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Charles Serhan: «En una pelea callejera, quien golpea primero, gana»

Publicado: marzo 17, 2025, 11:29 am

Charles Serhan es un investigador de referencia en el tratamiento de las enfermedades inflamatorias y crónicas. Hace ya más de 20 años, Serhan identificó las resolvinas y otras moléculas resolutivas, hallazgos que han cambiado la comprensión de la inflamación. Esto ha abierto nuevas vías para el tratamiento de enfermedades inflamatorias y crónicas, como artrosis, enfermedades cardiovasculares y neurodegenerativas. Serhan participó en el simposio ‘ Nuevas terapias para el tratamiento de la inflamación ‘ celebrado en la Fundación Ramón Areces . La inflamación está implicada en muchas enfermedades: alzhéimer, enfermedades cardiovasculares, cáncer. ¿Cómo de cerca estamos de comprender completamente esta compleja red? Mi observación personal, desde que me interesé por la inflamación, es que es un proceso multifacético. Recuerdo la primera vez que vi un glóbulo blanco bajo el microscopio. Fue entonces cuando supe que quería dedicarme a esto. Hace poco una investigadora me dijo que la primera vez que vio una placa aterosclerótica pensó: «Tengo que estudiar esto». ¿Le pasó a usted algo parecido? Crecemos con ello, y si tenemos suerte, podemos seguir haciéndolo. Crecí en Nueva York, estudié en la Universidad de Nueva York y luego tuve la oportunidad trabajar con un científico muy reconocido que recibió el Premio Nobel de Medicina . Yo era «el tipo de los glóbulos blancos» en el departamento de química. Se suponía que debía regresar a Nueva York, pero algo me empujó a estudiar las células vasculares. Me parecía fascinante. En el Brigham and Women’s Hospital , donde trabajo, nació la biología vascular. Tuve la suerte de unirme a un equipo pionero; estudiábamos los glóbulos blancos, pero también formé parte del equipo que aisló por primera vez la célula endotelial vascular. Ese fue el nacimiento de la medicina vascular. Hicimos los primeros experimentos sobre cómo los glóbulos blancos interactúan con el endotelio vascular. Desde ese momento, hace ya 38 años, me quedó claro que la enfermedad cardiovascular era inflamatoria. Y desde el lado de la química y la bioquímica, entendí que la inflamación es clave en la patología vascular. Sin embargo, han tenido que transcurrir 25 años para aceptar que la enfermedad cardiovascular es una enfermedad inflamatoria; a veces, toma mucho tiempo cambiar paradigmas. ¿Y qué es lo que realmente hace en su laboratorio? Nuestro mantra es ayudar a la mayor cantidad de personas posible. Esto significa comprender los mecanismos de las enfermedades. Mi principal interés es saber cómo el cuerpo controla la inflamación. Siempre me sentí atraído por la química. Las estructuras de las moléculas me fascinaban, así como su impacto en el cuerpo. Me interesaba la farmacología, pero en particular, las moléculas que el cuerpo produce para controlar la respuesta inflamatoria aguda. Ahí centré mi atención en los glóbulos blancos, cómo funcionan, cómo mueren y su ciclo de vida. La inflamación es un proceso protector. Pero cuando es excesiva o descontrolada, se convierte en la base de muchas enfermedades. Mi interés en la inflamación surgió mucho antes de que se volviera un tema recurrente. Nosotros realizamos un trabajo muy básico, fundamental, pero ha abierto un nuevo camino, una nueva forma de pensar sobre el tratamiento de las enfermedades inflamatorias, cómo ayudar a quienes serán sometidos a cirugía y cómo acortar el tiempo de inflamación. ¿Cómo descubrió el proceso de resolución de la inflamación y su importancia para el desarrollo de nuevos tratamientos? Me interesaba la inflamación desde un punto de vista fundamental, pero también cómo tratarla. Los medicamentos antiinflamatorios actuales tienen efectos secundarios importantes. Sentía que podíamos hacerlo mejor. Mi enfoque fue preguntarle al cuerpo ¿cómo se controla naturalmente la inflamación? Los libros de patología describían la resolución de la inflamación desde hace 150 años, pero nadie había investigado los mecanismos. Estudiamos los glóbulos blancos y su interacción con la vasculatura. Nos preguntamos: ¿qué señales químicas los guían? Así fue como descubrimos las primeras moléculas de resolución. He notado que siente verdadera pasión por lo que hace. No puedo ocultarlo. Hay que tener pasión, pero también suerte. Y yo tuve la suerte de contar con grandes mentores. Recuerdo que cuando era estudiante, una persona de la Universidad de Nueva York notó que tenía una sólida formación en química. Me sugirió hablar con el Dr. Heidelberger [Michael]. En ese momento no sabía quién era, pero fui a verlo. Quería un trabajo extra porque mi beca del NIH [ National Institutes of Health ] no era suficiente para vivir en Manhattan. El Dr. Heidelberger tenía 91 años y un pequeño laboratorio. Era el padre de la inmunoquímica. Había recibido el premio Lasker por el desarrollo de la vacuna contra la neumonía, Pneumovax. Y el año que trabajé con él recibió su segundo premio Lasker . Un día le pregunté: «¿cómo puedo convertirme en un buen científico?». Me respondió: «Tienes que escribirlo todo. En tus notas encontrarás tus descubrimientos, en los errores que cometas y en las hipótesis incorrectas. Todo estará ahí». Ese consejo lo transmito a todos mis estudiantes. Dicen que cuando los investigadores están juntos, las ideas surgen con mayor facilidad. Así es, pero la verdadera inspiración, en mi caso, viene de otro lugar. No sé si deberías escribir esto, pero te lo diré: mi inspiración proviene de la oración. Me siento afortunado de estar en este camino. Pero ¿por qué no escribirlo? Muchas personas creen que la ciencia y la fe no pueden coexistir, cuando en realidad pueden estar alineadas. No podemos ser tan egoístas como para pensar que todo proviene solo de nosotros. ¿Qué piensa sobre los recortes en investigación que ha anunciado el presidente Donald Trump? Soy neoyorquino y mi padre siempre me decía que, en una pelea callejera, quien golpea primero, gana. Trump también es neoyorquino y actúa como un luchador callejero: «golpea primero, habla después». No sé mucho de política, pero, desde mi perspectiva, su estrategia parece ser lanzarse al ruedo y negociar después. Y, como estadounidense, confío en que nuestro sistema siempre encuentra un equilibrio donde ambas partes terminan ganando y se llega a la ecuación correcta.

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