Publicado: julio 6, 2025, 12:07 pm
Un congreso, este del PP, es como un cuento de Dickens: están los fantasmas de las elecciones pasadas y de las elecciones futuras. Y también, claro, las esperanzas de las elecciones presentes, pero hasta que Sánchez no caiga… Y el tío tiene las uñas comidas de tanto asirse al puesto.
López Miras, el presidente de Murcia, había llegado temprano a Ifema. «La verdad es que, comparado con lo del PSOE… esto está siendo estupendo». Y enseguida rompió a hablar de las corruptelas socialistas. Al final, las comparaciones son odiosas, pero el PP sube en intención de voto con cada escándalo.
La Esperanza de las elecciones pasadas, Aguirre, charlaba con Daniel Lacalle, del ala motosierra del partido, sobre el nombramiento de Alberto Nadal, nuevo fichaje de Feijóo para su equipo económico. Esperanza se ha cambiado el peinado y le queda muy bien. Alrededor, muchos jóvenes con ese aire de seriedad que tienen los cachorros, también los del PP.
Entre los invitados, Fátima Báñez, a quien también preguntamos por el fichaje de Nadal, que estuvo en el Gobierno del que fue ministra: ¿es el hermano bueno bueno o el hermano malo? «Los dos son buenos». También estaba Garamendi, de la CEOE, y Pepe Álvarez, sin su habitual fular (no solo lleva palestinos). Había refrescado en Madrid, pero el verano no está hecho para pañuelos. En la zona de invitados, se sentó Fermín Bohórquez, presidente de Alianza Rural, la organización que hizo posible la gran manifestación de la caza y la agricultura. Y también el torero Perera.
En la primera fila estaba Feijóo con su barones (Moreno Bonilla, Azcón…). Llegaron al ritmo de la canción de The Killers (algo joven desde el punto de vista boomer): Are we human or are we dancer? (¿Somos humanos o somos bailarines?). El líder del PP llegó acompañado de Isabel Díaz Ayuso, guapísima, que habló antes que él. Hizo un discurso muy efectivo, con todas esas frases que tanto éxito tienen: del «me gusta la fruta» a su «es tal hora y no he comido», con el que se burla de la pose de dama de las camelias que adopta Sánchez cuando se tiene que hacer el afectado. Hubo leña para todos. Le faltó rematar con una broma sobre The Killers para comparar al PP con el PSOE: Are we human or are we Sánchez? (¿Somos humanos o somos Sánchez?). La presidenta de la Comunidad quiso hacer una referencia a Alfonso Serrano, que estaba en la primera fila. La verdad es que Ayuso funciona. El pabellón vibraba con ella. «España valiente y alegre» y el Quijote para acabar.
Feijóo, en la clausura del Congreso Nacional del PP.EFE
Después subió al púlpito Feijóo, coronado con un 98% de los votos. Su alianza con Ayuso es necesaria para que el PP vuelva a ser un partido de 10 millones de votos y frenar la marcha de electores a Vox. Como Isabel y Fernando: tanto la monta, que el otro no la tiene que montar tanto.
También entraron con Feijóo Aznar, con su mujer Ana Botella (en primera fila), y Mariano Rajoy. Borja Sémper y Jaime de los Santos estaban juntos. No faltaban Fúnez, Ezcurra… y Tellado, nuevo secretario general del PP. Cayetana Álvarez de Toledo, nueva miembro de la ejecutiva y la mejor parlamentaria del Congreso, estaba también en la zona preferencial. Suya es la nación de libres e iguales de la que habló Feijóo.
González Pons y Monago —¿fantasmas o esperanzas de las elecciones futuras?— ocupaban la segunda fila. Después del aplaudido vídeo Es lo que hay, Albiol presentó a Feijóo. El alcalde de Badalona estaba sentado junto a Marimar Blanco. El candidato del PP habló bien: citó a Adolfo Suárez y se comprometió a gobernar con límites y principios. Parecen obviedades, pero las comparaciones con el PSOE las hacen inevitables. Prometer decencia, igualdad y que los trenes y el agua funcionen parece hoy revolucionario. Como el plan nacional del agua.
El PP se preguntó con The Killers: Are we human or are we Sánchez? Esperemos que lo sean, salvo para errar y tropezar dos veces con la misma piedra. Y que no vuelvan los fantasmas de las elecciones pasadas.
