Publicado: abril 11, 2025, 10:07 pm

La guerra abierta en la que ha entrado la izquierda alternativa por los ataques de Podemos a Sumar preocupa, y mucho, en los dos sectores del Gobierno de coalición. Porque ambas fuerzas reconocen que una división de este espacio en las elecciones provocaría una amplia mayoría del PP y Vox. De ahí que las reflexiones en el partido de Yolanda Díaz y el PSOE ante el recrudecimiento de las hostilidades en los últimos días destilen pesimismo e inquietud, por el «daño» que está haciendo esta situación, aunque al mismo tiempo se confía en que otros actores como IU, la presión social o el tiempo que queda de legislatura -dos años- apaguen el incendio que quema al espacio y que devoraría al Ejecutivo.
Dentro del grupo de Sumar, el más perseguido por los ataques punzantes de Podemos, las diversas fuentes consultadas concluyen que el actual clima bélico va a «beneficiar» al PSOE y que sólo provocará en el electorado de izquierdas un desasosiego que empujará al «voto útil» a los socialistas, a modo de partido refugio. Lo que es nefasto para el espacio.
En este sentido, una de estas fuentes lamenta que Podemos esté asumiendo la estrategia de buscar a los sectores más radicalizados a costa de desgastar al Gobierno. Otra de esas fuentes lo describe como «un repliegue a los cuarteles de invierno».
El malestar dentro de Sumar por ese acoso de Podemos es generalizado, pero sólo la ministra de Sanidad y líder de Más Madrid, Mónica García, lo verbalizó proclamándose «harta» de las «lecciones» y los «insultos» de un partido que se cree que está en «una piscina de bolas» cuando dejó el espacio «en las cenizas». Diputados del grupo parlamentario comparten y aplauden este «valiente» basta ya entonado por García, aunque la premisa que se va a seguir es evitar entrar en el juego de Podemos con declaraciones públicas. Sumar no alimentará esa espiral de confrontación, pero García -dicen- expresó el «sentir general» en la alianza.
No en vano, como recuerda otra fuente del grupo, han tenido que soportar frases de Podemos como que sus cuatro diputados «valen más que todos los diputados y los cinco ministros de Sumar», como dijo Belarra.
Un miembro del grupo de Sumar confía en que al final «opere la realpolitik« cuando llegue el momento de la verdad de las elecciones para poder revalidar el Gobierno. Antes vendrán las autonómicas, donde también se tiene la esperanza de que los sectores más pactistas de Podemos favorezcan los acuerdos e impongan sus sensibilidades, marcando una línea de acuerdo entre las partes, a pesar del marcaje férreo de Madrid.
Maíllo, como aglutinador
En el PSOE, por su parte, son conscientes de que hay un sector de potenciales votantes situados a su izquierda al que nunca van a poder seducir en las urnas, pero también que necesitan que dicho espacio esté unido en una única candidatura para tener opciones de que Pedro Sánchez se mantenga en Moncloa otra legislatura más. Ante el choque frontal en el que se ha sumido este espacio, admiten que la «esperanza» que tienen es que IU logre ejercer un liderazgo aglutinador.
A su favor destacan que su actual líder, Antonio Maíllo, se haya situado como uno de los máximos defensores de esa la unión; que sea un partido con estructura territorial, principalmente en Andalucía, que es un granero de apoyos numéricamente muy importante que puede decantar resultados; y que cuente con una base consolidada de más de un millón de ciudadanos que confían en sus siglas desde hace décadas. «Es una locura que no se planteen volver a ir juntos, sería regalarle escaños a la derecha», resumen en la cúpula de Ferraz.
El análisis que hacen en la dirección socialista es que Podemos está en una «táctica» de hacer valer que ya no está en el Gobierno «subrayando más las discrepancias» para maximizar su posición en las encuestas y tener «más fuerza» a la hora de negociar una eventual alianza para 2027. También cree que cuando los morados dicen que Sumar debería integrarse en las listas del PSOE lo que tratan es de «molestar» y «desacreditar» a Díaz asumiendo que ellos son «la verdadera izquierda».
«Como las parejas que rompieron, para volverse a juntar tienen más problemas que si no hubieran roto», ejemplifican en el PSOE, que aun así confía en la «reordenación del espacio» para poder «rentabilizar lo máximo posible» el voto, que es debate «prematuro» porque «para las generales falta mucho tiempo», aunque admiten que «en apariencia» la posibilidad de un pacto es «difícil»: «Tienen que hacerlo con mucha discreción, no se puede estar todo el día aireando las diferencias».