Publicado: julio 2, 2025, 1:07 am

La dramática evolución de la trama corrupta que mantiene a Pedro Sánchez, a su partido y al Gobierno de coalición contra las cuerdas está impactando de lleno en los preparativos del 21 Congreso del PP. El encarcelamiento del ex secretario de Organización, Santos Cerdán, ha borrado cualquier otro tema de la conversación pública. Sea del Gobierno o de la oposición. Feijóo anunció en la presentación del congreso que el cónclave no rehuiría el debate ideológico. «Sin miedo», dijo. La ponencia política -por primera vez en 7 años se convoca un congreso con documento para el debate- sería la gran protagonista, junto a los cambios en el equipo de dirección.
La ponencia, encargada por Feijóo a Juanma Moreno, Alfonso Fernández Mañueco, Alma Ezcurra y Natalia Chueca, fue elaborada básicamente por los responsables de la Fundación Reformismo21 creada por la dirección del PP, y los dos presidentes autonómicos, el andaluz y el castellano-leonés, que también hicieron sus aportaciones. El texto de la ponencia, en general, ha sido bien recibido dentro del partido. Y bendecido asimismo por la FAES, la fundación del ex presidente José María Aznar, a través de un artículo del diputado Miguel Ángel Quintanilla. «Feijóo encara una tarea extraordinaria, no es sólo ganar, tampoco ser investido, sino derrotar al bloque de ruptura, reformar y dar continuidad a la España constitucional. La Ponencia Política para el 21 Congreso Nacional constituye una base sólida y esperanzadora. Afirma dos cosas simultáneamente, primero el compromiso del PP con el sistema común, incluyendo una explícita voluntad de reforma de lo que necesita ser reforzado a la luz de la experiencia y de la erosión a la que lo han sometido el socialismo y el rupturismo de forma mancomunada. Segundo, una posición muy nítida de centroderecha, pero no sectaria ni divisiva, sino acogedora de un votante desamparado que, sin ser del PP, sabe que ahora España necesita al mejor PP».
Los dirigentes de las comunidades también alaban el tono del documento por considerar que resume bien las características de un partido de amplio espectro ideológico -conservador, liberal y democristiano- que pretende conectar con la mayoría social, como lo hizo ya cuando gobernó con amplia mayoría. «La ponencia es correcta, es sólida y está bien hecha, no pisa ningún callo, la esencia fundamental del partido está ahí, es una actualización de las posiciones de siempre del Partido Popular bastante completa y con las aportaciones de personas relevantes. Se puede pedir que fuera una propuesta más concreta, pero ya Feijóo advirtió que la ponencia política de un Congreso no es un programa electoral, es otra cosa».
Aunque la mayoría de los dirigentes del PP coinciden en que el partido necesita para lograr una mayoría clara de gobierno «algo más que repetir que Pedro Sánchez es muy malo», y llevaban tiempo reclamando un programa que deje claro ante los ciudadanos el propósito de un posible Gobierno del PP, las fuentes consultadas admiten que la actualidad y el derrumbe del PSOE cambia el paso del 21 Congreso. «No parece que sea el mejor momento para debates ideológicos o batallas culturales. Nuestra obligación es trasladar a los ciudadanos que somos un partido unido y que somos capaces de hacernos cargo del país para normalizar esta coyuntura excepcional en la que Pedro Sánchez ha metido a España. Tenemos que dejar clara la distancia que nos separa de otros partidos como Vox y marcar en rojo las líneas que no vamos a traspasar a cambio de un hipotético acuerdo de gobierno. Dejar claro hasta dónde estamos dispuestos a llegar en los pactos para formar un hipotético gobierno».
«Más allá de alguna enmienda concreta que pueda llegar hasta el final, el congreso está llamado a ser una demostración de unidad en torno al liderazgo de Feijóo. Un congreso desde la oposición tiene características distintas de un congreso organizado desde el Gobierno. Se trata de lanzar mensajes para atraer a más gente de la que nos ha votado, y de ser capaz de ilusionar un poco en un momento en el que la clase política no esta muy bien valorada por los ciudadanos. Y el barullo en torno a la corrupción de Sánchez beneficia más a Vox que al PP, porque moviliza el voto antisistema», asegura un dirigente.
«El debate interno está bien encauzado y bien gestionado por la dirección, si acaso el asunto de Mazón es el único nubarrón que tenemos porque hace daño al modelo de gestión, que es el principal valor de las comunidades donde gobernamos», señalan otras fuentes del partido. Algunos dirigentes reconocen que el punto flaco del PP en este momento es la política económica, que tantos éxitos le dio a los gobiernos de Aznar. No porque el partido no tenga propuestas que hacer en materia económica, sino porque el Gobierno de Sánchez está logrando resultados inéditos en materia de empleo y los datos macroeconómicos son buenos. «Ahí tenemos un problema, porque históricamente, la buena política económica era un punto fuerte en los estudios de opinión cualitativos».
La clave del 21 congreso del PP, según los dirigentes consultados es la siguiente: «Todos tenemos claro ya que Feijóo va a ser presidente del Gobierno. La única duda es cuándo van a ser las elecciones. Dentro de dos meses, dentro de un año o dentro de dos. La unidad interna es fundamental para este partido. Feijóo seguro que hará un discurso potente e importante el domingo. Y será un contraste con la reunión del Comité Federal del PSOE del sábado marcado por la corrupción del entorno de Sánchez». La opinión generalizada en el seno del PP es que los acontecimientos que afectan al PSOE producen asombro. «Parece increíble que pueda pasar lo que está pasando. Bárcenas resultó ser un tesorero corrupto, pero nunca negoció los pactos de gobierno del PP con los socios. Santos Cerdán era la cabeza de una trama corrupta, según el auto del Supremo que lo llevó a prisión, y el interlocutor con Puigdemont. En estas circunstancias, tenemos que hacer un congreso que se adapte a la gravedad del momento en España».