Publicado: abril 14, 2025, 10:07 pm

El rechazo al plan del Gobierno de España para invertir de forma «común» en Defensa y aumentar, «de inmediato», el gasto militar presenta cada vez más países críticos. Y, además, el tono de ese rechazo está igualmente creciendo en intensidad. Los países del norte, denominados halcones por lo estrictos que se muestran con respecto al gasto y por su aversión al endeudamiento, ya mostraron ciertas cautelas después de que el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, presentase en Varsovia el plan que adelantó EL MUNDO. Pero a medida que avanzan las horas desde la reunión de ministros de Economía de la UE que entre el viernes y el sábado se celebró en la capital polaca, y tras tener más tiempo para estudiar con detenimiento la herramienta, las posturas contrarias son cada vez más firmes.
«Si metes todas las malas ideas sobre financiación de Defensa en una batidora, esto es lo que sale», señalan fuentes diplomáticas de las naciones del norte, que recuerdan que el «endeudamiento conjunto es un ‘no’ rotundo para estados miembros como Alemania, Países Bajos y Suecia».
Se refieren en esa segunda afirmación a la propuesta de emitir Eurobonos, que es una de las cuestiones más relevante del plan español. El vehículo «sería financiado por contribuciones de los estados miembros y abierto a miembros no pertenecientes a la UE y sería complementado por aportaciones voluntarias», y «la financiación adicional debería provenir de la emisión conjunta de deuda europea«, expone en concreto el Ministerio de Economía.
El Gobierno trata de esta manera de impulsar el debate de los Eurobonos, opción que le interesa sobremanera y no sólo para el gasto en Defensa. Pero los países del norte, a pesar de que son los que más concienciados están con la inversión militar y de que España ha elegido precisamente por eso este momento para volver a sacar a debate la deuda conjunta, son muy reacios.
«Y vaciar el MEDE es probablemente lo peor que se puede hacer en un momento en el que los mercados de bonos están nerviosos y las deudas nacionales inestables», prosiguen estas mismas fuentes. La referencia en esta ocasión es a la parte en la que España también propone recurrir a «fuentes de financiación existentes, como el Mecanismo Europeo de Estabilidad».
«El uso del MEDE reduciría la dependencia de los estados miembros en la financiación del mercado para financiar la Defensa», añade el Gobierno. Sin embargo, ni esto ni los mencionados Eurobonos son del agrado de los halcones. «Y ambas ideas requieren unanimidad, así que no irán a ninguna parte«, apuntan desde el norte.
No a las subvenciones
Pero hay más. «Nuestra posición es bien conocida: préstamos sí, pero subvenciones, no«, recuerdan también desde otro de estos países, haciendo referencia a un tercer punto del plan español y en el que se propone, efectivamente, dar «préstamos y subvenciones» para «financiar proyectos europeos a gran escala». La diferencia es que lo primero hay que devolverlo y lo segundo, no. Es algo similar a lo que ocurre con el Plan de Recuperación, que presenta ambas opciones y que fue muy del agrado de España. En el norte, sin embargo, lo rechazan.
El Gobierno español, por lo tanto, se va a encontrar con muchas e importantes posturas contrarias a su propuesta. Aunque también hay países, cierto es, que están alabando que el Ejecutivo se preocupe por la necesidad de invertir en Defensa. «Está claro que ahora mismo son los países del este y centro de Europa los que tienen las mayores necesidades de Defensa, así que estoy muy contento de que nuestros amigos de los países del sur de Europa quieran expresar su solidaridad también en términos de financiación», apuntó el sábado el ministro de Finanzas de Polonia, Andrezj Domanski, tras la reunión de ministros que su país organizó como responsable de la presidencia rotatoria del Consejo de la UE.
Y desde la propia Comisión Europea, el comisario de Economía, Valdis Dombrovskis, adelantó que el Ejecutivo comunitario está «listo para explorar los próximos pasos y el modo de ir más allá de las propuestas que están sobre la mesa», a lo que añadió que el instrumento de España «encaja bien» con las discusiones que están llevando a cabo los 27 países miembros.
El Gobierno, por su parte, insiste en que el instrumento no sólo busca esa mayor e inmediata inversión sino, también, «utilizar los recursos de manera más eficiente coordinando las necesidades de seguridad del continente». «Este es el momento de la solidaridad europea para apoyar a Ucrania y a los países de la primera línea en el flanco oriental. Necesitamos invertir juntos en defensa, que es un bien público genuinamente europeo que beneficia a nuestros ciudadanos y refuerza nuestra seguridad económica», incidió Cuerpo el fin de semana en Varsovia.
Pero todo no ha sido suficiente, es evidente, para convencer a los habitualmente críticos con muchas de las posturas del Gobierno de Pedro Sánchez. Esto, por otra parte, se podía esperar casi desde el mismo momento en el que se conoció el documento porque tocaba puntos, los ya señalados, que iba a resultar espinosos. Y por eso, en Bruselas también hay quien piensa que el instrumento común de España es un intento por rebajar la fuerte presión que existe sobre el Ejecutivo para que gaste más en Defensa.