La urgencia del Gobierno para perpetuar en el cargo al jefe de la Policía aprovechando la catástrofe de la DANA ha colocado a Fernando Grande-Marlaska en el epicentro de un huracán cronificado en el tiempo. La maniobra ha hecho emerger uno de los reproches más repetidos al ministro: las dos varas de medir que le atribuyen en la Policía y en la Guardia Civil. En sus años de cartera, el primer Cuerpo ha sido un paseo de caballos para él mientras qu
Hazte Premium desde 1€ el primer mes
Aprovecha esta oferta por tiempo limitado y accede a todo el contenido web
Si lo prefieres
<!–
–>
<!–
–>