Publicado: mayo 29, 2025, 2:07 pm
Hay un talón de Aquiles que suele perseguir a Pedro Sánchez desde que accedió a La Moncloa. Las polémicas y asuntos nacionales opacan su desempeño internacional. Si a Mariano Rajoy le perseguía por el mundo el procés, a Sánchez lo acompañan, desde hace meses, las investigaciones judiciales, las tramas corruptas y desempeños éticamente cuestionables en su órbita. El presidente del Gobierno recibía hoy al primer ministro de Eslovenia, en el aniversario del reconocimiento de Palestina por los dos países. Asunto ensombrecido por las informaciones que sitúan a una militante del PSOE tratando de obtener información para usarla contra la UCO.
En el PSOE y el Gobierno llevan una semana con pies de plomo en este asunto. Si con José Luis Ábalos y el caso Koldo actuaron pisando el acelerador, en el caso Leire están midiendo más. El partido se vio abocado a abrir un expediente informativo a Leire Díez ante las críticas internas. Sánchez no se ha pronunciado sobre este asunto, aunque hay audios de personas implicadas en las reuniones para obtener esa información que lo mencionan. La Moncloa decidió que la comparecencia con el primer ministro esloveno fuera declaración institucional y no comparecencia con preguntas -en casos precedentes sí ha habido preguntas-. En Bruselas, el miércoles, tras su reunión con Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, tampoco atendió a los medios -otros líderes sí lo han hecho-.
Una explicación que ofrecen a que no haya preguntas, o que la última comparecencia con preguntas de Sánchez fuera el 29 de abril, el día después del gran apagón, es porque no quieren alimentar este asunto y apuestan por la filosofía de «ignorar las cosas que no tienen fundamento». En su descargo tratan de equipararse con Alberto Núñez Feijóo, que en su comparecencia donde ha anunciado una manifestación para el día 8 tampoco ha aceptado preguntas.
En el Gobierno, cuando se les pregunta por este asunto, niegan que haya una trama corrupta para desprestigiar o terminar con la UCO y echan balones fuera sobre el hecho de que uno de los asistentes a una reunión en la que se pedía información sobre esta unidad de la Guardia Civil a un investigado judicial pusiera sobre la mesa el nombre de Pedro Sánchez. La interpretación que hacen fuentes gubernamentales es que en ese audio no se señala al presidente del Gobierno, sino que sería Santos Cerdán el que habla con Leire Díez, la presunta fontanera del PSOE que buscaba trapos sucios para ir contra la UCO.
«Es una señora diciendo locuras»
Dentro de La Moncloa se quiere trasladar la idea de tranquilidad, de que el día a día sigue y la rutina se mantiene. Sobre Díez, insisten en el mensaje de estos días: es una señora que no habla en nombre de ellos, que no es una mandada suya, diciendo cosas para las que no está autorizada. «Es una señora diciendo locuras en una reunión». En su argumentación añaden que nada de lo que en esas reuniones se habla terminó sucediendo.
Lo que sí asume el Gobierno es que, con estas informaciones, está perdiendo el debate público, el relato. Su apuesta por la tranquilidad o dar pasos medidos hace que la oposición tome la delantera, al igual que las distintas informaciones periodísticas. «Es preocupante», admiten. «Se ha conseguido generar la sensación de lo que no es. Es todo un teatro». Su defensa es que si entran en el cuerpo a cuerpo, bajan al barro, lo que harían sería dar credibilidad a todo lo que se está contando y diciendo y en el Ejecutivo insisten en que no es así. «¿Pero qué causa de corrupción del Gobierno contra la UCO hay? ¿Dónde están las pruebas? ¿Dónde hay un audio que diga algo de eso? No hay nada, no es verdad», se preguntan en el Ejecutivo.
En este sentido, el ministro para la Transformación Digital, Óscar López, ha señalado, a preguntas de los periodistas en Granada, que ninguna campaña «infame» y «mafiosa» contra el Gobierno va a tener éxito. «Es verdaderamente patético», ha dicho sintéticamente, para ahondar en el argumentario del Gobierno de tratar de aislar este asunto y trasladar normalidad exponiendo que el Gobierno se centrará en las pensiones y en los fondos europeos frente a «campañas y campañitas» que aparecen cada día «sin sentido».
«Todo se basa en una campaña de acoso y derribo permanente al Gobierno, con filtraciones a medias, con personajes raros, con tramas ya difíciles de seguir», ha resumido el ministro.