y económicos en favor de los gobiernos independentistas, ya no existe. Gallardo, que se ha acoplado ya sin tapujos al discurso nacional de Ferraz (cuando fue crítico con Vara por esta postura seguidista), ha unido su destino a los hermanos Sánchez Pérez-Castejón. A Pedro y a David.
El problema es que la caída libre de Gallardo en intención de voto (hasta el CIS de Tezanos lo proclama) no termina de tocar fondo y la campaña parece que se le va a hacer larguísima. El boquete sigue creciendo a medida que se acerca el 21 de diciembre, según El Panel de Sigma Dos para EL MUNDO, que registra la ligera subida de la candidata del PP en el último mes (del 41,7% al 42,4%), pero que sobre todo subraya el desplome de más de tres puntos en este mismo periodo (del 35,6% al 32,5%) del candidato socialista.
María Guardiola, presidenta de la Junta y candidata a la reelección por el PP, e un acto en Lobón (Badajoz).
Sin embargo, el crecimiento de Guardiola no le sirve para su gran objetivo, el de gobernar en solitario. Con 29 o 30 escaños, quedaría lejos de los 33 de la mayoría absoluta debido a la fortaleza actual de Vox, que es el partido que más crece: 2,6 puntos más en esta última oleada. Las desavenencias son absolutas entre ambas formaciones y las previsibles negociaciones después del 21-D parece que serán todavía más complicadas que en el verano de 2023.
El PSOE pierde votantes a derecha e izquierda y sólo retiene al 60%
La formación de Abascal se sitúa ya en el 13% de los votos (no tanto como en el CIS, que doblaba su intención de voto de hace dos años), pero con un ascenso significativo en el último mes del 2,6% y aún quedan tres semanas… Y con Abascal casi día sí y día también visitando Extremadura.
Lejos de dar la batalla por la derecha, en precampaña Guardiola ha profundizado aún más su tono moderado y centrista («unos me llaman facha y otros roja») no sólo en sus discursos sino, por ejemplo, en la confección de su lista electoral, con fichajes fuera del PP, transversales, incluida una alcaldesa, Nélida Martín (de la localidad de Serrejón, junto a Almaraz), que fue alto cargo socialista (ex secretaria de Igualdad con Fernández Vara). El objetivo: atraer a los desencantados socialistas.
La táctica está dando sus frutos, ya que el PSOE pierde casi a cuatro de cada 10 votantes. Tiene la fidelidad más baja (60,6%) y presenta fugas a diestra y siniestra. Un 7,7% de sus electores se irían ahora al PP, y en la misma proporción a Unidas por Extremadura. El resultado, restando los que hacen el camino en sentido contrario, son casi 17.000 ex votantes socialistas para el PP y más de 13.000 para Unidas.
El 65% de los socialistas censura a Gallardo como candidato
Además, como ya detectó El Panel de este mes a nivel nacional, cada vez son más los que viran del PSOE a Vox. En Extremadura representan el 2,6%, unos 6.350 votantes, casi el triple que hace sólo un mes.
Los socialistas tendrán que movilizar también al 14,5% de sus electores -el mayor porcentaje de todos los partidos- que aún está indeciso.
Del desplome de Gallardo, que situaría al PSOE en una ridícula horquilla entre 21 y 23 escaños, se aprovecha Unidas por Extremadura, que subiría a cinco diputados (tiene cuatro) y alcanza, y en subida, su mejor porcentaje hasta la fecha, con un 7,9%.
En cuanto a la distribución de escaños por provincias, el PP gana ampliamente en ambas. En la de Badajoz, más propicia en la mayoría de las citas electorales para los socialistas, Guardiola conseguiría 16 diputados por 12-13 el PSOE, cuatro o cinco serían de Vox y tres para Unidas por Extremadura, que araña un escaño en un mes. En la de Cáceres, los populares vencen con 13-14 escaños, por 9-10 del PSOE, cuatro son Vox y dos de Unidas por Extremadura.
