Publicado: julio 26, 2025, 4:07 am

Habían pasado más de dos décadas desde la última visita oficial a China de un presidente de la Generalitat de Cataluña. Salvador Illa está inmerso en una intensa gira por el gigante asiático que ya ha dado sus frutos nada más poner un pie en Pekín: el viernes anunció que Cataluña tendría su primera delegación institucional en este país, la segunda potencia mundial.
Un tanto que se apuntó nada más arrancar el viaje y recibir la bendición de peces gordos del gobernante Partido Comunista Chino (PCCh) que conocían bien, sobre todo uno de ellos, a un veterano socialista español, el ex presidente José Luis Rodríguez Zapatero.
Fue el también socialista Pasqual Maragall el último líder catalán que viajó a China en 2004 gracias a un empujón precisamente de Zapatero, que entonces estaba estrechando los lazos con Pekín tras ser el primero en Europa en apoyar el fin de un embargo de 15 años a la exportación de armas a China, vigente desde la masacre de Tiananmen en 1989.
El impulso de Rodríguez Zapatero, que sigue manteniendo un idilio con el régimen de Xi Jinping, ejerciendo en sus múltiples viajes al país asiático como una especie de embajador de facto de España en China, también ha sido importante para que Pekín haya abierto sus puertas a Illa, algo que nunca hubiera pasado si al mando de la Generalitat estuviera un partido independentista.
Los funcionarios chinos no olvidan el apoyo que hubo desde dentro del procés catalán a las protestas pro democracia de Hong Kong. Sobre todo la manifestación del movimiento independentista que se celebró en 2019 frente al consulado chino de Barcelona en solidaridad con la antigua colonia británica.
Illa ya tuvo sus primeros contactos con las altas esferas del PCCh cuando recibió en noviembre del año pasado en el Palacio de Pedralbes a la tercera autoridad del país asiático, Zhao Leji, presidente de la Asamblea Popular Nacional de China (APN), lo equivalente al director de orquesta del máximo órgano legislativo. En cambio, ese encuentro con Zhao no ha sido correspondido.
El viernes, el presidente de la Generalitat fue recibido en Pekín por reconocidos altos cargos del PCCh, pero de menor rango que Zhao. Primero, acompañado por la embajadora de España en Pekín, Marta Betanzos, cruzó las puertas del Gran Salón del Pueblo, el hemiciclo de Tiananmen, para mantener una reunión con Wu Weihua, un reputado científico que actualmente es el vicepresidente del Comité Permanente de la APN, un órgano menor que supervisa las tareas políticas diarias.
Más tarde, Illa estuvo con el mandamás de Pekín, Yin Li, un médico de carrera que es el jefe del PCCh en la capital china, un puesto con más peso que el de un alcalde. Además, forma parte del exclusivo club de 24 miembros que integran el poderoso Politburó, el órgano clave del partido en la toma de decisiones. En algunos círculos diplomáticos españoles recuerdan que Yin mantiene un contacto estrecho con Zapatero.
El año pasado, el ex presidente español acompañó al dirigente chino en un viaje a Madrid, donde fue a Ferraz para reunirse con la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y también con el entonces secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán. Un par de meses después, fue Yin quien hizo de anfitrión a Zapatero en otro encuentro que mantuvieron en Pekín al margen de un foro académico donde había sido invitado el socialista.
Al igual que Zapatero ha tratado de hacer de puente entre Pekín y el Gobierno de Sánchez y vender a España como un destino óptimo para las inversiones chinas, el plan de Illa es atraer a Cataluña a más empresas del país asiático y que más firmas catalanas puedan asentarse en el mercado chino. Después de cerrar esta semana el curso político en el Parlament, Illa avanza además hacia su propósito de reforzar la política exterior catalana con un largo paseo por tierras chinas después de haber estado en mayo en Japón y Corea del Sur.
El viaje a China transcurre pocas semanas después de una bronca discusión en el Parlament por una polémica conectada con el país asiático. El líder del PP en Cataluña, Alejandro Fernández, señaló a Illa por una conservación interceptada entre Santos Cerdán y Koldo García en la que aseguraban que el president hablaba mucho con un personaje identificado como «Chili», quien estaría detrás de una trama que vendió al principio de la pandemia mascarillas defectuosas al Ministerio de Sanidad por valor de 361 millones de euros. Fernández, citando una información publicada en The Objetive, dijo que «Chili» es en realidad Xiaojuan Li, una empresaria china que supuestamente estaría en búsqueda y captura en su país. Illa ha negado conocer a esa mujer.
Tras la vuelta por Pekín (estará hasta el martes), Illa visitará las ciudades de Wuhu, Hefei y Shanghai para mantener encuentros con directivos de empresas destacadas como el fabricante chino de automóviles Chery, que anunció en abril del 2024 un acuerdo con la empresa EV Motors para fabricar coches en la antigua planta de Nissan en la Zona Franca. También mantendrá reuniones con representantes del gigante de las telecomunicaciones Huawei, en medio de la polémica por los contratos firmados del Ministerio del Interior y la empresa china.