Publicado: diciembre 1, 2025, 12:07 am

Las banderas ondean a media asta en en todos los edificios municipales y dependencias públicas de los ayuntamientos de Cabezón de la Sal y Mazcuerras, en Cantabria, signo visible de un luto y una tristeza que han invadido la comarca Saja-Nansa desde que en la madrugada del sábado al domingo un grave accidente de tráfico se cobró la vida de tres jóvenes de 22, 23 y 25 años. Amigos de la misma pandilla, viajaban en un turismo que, por causas que todavía se investigan, dio varias vueltas de campana y acabó totalmente destrozado y con sus tres ocupantes sin vida.
Álex F.S., de 25 años; Borja D.V., de 23; y Pau S.G., de 22. Son los tres nombres propios de una tragedia que ha dejado conmocionada a la sociedad cántabra. «Lo único que sé es que eran de aquí, que los conocíamos a ellos, conocemos a sus padres y estamos todos destrozados», resumía en la tarde del domingo un trabajador del restaurante Los Abetos de Cabezón de la Sal, en cuyo aparcamiento acabó detenido el coche accidentado.
Este trabajador había cerrado el local media hora antes y, en cuanto se enteró del siniestro, quedó impactado. El suyo es el mismo sentir de todos los vecinos y vecinas de este municipio y de los colindantes. Dos de los jóvenes eran de Cabezón de la Sal y el otro de Mazcuerras. En ambos, han decretado tres días de luto oficial.
Es esta una «muestra de dolor y respeto por la pérdida de los tres jóvenes vecinos y amigos», tal y como recoge la resolución oficial del Ayuntamiento de Cabezón de la Sal, que también traslada a las familias de los jóvenes «las más sentidas condolencias de toda la corporación municipal». Su alcalde, Víctor Reinoso, confirmó a Europa Press que esta «trágica» noticia «ha impactado a toda la comarca», en la que no se recuerda un accidente tan grave.
La desgracia se registró sobre las 00.30 horas en la carretera N-634 a la altura de Virgen de la Peña, en Cabezón de la Sal, en un momento en el que la carretera estaba mojada tras una jornada de lluvia. Todo indica que el conductor del vehículo, el más joven de los tres, perdió el control del turismo, se subió a una isleta y el coche acabó dando varias vueltas hasta salirse de la carretera y acabar en el aparcamiento del restaurante Los Abetos, al pie de la vía.
Según el Centro de Atención a Emergencias 112 del Gobierno de Cantabria, uno de los jóvenes sobrevivió al impacto y los bomberos autonómicos del parque de Valdáliga procedieron a su excarcelación, si bien acabó falleciendo posteriormente. Los otros dos murieron en el acto y no se vio implicado otro vehículo.
Debido a la «extrema gravedad del accidente», el 112 activó el protocolo operativo de múltiples víctimas en Nivel 1, que implicó que los psicólogos del Gobierno de Cantabria se desplazaron hasta el lugar para atender a las familias de los fallecidos. Hasta el lugar también fueron movilizados efectivos del sector de Tráfico de la Guardia Civil y sanitarios del 061.
Tras conocerse el siniestro, hasta el punto se desplazaron familiares, amigos y vecinos, que dieron muestra de gran consternación. A lo largo del día, se fueron sucediendo condolencias y muestras de dolor y cariño tanto por parte de la clase política como de la sociedad civil.
El Club Deportivo Valdáliga, en el que jugaba Borja, suspendió todos los partidos del fin de semana por la «triste» noticia del fallecimiento de los tres jóvenes. «La familia del Valdáliga está de luto», comunicaron, enviando «todo su apoyo, cariño y fuerzas» a las familias, amigos y compañeros de las víctimas.
