Publicado: agosto 17, 2025, 4:00 pm
Recién inaugurada la temporada 2025-2026 de LaLiga, la emoción crece en el fútbol español. Este año, la competición contará con la vuelta del Real Oviedo a primera división tras 24 años, junto al regreso de Levante y Elche, mientras el FC Barcelona defiende el título bajo la dirección de Hans Flick.
En un torneo tan reñido, la precisión en las decisiones arbitrales es clave para garantizar la justicia en el juego. Por ello, LaLiga sigue apoyándose en el VAR (Video Assistant Referee), una tecnología fundamental para ayudar a los árbitros a evitar errores graves que puedan influir en el desarrollo y resultado de los partidos.
Este videoarbitraje intenta solucionar los errores que pueden ser decisivos, interviniendo en las jugadas en las que se ha producido un error claro. Es una ayuda para el colegiado principal puesto que el VAR no toma decisiones arbitrales. Por otro lado, ni árbitro, jugadores o entrenador pueden solicitar la revisión.
¿Cómo funciona?
Cuando se produce un posible error arbitral durante una acción, se siguen varios pasos. En primer lugar, el árbitro detiene el juego para que el equipo del VAR revise la jugada. A continuación, el árbitro principal puede decidir ver la repetición en el monitor del campo para tomar una decisión informada. Sin embargo, en algunas ocasiones, el árbitro confía en las indicaciones del VAR y acepta la revisión sin necesidad de comprobarla personalmente en la pantalla.
¿Cuándo interviene?
El VAR interviene en situaciones clave que pueden cambiar el rumbo de un partido. Por ejemplo, revisa posibles fuera de juego justo antes de una jugada de gol, detecta si el balón ha salido completamente fuera del campo en la acción que termina en gol, o analiza si hubo una falta previa que invalide la anotación.
También tiene un papel crucial en la gestión de tarjetas rojas, tanto para corregir errores en la concesión de expulsiones como para señalar faltas graves que el árbitro principal pudo pasar por alto. Además, el VAR ayuda en la correcta identificación de jugadores cuando hay sanciones, evitando confusiones que pueden afectar a los equipos.
En cuanto a las jugadas de penalti, el VAR es fundamental para asegurar la justicia. Puede intervenir si una falta que inicialmente se consideró fuera del área debería sancionarse dentro de ella, o para verificar si el balón salió del terreno de juego durante la acción del penalti. También revisa posibles situaciones de fuera de juego relacionadas con la jugada del penalti o si hubo alguna infracción previa que afecte la validez de la acción desde el punto de penalti.
El equipo del VAR está formado por un total de 20 árbitros expertos en videoasistencia. Diez de ellos actúan como árbitros en campo en los partidos en vivo, mientras que los otros diez trabajan desde la sala VOR (Video Operations Room), ubicada en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas. Para garantizar la imparcialidad, ningún árbitro puede tomar decisiones en encuentros en los que participe un equipo de su propia Comunidad Autónoma, evitando así posibles conflictos de interés.
Además, el VAR se apoya en tecnologías avanzadas como cámaras de alta definición, sistemas de detección automática de fuera de juego y comunicación directa con el árbitro principal para tomar decisiones rápidas y precisas, asegurando que el juego sea lo más justo posible para todos los equipos y aficionados.