Publicado: junio 17, 2025, 4:07 pm
El Gobierno camina por arenas movedizas. No sabe qué terreno pisa. El informe de la UCO que sitúa a Santos Cerdán, ex lugarteniente de Pedro Sánchez en el PSOE, como «jefe» y «gestor» del presunto cobro de comisiones en una trama corrupto ha sido una dura bofetada de realidad. Con «dolor» e «indignación» en el Gobierno ya no se atreven a poner la mano en el fuego. Algunos la tienen abrasada. No descartan que puede haber más nombres vinculados al Gobierno o el partido inmersos en las prácticas corruptas que investiga la Guardia Civil.
«Si van a aparecer más nombres, no lo sé», es la confesión de Pilar Alegría, portavoz del Gobierno. En el Ejecutivo presumen de que ellos no conocieron el informe de la UCO sobre Cerdán hasta que se levantó el secreto del sumario y que no tienen conocimiento del curso de las investigaciones que haya en marcha. Les queda preparar el escudo y la reacción, porque hace semanas que el Ejecutivo va a remolque, reacción a investigaciones y no acción. «Ahora bien, sobre cualquier indicio sólido que haya se actuará con contundencia».
La pregunta que estos días cae a plomo a los miembros del Ejecutivo es si pueden asegurar que ninguno de ellos, ni el presidente del Gobierno va a aparecer en informaciones relacionadas con esta presunta trama corrupta. Se alejan del fuego. Fuentes gubernamentales explican que, una vez vivido el capítulo de Cerdán, no pueden estar seguros de lo que haya en investigaciones de las que no tienen conocimiento. Prometen colaboración con la Justica y actuar con «contundencia», pero siempre cuando tengan sobre la mesa hechos o informes.
Informes sobre Canarias y Baleares
Y es que, sin ir más lejos, Víctor de Aldama, el «nexo corruptor» del caso Koldo, señaló al ministro Ángel Víctor Torres. Y hay informes de la UCO sobre Canarias y Baleares de la UCO pendientes en la Audiencia Nacional sobre la compra de material sanitario en pandemia. Otro nombre que está en foco estos días es el de Francina Armengol, actual presidenta del Congreso, que cuando era la presidenta balear contrataron con la trama corrupta de las mascarillas.
Para Sánchez, el no tener conocimiento ni saber que había una presunta trama corrupta liderada por personas de su máxima confianza «habla de la salud democrática de nuestro país. Y demuestra que el poder ejecutivo no interfiere en investigaciones que dependen del poder judicial, como sí ocurrió en buena parte de la década pasada», en alusión a los gobiernos del PP.
Pero, por primera vez, el presidente del Gobierno se ha quejado este martes y se presenta como víctima de filtraciones de informes de la UCO. En el Ejecutivo y el PSOE se quejan de que tienen que responder y dar explicaciones de informaciones periodísticas de atestados que aún no han visto la luz y que suponen desgaste, y les impide tener la iniciativa política, que ni siquiera se han publicado. En el caso de Cerdán dicen que estuvieron semanas respondiendo sin saber de qué hablaban, concediendo munición política a la oposición. «Lo que sí es censurable es que se haya puesto el contenido de ese informe al servicio de un intento deliberado de la derecha para derribar a un gobierno legítimo».
«Cuando hay indicios se actúa con contundencia», es el mensaje que repiten estos días los socialistas, que ahora se agarra a que si bien es un informe «contundente» de la UCO, no hay un veredicto judicial ni hay condena alguna. Pero la premisa es actuar «cuando hay conocimiento», porque, insisten, ellos no manejan información privilegiada ni, en este caso, tiene indicios propios que les puedan llevar a actuar.
