Publicado: marzo 1, 2025, 5:07 am
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Con su declaración en el Tribunal Supremo, la que fuera pareja de José Luis Ábalos, Jéssica R., ratificó los indicios de delito que mantienen imputado al un día número tres del PSOE: proporcionó un piso de lujo a su ex y medió para conseguirle un empleo en dos empresas públicas. Pero, además, su testifical sitúa en el foco a dos ministros del actual gabinete de Gobierno, Óscar Puente y Luis Planas, responsables últimos de las dos compañías estatales que pagaron a Jéssica R. por un puesto de administrativa en el que nunca ejerció.
Así lo constató la testigo, que en repetidas ocasiones afirmó ante el juez que «no hizo nada» mientras estuvo contratada en Ineco y Tragsatec. La primera es una sociedad mercantil estatal dependiente del Ministerio de Transportes -dirigido por Ábalos cuando Jéssica R. obtuvo el empleo, ahora bajo el mando de Puente- y la segunda es una de las empresas del Grupo Tragsa, holding integrado en la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) y tutelado por el Ministerio de Agricultura, cartera que regenta Planas. Tendrán que ser estas entidades las que expliquen por qué contrataron y dotaron de un sueldo público a Jéssica R. durante dos años y medio pese a que ella nunca se desempeñó en esos puestos.
«Por encargo de Ábalos», según apuntó la testigo ante el juez, Ineco contrató a Jéssica R. en septiembre de 2019, cuando aún era pareja del ex ministro. Ella le había entregado su currículum al socialista y, posteriormente, por indicación de alguien -«me llamaron por teléfono»-, lo echó en una web. «A los días», desde Ineco la «llamaron para ir a hacer una entrevista» -«muy sencilla, para conocerme»- y fue contratada.
-¿Usted estuvo trabajando en Ineco sin incidencia?-, preguntó el juez.
-Yo fui a recoger un portátil que necesitaba para el trabajo, hice un curso de riesgos laborales y me dijeron que tenía que estar a la espera de que Joseba [el hermano de Koldo García, ex asesor de Ábalos] me dijese-, testificó Jéssica R.
-¿Era su jefe Joseba?
-Sí. Yo tenía que estar a la espera de que me necesitase.
-¿Llegó a necesitarla alguna vez?
-No.
La entrevista, el contrato y el portátil constatan que en Ineco eran conscientes de que Jéssica R. ocupó un puesto de trabajo en la empresa durante dos años -entre septiembre de 2019 y febrero de 2021- en el que no ejerció. Por ahora, nadie en la sociedad estatal ha anunciado que se vaya a iniciar una investigación para depurar responsabilidades.
Tampoco lo ha hecho Puente, a cuya cartera está adscrita esta entidad. En su comparecencia en la comisión Koldo del Senado el pasado noviembre, el ministro dijo haber pedido explicaciones a Ineco sobre esta contratación y apuntó que la empresa pública aseguró que se habían seguido «los procedimientos de contratación habituales». Según trasladó la sociedad estatal a Puente, se empleó a Jéssica R. por una «necesidad para atender la producción de un encargo», pero ella nunca llegó a trabajar. En octubre de 2024, en respuesta escrita a una pregunta formulada por Vox, el Gobierno aseguró que la ex pareja de Ábalos «asumió las funciones de personal administrativo [en Ineco] cumpliendo con los requisitos establecidos». Y añadieron entonces desde La Moncloa: «No está previsto actualmente la realización de una auditoría sobre los pagos realizados».
Puente, que fue quien encargó auditar los contratos de mascarillas efectuados cuando Ábalos dirigía su Ministerio -aunque luego desmontó las acusaciones vertidas por Víctor de Aldama sobre su predecesor-, no se ha pronunciado aún sobre los pasos que va a efectuar la empresa pública para estudiar lo sucedido. Al respecto solo se refirió ayer, en sus redes sociales, para desmentir una información que apuntaba que Sergio Vázquez, actual presidente de Ineco y ex jefe de gabinete de Ábalos, lo era también cuando Jéssica R. fue contratada.
Al terminar su contrato en esta sociedad, en febrero de 2021, la ex pareja del socialista había cobrado, según testificó, más de 25.000 euros, a los que se sumarían los al menos 6.000 que percibió en Tragsatec. A esta segunda empresa pública se incorporó inmediatamente después, «como consecuencia de unas llamadas» a Koldo García -cree- y sin necesidad de hacer entrevista alguna. «No recuerdo dónde firmo el contrato», afirmó Jéssica R., que no supo decir si lo firmó en las oficinas. Tampoco pudo ubicar su puesto de trabajo.
-¿Tampoco fue usted a trabajar a Tragsatec?-, le preguntó el juez.
-No.
Esta sociedad, a diferencia de Ineco, sí ha activado un proceso exprés de depuración de responsabilidades a raíz de la contratación de Jéssica R. En el marco de esta investigación, la cúpula del ente público acordó ayer cesar a Caridad Martín Palacios, gerente de Desarrollo Rural y Política Forestal, área en el que se ubicaba el puesto de trabajo asignado a la ex pareja de Ábalos. Sin embargo, su proceso de selección no lo lideró la profesional cesada ayer -que es un cargo de tercer nivel-, con lo que la depuración de responsabilidades sigue abierta.
En octubre del pasado año, el PP solicitó en el Senado que el Gobierno informase sobre la contratación de Jéssica R. en Tragsatec. Planas abordó esta cuestión en el Pleno de la Cámara Alta, aunque se limitó a decir que, para conseguir el empleo, la ex pareja de Ábalos tuvo que acreditar los méritos y experiencia «fijados por ley». Ahora, sin embargo, la declaración de Jéssica R. en el Supremo abre la puerta a que tanto Tragsatec como Ineco, y en última instancia Planas y Puente, deban dar más explicaciones.