Publicado: marzo 12, 2025, 4:00 pm
Hay una serie en Apple TV+ que está trascendiendo sobre el resto, una que está dejando una honda huella y apunta a ser la nueva ‘Perdidos’ —o la nueva ‘El Prisionero’, si nos ponemos exquisitos—. ‘Separación’ o ‘Severance’, en su idioma original, está reventando récords y abriendo debates tras los muchos quebraderos de cabeza que supuso rodar la segunda temporada, una que se prologó por casi tres años.
Y eso que la serie nació con un enfoque más próximo a ‘The Office’ o ‘Parks and Recreaction’. Tal y como dicen sus autores, el objetivo era «abordar la desconexión entre el trabajo y la vida personal de una forma irónica». Pero los creadores de la mejor serie de Apple se rindieron poco a poco ante lo que tenían entre manos. Lo que nació bajo la inspiración de trabar unas 8 o 10 horas al día en una fábrica de puertas —»tener que ganarse la vida con cosas con las que simplemente no quieres lidiar»— se convirtió en una madriguera de conejo mucho más profunda.
¿Cómo de profunda? Pues tanto que hasta el conejo blanco, referencia eterna a ‘Alicia en el país de las Maravillas’ y ‘Alicia a través del espejo’, está en ‘Separación’ en forma de automóvil. Las orejas ahora son retrovisores y las patas son las ruedas de un coche alemán fiable pero de combustión diesel. Pero hay mucho más, desde luego.
Coches vetustos que cuentan historias
De un Volvo de 1997 que Steve Jobs nunca hubiese conducido a un Range Rover un poco anacrónico, los vehículos que aparecen en ‘Separación’ no tienen relación coherente con la actualidad. Pero es que los coches en Severance no son solo vehículos, sino piezas clave para construir la atmósfera de la serie. Más aún: son pistas ocultas en el laberinto psicológico de la serie más inquietante de Apple.
La jefa de utilería Catherine Miller y el supervisor de coches Peter Dancy revelaron para TheDrive que la elección de modelos de los 70, 80 y 90 no fue casual: Ben Stiller y el diseñador de producción Jeremy Hindle querían evitar cualquier referencia temporal directa. Al eliminar marcas y optar por líneas angulares y estéticas retro, reforzaron ese enrarecimiento, ese sentido del desconcierto que define el mundo exterior de Lumon.
El proceso de selección fue casi tan meticuloso como el casting de los actores. Cada coche debía reflejar la personalidad de su conductor: Mark, el protagonista, maneja un Volvo S90, típico coche seguro y práctico que encaja con su carácter reservado y su historia personal. Dylan, padre de familia, está asociado a una Dodge Caravan original, mientras que Devon, más sofisticada, conduce un Range Rover clásico. Incluso la motocicleta de Milchick y el enigmático Lincoln Continental de 1968 desvelan matices de sus personajes.
Eso sí, el mayor reto fue encontrar cinco Volkswagen Rabbit blancos de gasolina y transmisión automática para el personaje de Patricia Arquette. Era «algo casi imposible» en 2024. Dancy tuvo que convertir modelos diésel para que encajaran con la visión del equipo, quienes buscaban un símbolo perfecto de la atemporalidad de la serie. Queda meridiamente claro que en ‘Separación’ nada está dejado al azar.
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La noticia
Del Volvo de 1997 que Steve Jobs nunca hubiese conducido a los misteriosos Volkswagen Rabbit: el detalle que pocos han detectado en ‘Separación’
fue publicada originalmente en
Applesfera
por
Isra Fdez
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