Publicado: noviembre 22, 2025, 7:07 pm

Yolanda Díaz ha lanzado su plan para reinventar lo que hoy es Sumar. La vicepresidenta segunda y líder del espacio plantea a las distintas formaciones de la izquierda alternativa de España articular un «sujeto común» que consagre su unidad para las elecciones y que permita que esta alianza tenga una «vocación de permanencia y estabilidad». La propuesta es que exista «un solo sujeto político compartido» en las elecciones generales, autonómicas, municipales y europeas y que se presente a todas esas citas en bloque.
Es decir, Díaz quiere que el espacio político de la izquierda alternativa al PSOE deje de tener que estar reinventándose cada vez que en el horizonte aparezcan unas nuevas elecciones. Y que, por ello, los partidos implicados tengan que abordar unas negociaciones con alta dosis de tensión. Que es lo que en realidad ha ido pasando desde 2015 con Podemos y sus confluencias y, sobre todo, desde 2016 cuando los de Pablo Iglesias se aliaron con IU. Aunque para batalla la que se libró para la propia confección de Sumar en un agónico proceso en 2023, cuyas consecuencias fueron meses después la ruptura con Podemos y la fractura del espacio en dos partes que parecen irreconciliables. Lo que genera hoy una gran incertidumbre por las repercusiones que esto tendrá durante este nuevo ciclo electoral si estas dos partes, Sumar y Podemos, dirimen su enfrentamiento con dos candidaturas separadas. Como todo hace presagiar si no hay un giro radical por parte de los morados.
En medio de los posicionamientos políticos que están haciendo en estos meses las distintas fuerzas que componen Sumar para encarar ese futuro electoral, Yolanda Díaz ha aprovechado la Conferencia Política de su partido, celebrada este sábado en Madrid, para mover ficha y marcar cuáles para ella deben ser las líneas maestras del enésimo intento por reconstruir la izquierda. Y precisamente en la expresión de enésimo intento está la primera de las soluciones que plantea Díaz: «articular» lo que llama «un sujeto común de la izquierda plurinacional» y que éste se consolide y dure en el tiempo. Además de llevarlo a las autonomías y los municipios en un «despliegue territorial».
Así viene recogido en las resoluciones al respecto aprobadas este sábado en la Conferencia Política de Movimiento Sumar y que se presentarán como la propuesta de Yolanda Díaz para negociar con los socios que componen Sumar, esto es principalmente IU, Comunes, Más Madrid, Compromís, Chunta, Més per Mallorca o Los Verdes (antes Verdes Equo). También es la oferta a quienes hoy están fuera, como Podemos, y a quienes quieran unirse.
Díaz, que intentó sin éxito esto mismo un año antes impulsando su partido, Movimiento Sumar, como una organización paraguas donde tener a todos sus socios bajo su liderazgo, propone en esta ocasión un enfoque muy diferente y mucho más coral, porque fija la Mesa de Partidos, donde están representadas todas las fuerzas políticas de la coalición Sumar, como el órgano de «decisión y coordinación». De modo que, a diferencia del proyecto anterior, Movimiento Sumar no mandaría, sino que se colocaría como una fuerza más en la toma de decisiones. En un nuevo plano de igualdad con las demás.
La resolución plantea «mantener y reforzar» esta Mesa de Partidos «como primera fase de un espacio confederal de decisión y coordinación» y dotarla para este comienzo «de un mandato para construir espacios de reflexión y acción conjunta a todos los niveles y elaborar una propuesta de candidatura común con el objetivo de ganar poder institucional y revalidar el gobierno en 2027».
Sería el arranque para instalar una «cultura común» y dejar de trabajar cada uno por su lado. Y es que, Díaz quiere «consolidar un trabajo cotidiano basado en la confianza, la coordinación y la acción compartida, que prepare el terreno para una futura fase constituyente, impulsando campañas, conferencias políticas, encuentros territoriales y foros abiertos que permitan la implicación directa de la militancia y de las personas simpatizantes del conjunto de las organizaciones».
