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Dirigentes del PSOE advierten tras el Comité Federal que la situación es «insoportable»: «Aguantamos, pero la pregunta es hasta cuándo»

Publicado: julio 5, 2025, 10:07 pm

Una limusina rosa cruza por delante de Ferraz, la sede nacional del PSOE. La última ventanilla está bajada. Despedida de soltera. «Anda que si asoma Ábalos ahora». Risas. «Aquí ya nos creemos todo», ironiza un dirigente socialista. No hay día sin sobresalto para los socialistas. Pensaban que el día «complicado» era el próximo miércoles, cuando deben convencer a sus socios de gobernabilidad en el Congreso de que recuperen la confianza en Pedro Sánchez con las medidas contra la corrupción que anuncie. Que el Comité Federal era más un trámite y visibilizar un cierre de filas con el líder. De nuevo, todo un obús para dinamitar una cita clave. Y, mientras, se instala una sensación de psicosis: qué pasará mañana, qué saldrá publicado…

«Esto es insoportable», confiesa un destacado miembro del órgano socialista reunido ayer en Madrid. El cónclave saltó por los aires cuando Paco Salazar, escudero de Sánchez desde hace años, se vio obligado a dejar sus cargos en Moncloa y en el PSOE por denuncias de «comportamientos inadecuados». Otro mazazo, otro golpe para el partido. Otra persona de máxima confianza del líder KO. «Paco era de más confianza aún que Santos», dice un buen conocedor del presidente del Gobierno.

En menos de tres semanas, dos piezas claves para Sánchez, a las que dio poder y relevancia, han desatado una tormenta de «decepción» e «inquietud» en la formación, sumida en el desánimo, pese a que Sánchez está decidido a resistir. «Me elegisteis como capitán de este barco y el capitán no se desentiende. Cuando viene mala mar se queda a capear el temporal, a salvar el rumbo y a ganar el puerto», les trasladó en la reunión. «La resistencia siempre es buena, pero sobre todo lo hago para avanzar, no para conservar lo ya logrado, que es importante también porque está amenazado». El líder socialista hizo una amplia enumeración de las medidas puestas en marcha por su Gobierno como justificación para mantenerse en La Moncloa y como líder socialista y no dar un paso al lado. «Soy consciente de que la decepción es grande, pero la responsabilidad de que España sigue avanzando es aún mayor». Pero hay muchos en el PSOE que creen que están teniendo demasiadas vías de agua y temen que el barco al final naufrague.

Pero la sesión de coaching que protagonizó Sánchez en el salón de actos Ramón Rubial, si bien cosechó aplausos casi unánimes –Emiliano García-Pageno se levantó a aplaudir- no despejó las dudas y la «incertidumbre» que se apoderan del partido. «Es todo terrible. Aguantamos… pero la pregunta es hasta cuándo», es un mensaje que se repetía entre los asistentes al Comité Federal. «Ha sido un golpe duro», reconocía un destacado cargo territorial. «Santos y Paco eran dos personas importantes para Pedro, llevan con él desde el principio. Y eran claves en el área de Organización del partido», resume otro dirigente. Porque aunque Cerdán era el «killer todopoderoso» en el aparato, Salazar era responsable desde 2017 del área de Acción Electoral, muy vinculado con el aparato del partido.

Servicios jurídicos

Fuentes del Gobierno explican que la mayoría de cargos del partido y de ministros se enteraron ayer por la mañana de las denuncias de dos mujeres sobre «comportamientos inadecuados» de Salazar, publicadas por eldiario.es, donde detallaban sus experiencias. Salazar conoció esta información en la noche del viernes y comunicó su decisión de renunciar a un reducido grupo de personas y emprendió rumbo a Sevilla. En La Moncloa fue una noche larga de consultas a los servicios jurídicos. Salazar era una de las personas que aconsejaba a Sánchez desde su Secretaría de Coordinación Institucional.

Fuentes del Gobierno explican que «ningún empleado o empleada ha solicitado la activación del protocolo frente al acoso sexual ni se ha tenido conocimiento de ningún hecho o comportamiento verbal o físico de naturaleza sexual que pudiera ser constitutivo de una actuación degradante, ofensiva o intimidatoria en la Presidencia del Gobierno que pudieran afectar a Francisco Salazar».

Sin embargo, las fuentes consultadas explican que no había otra vía que su salida, más en la situación actual en la que se encuentra el PSOE, con una importante hemorragia con las feministas y el voto femenino tras conocerse las conversaciones entre José Luis Ábalos y Koldo García sobre prostitutas. Desde el propio entorno de Salazar explican que, como conocedor de los secretos de la comunicación política, sabía que está «muerto» y no había otra salida. Como sucedió con Cerdán.

«Obra de un francotirador»

En el partido consideran que lo sucedido con Salazar es «fuego amigo». «Esto es obra de un francotirador», señala un socialista con peso. Tampoco pasó desapercibida la contundencia mostrada por Adriana Lastra -encabezó la delegación de la federación asturiana-, que desde primera hora fue muy contundente sobre si Salazar debía asumir sus nuevas responsabilidades en el PSOE: «Yo entiendo, y así lo hemos hablado los miembros del Comité Federal de Asturias, que no».

