Publicado: octubre 18, 2025, 8:07 am
En 2012, Isak Andic confió a su hijo mayor, Jonathan, quien entonces tenía 31 años, la dirección de Mango. Le asignó responsabilidades ejecutivas y la supervisión de proyectos estratégicos, especialmente la línea masculina de la marca, que Jonathan Andic había lanzado cinco años antes con gran éxito.
Sin embargo, tras dos años consecutivos de pérdidas, el fundador de Mango decidió retirar a su hijo de la gestión operativa y retomar el mando, una decisión que afectó la relación entre ambos. Aprendida la lección, Andic confió la dirección de la empresa a un ejecutivo externo, Toni Ruiz, quien en 2020 fue nombrado consejero delegado de la firma y, tras la muerte del fundador, se mantiene como el actual CEO.
Desde su incorporación a la compañía en 2015, Ruiz lideró una profunda transformación, logrando estabilizar la compleja situación económica que atravesaba la empresa, caracterizada por resultados negativos y un elevado nivel de endeudamiento.
Durante esos años, Ruiz se ganó el apoyo del fundador, quien aseguraba confiar ciegamente en él. Su serenidad, determinación, capacidad de trabajo, rapidez mental y memoria para los números le permitieron tomar decisiones ágiles y efectivas, consolidando la estabilidad de Mango.
De hecho, desde 2023 Ruiz posee el 5% de las acciones de la compañía a través de Ionian Investments, una sociedad unipersonal, lo que lo convierte en el único accionista externo a la familia. Esta decisión marcó un cambio de rumbo para la compañía, que por primera vez dejaba de estar dirigida directamente por la familia. Mientras Ruiz asumía la gestión diaria, los tres hijos -Jonathan, Judith y Sarah- se centraban en la propiedad y en la administración de la herencia familiar.
La relación entre Isak Andic y Jonathan nunca fue la más cercana entre padre e hijo, pero tras un periodo de desentendimiento, ambos decidieron verse el pasado 14 de diciembre, alejados del bullicio, en la montaña de Montserrat, con la intención de dar los primeros pasos hacia una reconciliación.
De aquel paseo solo regresaría Jonathan. Su padre fallecería aquella mañana tras precipitarse desde unos 100 metros de altura cuando caminaban por un sendero de regreso al parking donde habían dejado el coche.
Nueve meses después, el pasado 13 de septiembre, Jonathan Andic daba la bienvenida a su primer hijo, nacido de su relación con la influencer, empresaria y diseñadora especializada en lujo y moda Paula Navarro Tarrés, quien en las redes sociales utiliza el nombre de Paula Nata. «Una gran alegría para la familia Andic tras la tragedia que vivían el pasado diciembre por la muerte de Isak, fundador de la firma Mango y uno de los empresarios más respetados de nuestro país», recogía la prensa social el nacimiento del pequeño Andic.
No se sabía entonces que la felicidad no era ni mucho menos completa en el hogar del heredero de Mango, puesto que la causa judicial por la muerte de Isak Andic, que en principio se había cerrado como accidente, había vuelto a abrir para investigarse como un posible homicidio. El empresario había fallecido
Tres meses antes del suceso, Jonathan se había casado discretamente, por lo civil, con Paula Nata. La pareja planeaba celebrar el enlace con una gran fiesta en mayo de 2025, evento que tras lo acontecido suspendieron. «El fallecimiento de Isak Andic ha sumido a toda la familia en un periodo de luto y tristeza incompatible con la celebración», recogía la revista Hola citando al entorno cercano a la pareja.
Jonathan Antic Raig, nacido el 23 de abril de 1981, es el hijo mayor y el único varón de los tres que tenía el fundador de Mango, todos fruto de su matrimonio su Neus Raig, con quien Isak Andic estuvo casado un par de décadas.
Las otras dos hijas son Judith, de 43 años, y Sarah, de 28 años. Tanto Neus como sus dos hijas mantienen un perfil público muy discreto, hasta el punto de que prácticamente no hay imágenes de ellas.
Sus últimos años de vida los compatió Andic con Estefanía Knuth, de 52 años y golfista profesional, su pareja desde 2018. La investigación le ha dado relevancia a su declaración, en la que apuntaba que la relación entre Isak Andic y su hijo no era buena.
Isak Andic Ye, nacido en Turquía en 1953 en el seno de una familia sefardí y fallecido con 71 años, se inició en el mundo de los negocios con 16 años, cuando emigró con sus padres a Barcelona y comenzó a alumbrar uno de los mayores imperios de la moda textil.