Este camino desemboca en el objetivo prioritario: la unidad electoral. Y no sólo para las generales. También para todos los niveles: autonómicas, municipales y europeas. La propuesta es «asegurar que en cada lugar y nivel institucional exista un solo sujeto político compartido, evitando competencia electoral y garantizando tanto la representación conjunta del espacio como la cooperación con los procesos territoriales más asentados y con más hegemonía en su territorio».
Es decir, que se quiere dejar de competir en autonomías y municipios, como pasó por ejemplo en la Comunidad de Madrid o la Comunidad Valenciana en 2023, por poner unos ejemplos. En la formulación del texto se muestra el respeto por los proyectos más consolidados como sucede en estos dos casos con Más Madrid o Compromís. Está por ver la reacción de estas fuerzas a esa oferta para que abran sus listas y espacios a los demás.
Si bien la unidad es el objetivo fundamental para maximizar los votos y ganar cuotas de poder institucional. El segundo gran eje es conseguir que las alianzas duren y que sean lo suficientemente robustas como para llegar para quedarse. Es por eso que la resolución central sobre este tema invoca la «permanencia» y la «estabilidad» como principio fundacional. «Dedicar todos los esfuerzos a construir acuerdos sólidos que garanticen la permanencia y la construcción en el tiempo de espacio común organizado».
La resolución no entra en uno de los temas más controvertidos: cómo se reparte el poder o cómo se hacen las candidaturas. Sería algo a discutir en la Mesa de Partidos. Hay actores políticos como IU que exigen primarias conjuntas para elegir al cabeza de lista. En la resolución no hay nada al respecto sobre esto. Ni para plantearlo ni para rechazarlo.
En otro de los documentos aprobados este sábado por la militancia de Movimiento Sumar están las prioridades que tendría ese «sujeto común», que IU prefiere llamar «frente amplio». Para Movimiento Sumar se tiene que dotar de una misma lógica de funcionamiento para tener una acción política lógica y coordinada.
Sobre esto, se plantea dinamizar procesos y la coordinación para nutrir ese proyecto de propuestas innovadoras. Asimismo, se enfatiza la relevancia del «despliegue territorial» para poder construir candidaturas en los municipios, «con especial atención a las capitales de provincia».
En esta colaboración multipartita, se apuesta por crear grupos de trabajo sectoriales y por temas para generar iniciativas, materiales, acciones institucionales.
Movimiento Sumar pide, con todo ello, «contribuir al desarrollo de una nueva generación de líderes y cuadros políticos, dando visibilidad a perfiles internos y reforzando las redes relacionales con actores externos». En este sentido, plantea lo siguiente: «vamos a feminizar, rejuvenecer y racializar los liderazgos de la izquierda plurinacional».
Nuevos derechos: renta de 550 euros para los jóvenes
Además del plano electoral, la Conferencia Política de Movimiento Sumar ha dado de sí en la configuración de lo que quiere ser el programa político y las banderas del proyecto de las izquierdas.
Hay varias propuestas nuevas y de impacto que generarían nuevos derechos sociales. Uno de los más destacados es la creación de una Renta Básica Juvenil que daría 550 euros al mes a todos los jóvenes durante tres años. De los 18 años a los 21. Se considera un «punto de partida» para una futura «renta básica de ciudadanía» para replicar el modelo en toda la sociedad.
Asimismo, se defiende una Prestación Universal por Crianza que Sumar viene cuantificando en unos 200 euros al mes por hijo a cargo. Sería a todas las familias independientemente de la renta. Quedaría por definir el rango de edad y la cantidad exacta, que no aparecen en la resolución aprobada este sábado.
Sí se especifica claramente la apuesta por que el transporte público sea gratuito para «todos los jóvenes» o rebajar la edad de voto a los 16 años, como también está proponiendo el Ministerio de Juventud e Infancia.
La resolución sitúa en primer plano el derecho a la vivienda, la lucha contra la especulación y la bajada de los alquileres.
En cuanto a las políticas laborales, propone reducir la jornada laboral a 32 horas.
