Publicado: abril 10, 2025, 8:27 am
Beber alcohol siempre supone un riesgo para la salud. La Organización Mundial de la Salud promueve el consumo cero de alcohol, ya que está ligado a más de 200 enfermedades, situación que se agrava en los bebedores habituales. En estudio que ahora se publica en la revista ‘ Neurology ‘ añade un nuevo motivo para no consumir alcohol. De acuerdo con el trabajo, las personas que consumen cho o más bebidas alcohólicas por semana tienen un mayor riesgo de sufrir un tipo de lesiones cerebrales llamadas arteriolosclerosis hialina, que se asocian con problemas de memoria y razonamiento. Ahora bien, el estudio no prueba que el consumo excesivo de alcohol cause lesión cerebral; solo muestra una asociación. La arteriolosclerosis hialina es una enfermedad que provoca el estrechamiento de los vasos sanguíneos pequeños, volviéndose gruesos y rígidos. Esto dificulta el flujo sanguíneo, lo que con el tiempo puede dañar el cerebro. Se manifiesta como lesiones, áreas de tejido dañado en el cerebro. El consumo excesivo de alcohol es un importante problema de salud mundial y está vinculado con un aumento de problemas de salud y muertes, reconoce el autor del estudio, Alberto Fernando Oliveira Justo, de la Facultad de Medicina de la Universidad de São Paulo (Brasil). En este trabajo, añade, «hemos analizado cómo el alcohol afecta el cerebro a medida que las personas envejecen. Nuestra investigación demuestra que el consumo excesivo de alcohol es perjudicial para el cerebro, lo que puede provocar problemas de memoria y pensamiento». En total se incluyeron a 1.781 personas con una edad promedio de 75 años al fallecer. A todas se les realizó una autopsia cerebral. Los investigadores examinaron el tejido cerebral para buscar signos de lesión cerebral, como ovillos de tau y arteriolosclerosis hialina . También midieron el peso cerebral y la estatura de cada participante. Los familiares respondieron preguntas sobre el consumo de alcohol de los participantes. Los investigadores dividieron a los participantes en cuatro grupos: 965 personas que nunca bebían, 319 bebedores moderados que consumían siete o menos bebidas a la semana; 129 bebedores empedernidos que consumían ocho o más bebidas a la semana; y 368 exbebedores empedernidos. La definición de bebida se hizo como la cantidad de 14 gramos de alcohol, equivalente a unos 350 mililitros (ml) de cerveza (dos cañas de cerveza), 150 ml de vino (1 copa de vino) o 45 ml de licor destilado (dos chupitos). Los resultados mostraron que aquellas en personas que no había bebido nunca, el 40% presentó lesiones cerebrales vasculares, cifra que fue del 45% entre los bebedores moderados. Son embargo, entre los bebedores empedernidos , el 44% presentó lesiones cerebrales vasculares, y entre los exbebedores empedernidos, la cifra fue del 50%. Después de ajustar los factores que podrían afectar la salud del cerebro, como la edad al morir, el tabaquismo y la actividad física, los grandes bebedores tenían un 133% más de probabilidades de tener lesiones cerebrales vasculares en comparación con los que nunca bebieron, los ex grandes bebedores tenían un 89% más de probabilidades y los bebedores moderados, un 60%. Los investigadores también descubrieron que los grandes bebedores y ex grandes bebedores tenían mayores probabilidades de desarrollar ovillos de tau, un biomarcador asociado con la enfermedad de Alzheimer , con probabilidades 41% y 31% mayores, respectivamente. El documento también ha visto que el consumo excesivo de alcohol en el pasado se asociaba con una menor proporción de masa cerebral, una menor proporción de masa cerebral en comparación con la masa corporal y peores capacidades cognitivas. Los investigadores también descubrieron que los grandes bebedores morían un promedio de 13 años antes que aquellos que nunca bebían. «Hemos descubierto que el consumo excesivo de alcohol está directamente relacionado con signos de lesión cerebral, lo cual puede causar efectos a largo plazo en la salud cerebral, lo que puede afectar la memoria y la capacidad de razonamiento», afirma Justo. « Comprender estos efectos es crucial para la concienciación sobre la salud pública y para seguir implementando medidas preventivas para reducir el consumo excesivo de alcohol». Una limitación del estudio fue que no analizó a los participantes antes de la muerte y no tenía información sobre la duración del consumo de alcohol y las capacidades cognitivas.