Fuentes socialistas explican que con motivo de la salida de Cerdán, señalado como «jefe» de la presunta trama corrupta, se habló sobre si la necesidad de romper con el ya ex secretario de Organización implicaba sacar de la dirección socialista a personas como Salazar o Juanfran Serrano, número dos de Cerdán. Sánchez decidió que ambos siguieran, el primero asumiendo galones como adjunto a Organización, ejerciendo la tutela de Ferraz desde La Moncloa; el segundo asumiendo un puesto de menor rango como responsable de política municipal. «Lo incluye porque es una de sus personas de máxima confianza, era de las que le asesoraba a nivel organizativo», resume una persona que conoce bien a Sánchez.

Lo cierto es que en las últimas semanas personas de máxima confianza de Sánchez, con voz autorizada y poder, se han visto obligadas a apartarse de sus funciones por comportamientos denunciables. Lo que, implícitamente, pone el foco en el propio secretario general socialista y presidente del Gobierno, que fue quien les dio galones. Sánchez cree que las decisiones tomadas son suficientes y elude más responsabilidades: «Quiero pediros perdón y lo quiero hacer una vez, porque me equivoqué al depositar mi confianza en personas que no la merecían. Me equivoqué. Vamos a hacernos cargo de la situación como siempre hemos hecho y vamos a derrotar a la corrupción tanto dentro como fuera de nuestra organización y al mismo tiempo vamos a reivindicar con más fuerza si cabe nuestro proyecto político porque merece la pena».

«Desconfiado»

Hay quienes dentro del partido y del Gobierno definen a Sánchez como una persona «desconfiada» y que eso explicaría muchas de sus decisiones en las que ha prescindido de personas importantes y cercanas a él. Sin embargo, un buen conocedor del jefe del Ejecutivo ofrece esta explicación para contextualizar lo sucedido con Cerdán y Salazar: «Pese a la imagen que se da, siempre apoya hasta el último momento a la gente. Lo hace con los suyos. Se fía y no cambia de opinión hasta el último minuto, hasta que no le queda más remedio».

En un intento de aplacar las críticas y el malestar interno de algunos sectores, donde se censuraba que los cambios y las medidas no eran suficientes, Sánchez desgranó ante los suyos las medidas que ahora sí va a poner en marcha el PSOE para tratar de evitar que vuelvan a suceder casos como el de Cerdán. Para empezar, que las decisiones sean «más colegiadas» y que haya «exigencia de doble firma para secretarios de Organización y puestos clave para evitar excesiva concentración de poder».

Además, planteó que se establezcan plazos máximos de resolución de expedientes informativos y disciplinarios en supuestos casos de corrupción, después de que la expulsión de Ábalos del partido tardara 16 meses. También, que se pueda pedir información sobre el patrimonio, incluso de forma aleatoria de los cargos.

Los otros protagonistas del Comité Federal

Adriana Lastra.

Adriana Lastra.A. D. L.

Lastra, primera en frenar a Salazar

La ex vicesecretaria general del PSOE Adriana Lastra fue la primera dirigente socialista que rechazó el nombramiento de Paco Salazar. «Yo entiendo, y así lo hemos hablado los miembros del Comité Federal de Asturias, que no», dijo, adelantándose al desenlace del caso.

Miguel Ángel Gallardo.

Miguel Ángel Gallardo.A. D. L.

Gallardo, en el ‘caso hermanísimo’

El líder del PSOE de Extremadura, Miguel Ángel Gallardo, pasó de puntillas por el Comité Federal una vez que el asunto que le afecta, el caso hermanísimo, está opacado por el de Santos Cerdán. «Nadie tiene derecho a ensuciar» la «imagen» del PSOE, señaló.

María Jesús Montero.

María Jesús Montero.EFE

Montero, ungida como candidata

María Jesús Montero fue proclamada ayer por Sánchez como candidata del PSOE en Andalucía: «Sé que no te vas a ahorrar ningún esfuerzo para ser lo que vas a ser, porque te van a llevar millones de andaluces y andaluzas a ser la próxima presidenta de la Junta».

Pilar Alegría.

Pilar Alegría.A. D. L.

Alegría: defensa de Salazar y rectificación

Pilar Alegría llegó a Ferraz defendiendo a Salazar por ser «un compañero absolutamente íntegro». Horas después, y tras el desenlace, la portavoz del Gobierno volvió a salir para rectificar y decir que el paso atrás que éste había dado era «necesario».

María Chivite.

María Chivite.EFE

Chivite y la crisis de Navarra

La presidenta de Navarra, María Chivite, tuvo un papel discreto después de unas semanas donde los socialistas navarros y su Gobierno han estado en el foco por los manejos de Cerdán y los contratos de obra pública de Servinabar en la comunidad foral.

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