Publicado: octubre 2, 2025, 2:07 am
Los nubarrones ya estaban en el cielo y la previsión en La Moncloa es que no descarguen más tormenta. Las investigaciones judiciales a Begoña Gómez y David Sánchez, esposa y hermano de Pedro Sánchez, no alteran el ya de por sí complejo puzzle de la negociación presupuestaria para el Gobierno. Ni la ya de por sí legislatura de cristal. Pasos como los correos desvelados por la UCO que constatan que la asesora de Gómez intermedió con empresas no llevan a los socios de gobernabilidad de la coalición a plantearse ningún paso trascendental en la gobernabilidad.
Como sucedió con el informe Cerdán, salvo que los casos escalen, no derivará en medidas más drásticas. Las exigencias de los partidos que sustentan al jefe del Ejecutivo son las que son -cumplimiento de lo acordado, Palestina, Vivienda, gasto militar, cesiones territoriales…- y las decisiones de los jueces no varían esas posiciones, tal y como constatan diversas fuentes parlamentarias consultadas por este diario. Pasado el ecuador de la legislatura, todas las formaciones miran cómo proteger su posición y su rédito político de cara a ver con qué aval se presentan ante los ciudadanos. Y en este marco, exprimir al Ejecutivo y obtener cesiones y medidas es un valor al alza y de suficiente reembolso.
En el Ejecutivo, la estrategia ha pasado por desacreditar y poner en tela de juicio la investigación del juez Juan Carlos Peinado. Y, ahora, tras conocerse los informes de la UCO y de un perito de la Intervención General de la Administración del Estado -detecta irregularidades en los contratos públicos adjudicados al empresario Juan Carlos Barrabés– minimizan el impacto de éstos. «No se menciona al presidente del Gobierno ni al Gobierno en ningún lado», sostienen fuentes gubernamentales descartando que prevean una escalada del caso Begoña.
El mensaje que se traslada desde el complejo presidencial es que hay «tranquilidad», pese al malestar que ya no se esconde respecto a la instrucción de Peinado. El posicionamiento es respaldar la versión que ha venido ofreciendo Gómez: que el hecho de que se pusiera en contacto con las empresas desde un mail personal apuntalaría que eran gestiones «puntales» y hechas en base a una relación «de confianza y amistad». Al hecho de que la UCO no haya evidenciado que se usó una cuenta oficial se agarran también en el Ejecutivo para despejar balones y decir que nada tiene que es un caso que no implica al Gobierno.
En este contexto, Sánchez ha encontrado en la agenda internacional y los temas sociales, como Gaza o la lucha contra el cambio climático, una ventana de escape con la que orillar asuntos más incómodos y tratar de aglutinar a sus socios en cuestiones que presentan un mayor grado de afinidad.