Vox se dispara al 13% de los electores y tendría hasta 9 diputados
En el pasado sondeo de Sigma Dos, María Guardiola era la única cabeza de cartel que aprobaba, una situación que se repite en esta ocasión, aunque mejorando su valoración en 0,3 puntos, para establecerse ahora en el 5,4. El resto suspende. Es Irene de Miguel, de Unidas por Extremadura, con un 3,8 (mejora cuatro décimas) la que queda segunda por encima de Óscar Fernández, el candidato de Vox (3,1), y el farolillo rojo es para Gallardo, que pasa de un 3,5 en mayo, a bajar al 3,2 en octubre y precipitarse al 2,9 en noviembre.
El 70% de los encuestados cree que las elecciones las va a ganar María Guardiola. Incluso el 58,3% de los votantes socialistas ven a la líder del PP vencedora.
La derecha suma el 55% de los votos en el antaño bastión socialista
Otro dato que da cuenta del estado de ánimo en las filas socialistas es que son una abultada mayoría (65,1%) los que opinan que Gallardo tendría que haber dado un paso atrás retirando su candidatura. Sólo el 22,6% respalda su continuidad.
Finalmente, los principales problemas para los extremeños siguen siendo la vivienda (15,5%), seguido de la sanidad (13,1%) y el desempleo (12,9%). Por ahí irán los discursos en las próximas tres semanas, o deberían…
El líder de los socialistas extremeños, Miguel Ángel Gallardo, en Mérida.Efe
El futuro de Almaraz, cuestión política para la mayoría de extremeños
El cierre programado de la central nuclear de Almaraz, que comenzará en 2027 y repercutirá en 4.000 empleos en el norte de Extremadura, es uno de los grandes temas de la campaña electoral. Y más tras no apoyar los diputados extremeños del PSOE una reciente votación en el Congreso de los Diputados donde se instaba al Gobierno a mantener su operatividad.
Después, Pedro Sánchez estuvo de mitin de precampaña en Mérida pero eludió pronunciarse sobre un asunto capital que representa más del 5% del PIB extremeño y el 7% del total de la demanda de energía eléctrica nacional. En la encuesta que publica hoy EL MUNDO se pregunta de forma directa: «¿Cree usted que las decisiones sobre la continuidad o no de la central nuclear se están basando en criterios técnicos o políticos?». La respuesta no deja lugar a dudas: el 84,9% cree que la prolongación de la vida útil de la central se basará en criterios estrictamente políticos.
Así lo consideran encuestados de todas las ideologías, incluido el 80,3% de los votantes socialistas, el 76,2% de Podemos, el 89,7% del PP y el 92,4% de Vox.
Ficha técnica
Población de referencia y ámbito geográfico: Personas de 18 y más años residentes en Extremadura con derecho a voto, con muestra en ambas circunscripciones.
Técnica de recogida de información: A través del Panel Sigma Dos by Trust Survey. Metodología mixta telefónica (CATI) / on line (CAWI) / RRSS.
Tamaño muestral: 1.091 entrevistas.
Selección de las unidades muestrales: En la entrevista telefónica mediante selección aleatoria de hogar y aplicación de cuotas de sexo y edad en la selección de la unidad última. En el caso del panel se ha aplicado asignación proporcional por sexo y grupo de edad. La distribución de la muestra ha sido proporcional por provincia.
Margen de error: El error de muestreo absoluto se puede acotar por ±3,3% para un nivel de confianza del 95.5%, y en el supuesto de variables con dos categorías igualmente distribuidas.
Fecha del Trabajo de Campo: del 21 a 27 de noviembre de 2025
Realización: Sigma Dos S.L. Calle Velázquez 50, 6º Planta.
Dirección técnica: José Luis Rojo Gil / Ignacio Javier Clemente Sierro.


