Publicado: octubre 20, 2025, 9:00 pm
La incidencia de varios tipos de cáncer, como tiroides, mama, colorrectal, riñón, endometrio y leucemia, están aumentando tanto en adultos jóvenes como mayores en numerosos paÃses, especialmente aquellos relacionados con la obesidad. La investigación, publicada en ‘ Annals of Internal Medicine ‘, sugiere que las causas de estos aumentos no son exclusivas de las personas jóvenes, como se pensaba anteriormente. Investigadores del Instituto de Investigación del Cáncer y del Imperial College de Londres analizaron datos de 42 paÃses entre 2003 y 2017, centrando su estudio en 13 tipos de cáncer previamente reportados en aumento en personas de 20 a 49 años. Compararon estas tendencias con las observadas en adultos mayores de 50 años, utilizando información de la base de datos GLOBOCAN de la Agencia Internacional para la Investigación del Cánce r. Los resultados mostraron un aumento de la incidencia en adultos jóvenes en más del 75 % de los paÃses para cánceres. En todos esos tipos, excepto el colorrectal, también se observaron aumentos en adultos mayores, lo que indica factores de riesgo comunes entre ambos grupos etarios. Los investigadores destacan que los tipos de cáncer con mayor aumento, como el de endometrio y riñón, están estrechamente relacionados con la obesidad. Por otro lado, los casos de cáncer de hÃgado, estómago, esófago y oral disminuyeron en más de la mitad de los paÃses en adultos jóvenes. El estudio advierte que centrarse únicamente en adultos jóvenes para futuras investigaciones podrÃa ser insuficiente. Las tendencias observadas refuerzan la necesidad de estrategias de salud pública y prevención que aborden los factores compartidos de riesgo en todas las edades. Para Alejandro Pérez-Fidalgo, del Instituto de Investigación Sanitaria ClÃnico Valencia (INCLIVA), la investigación tiene importantes consecuencias sociales, sanitarias y demográficas. En declaraciones a SMC, Pérez-Fidalgo asegura que «el manejo de un diagnóstico de cáncer entre las personas más jóvenes supone u n impacto en su desarrollo social, personal y familiar , con consecuencias también de incremento en las toxicidades más tardÃas». En su opinión, «las administraciones sanitarias deberán adaptarse y plantear programas de desarrollo para establecer estrategias tanto de manejo de esta población más joven, dado que tiene unas necesidades más especÃficas, como de seguimiento posterior y control de toxicidades tardÃas». Agrega Pérez-Fidalgo que la S ociedad Española de OncologÃa Médica , en colaboración con múltiples sociedades como las de Medicina Primaria, Radioterapia, CardiologÃa y HematologÃa , ha desarrollado un documento de consenso publicado en ‘ Clinical and Translational Oncology ‘, para guiar a los profesionales en el control y seguimiento de los largos supervivientes de este rango de edad. Dicho documento, advierte que cáncer en adolescentes y adultos jóvenes, de entre 15 y 39 años, representa un reto sanitario creciente debido a las secuelas fÃsicas, psicológicas y sociales que pueden persistir tras la superación de la enfermedad. El informe aboga por equipos multidisciplinares, la continuidad asistencial entre pediatrÃa y adultos, la vigilancia de toxicidades tardÃas, el apoyo psicológico y la promoción de hábitos saludables. También reclama la creación de registros epidemiológicos especÃficos y mayor investigación sobre secuelas a largo plazo. Estas recomendaciones buscan garantizar una mejor calidad de vida e integración social para l Ahora bien, este trabajo publicado en ‘Annals of Internal Medicine’, tiene una limitación importante: la mayorÃa de los paÃses con datos disponibles eran de ingresos medios-altos, por lo que los resultados podrÃan no ser generalizables a nivel mundial.