Publicado: octubre 9, 2025, 4:07 am

Eli Cohen era ministro de Asuntos Exteriores de Israel en 2023 cuando su homólogo español, José Manuel Albares, le recibió en Madrid. Fue la primera vez que un jefe de la diplomacia española invitaba a su análogo al palacio de Santa Cruz. «Quiero reforzar las relaciones diplomáticas y la cooperación económica y dialogar sobre los retos que afrontamos», dijo entonces en exclusiva para EL MUNDO Cohen. Había una intención tanto de Israel como de España de reforzar unas relaciones de dos países unidos por la historia y por la lucha contra el terrorismo. Dos años después, un encuentro ministerial se antoja imposible.
Porque la relación entre España e Israel se ha convertido en algo incómodo a nivel diplomático. Acción o declaración que realiza España, respuesta diplomática del gobierno de Netanyahu, generalmente con acusaciones y que consigue que la cabeza de la misión diplomática israelí sea convocada en el Ministerio de Asuntos Exteriores. Una suerte de círculo vicioso que se ha repetido casi en ocho ocasiones desde el 7 de octubre de 2023. Unas respuestas diplomáticas que también contienen ataques en redes sociales, donde el actual ministro de Asuntos Exteriores, Gideon Saar, publica online su opinión del presidente del Gobierno y de algunos ministros. Algunos como Yolanda Díaz y Sira Rego, a quien Israel tiene prohibida la entrada y son acusadas de «antisemitas» y el Ejecutivo de «corrupto».
El 24 de noviembre de 2023 fue la primera vez que Albares convocó a Rodica Radian-Gordon, entonces embajadora de Israel en España. Había pasado un mes y medio del ataque terrorista de Hamas, Israel había comenzado su ofensiva y Pedro Sánchez había pedido el cumplimiento del Derecho Internacional Humanitario frente al paso de Rafah el día que debían liberar a los primeros rehenes. Esto provocó el enfado de Netanyahu y el comienzo de la crisis diplomática.
De hecho, una semana después, Netanyahu aumentó la tensión y llamó a consultas a Radian-Gordon, quien permaneció 40 días fuera de España. Era la segunda vez en la historia que Israel realizaba este procedimiento diplomático sobre otro país. A su vez, convocó dos veces a la embajadora española, Ana Salomón, para dar explicaciones.
Estuvo fuera hasta el 8 de enero, cuando regresó a España. No duró mucho. Porque ese 2024, Pedro Sánchez inició una gira europea para reconocer el Estado Palestino. El 22 de mayo de ese año volvieron a llamar a Radian-Gordon a consultas en su país en un viaje solo de ida. La que fuera embajadora se jubiló sin volver a tomar su cargo en España, y el puesto de embajador continúa vacío. Desde hace más de un año sólo hay encargados de negocios, pero Israel no da el paso más radical, que realizó con Irlanda, cerrando su embajada. Se llegó a pedir el plácet para un diplomático, pero nunca se instaló en Madrid. Es más, finalmente cambió de destino y ahora está como jefe de misión en Países Bajos, dejando a un encargado de negocios como figura visible de cara a las gestiones de la Embajada.
La vuelta de verano coincidió con la Asamblea General de Naciones Unidas y el reconocimiento de Palestina por parte de países tan importantes como Francia, Canadá o Bélgica. También con el recrudecimiento del tono del Gobierno contra Israel, utilizando el término «genocidio». Netanyahu prohibió la entrada a Yolanda Díaz y Sira Rego, lo que provocó que el 8 de septiembre el ministro Albares llamara a consultas a la embajadora de España en Tel Aviv «ante las calumniosas acusaciones hacia España y las inaceptables medidas contra dos miembros del gobierno de nuestro país».
Por parte de José Manuel Albares, de manera pública desde junio se ha convocado cuatro veces al encargado de negocios para condenar frases o comportamientos de su Gobierno. Primero a Dan Poraz el 9 de junio. Después, los días 11, 12 y 16 de septiembre la actual encargada, Dana Erlich, ha dado explicaciones pertinentes ante Exteriores. «Pero han sido convocados más veces que no se han hecho públicas», confirma una fuente consultada, que cuenta en torno a «ocho o nueve» citas ante Exteriores. «Yo vine aquí sabiendo las posiciones del Gobierno y entendiendo que todavía hay mucho trabajo para hacer», confesó en este diario la encargada de negocios.
Estos gestos públicos se han visto acompañados de penalizaciones económicas. Si ayer el Congreso sacó adelante la votación sobre el embargo de armas a Israel, el comercio con el país ya estaba afectado antes. Así, comparando los datos de la Ficha País con los del ICEX, en 2022 se exportaron 2.170 millones de euros a Israel frente a los 1.722 de 2024. Lo mismo pasó con las importaciones, que pasaron de la cifra récord en 2022 de 1.198 millones a los 908 de 2024.
Dos años después del conflicto, Israel y España no han vuelto a enviar a sus embajadores a respectivos países, y este es el último paso diplomático que van a tomar, ninguno de los dos se plantea romper relaciones.