Publicado: abril 21, 2025, 4:07 am
Cuando Álvaro Queipo nació, en 1988, Asturias sólo había tenido presidentes socialistas. Casi cuatro décadas después, el PP que ahora preside ha gobernado apenas tres años. Aspira a protagonizar un giro histórico uniendo el centroderecha y lidera la presión para investigar el último siniestro minero en una región que los creía superados.
- ¿Qué ha fallado para que cinco trabajadores se dejen la vida en un accidente en la mina en Asturias en 2025?
- Además de los incumplimientos de la empresa, que tendrá que dilucidar un juez, hay una negligencia clarísima por parte del Gobierno de Asturias. Todavía no sabemos en qué profundidad y con qué grado de conocimiento por parte de sus miembros. Ha habido tres consejeros de Transición Ecológica en tres años. La última, ya dimitida, es Belarmina Díaz, que durante los años del mandato de Adrián Barbón, como directora general de Minas, era la responsable de la supervisión. Parece poco probable que, como ella misma dijo en sede parlamentaria, se esté extrayendo en Asturias carbón ilegal en las peores condiciones imaginables y que la inspección que ella dirigía no lo supiera. Queremos saber la verdad.
- ¿Estamos más cerca de conocerla tras dimitir Díaz?
- Sus afirmaciones son gravísimas y razón suficiente para su dimisión, responde a la asunción de responsabilidades. Pero arroja muchas más dudas. ¿Por qué no lo hizo tras su primera comparecencia [el 11 de abril], cuando afirmó que había minas en las que se extrae carbón ilegal? Era el momento, pero dijo que no iba a dimitir bajo ningún concepto. ¿Por qué lo hizo tres días después? Lo único que cambió es que el PP presentó una solicitud de comisión de investigación en el Parlamento asturiano. Esta dimisión no responde a una voluntad de aclarar nada, sino a intentar impedir y convencer a quienes tienen que dar el voto favorable para que la comisión no salga adelante porque Barbón no tiene interés en que aquí se sepa nada. Barbón no ha tomado ninguna decisión ni ha informado absolutamente de nada. Él también estaba convocado a hablar ante la Junta General y decidió no hacerlo.
- Barbón le acusa de no querer saber la verdad sobre el siniestro.
- Ante un accidente tan grave, que tiene en vilo a toda Asturias desde hace varias semanas, no he recibido ni una sola llamada suya. Me llamó la consejera justo después de haber registrado la petición de su comparecencia. Una conversación privada en ese momento me parecía de lo más inoportuno. Eso me levantó todas las dudas del mundo. Las explicaciones hay que darlas en el Parlamento. Es el momento de dar explicaciones en público, que es lo que el PSOE no quiere.
- Recientemente el PP anunció una alianza con Foro para impulsar una acción conjunta del centroderecha en el Parlamento asturiano. ¿Derivará en una coalición en las próximas municipales y autonómicas?
- Es algo que no puedo adelantar porque no tengo las claves suficientes. Este acercamiento es histórico y responde a nuestra excelente relación. Es lo que la calle nos pide: que nos entendamos. Vemos cómo está avanzando la legislatura. Estamos en el ecuador y el Gobierno no puede estar más desorientado. Es el peor de la historia de Asturias, está absolutamente caduco su proyecto. No podemos obviar nuestra responsabilidad. En estos dos años tenemos que seguir trabajando, y hacerlo de la mano beneficia a Asturias.
- ¿Podría ampliarse a Vox?
- El acuerdo lo firmo con Foro porque la relación es estupenda y tenemos una sintonía de más del 90% en nuestros programas. Esa es la clave, no esperar a que haya elecciones, que es lo que otros hubiesen hecho, sino hacerlo desde ya, desde la oposición, que es donde nos ha tocado estar y de donde esperamos salir en 2027. Con Foro esas condiciones se dan claramente.
- ¿Con Vox no se dan?
- Vox es un grupo parlamentario con el que en ocasiones tenemos votaciones coincidentes y en otras no. Pero cada uno tiene su proyecto.
- Usted ha proclamado que el asturiano y el eonaviego son «nuestras lenguas propias» y se ha declarado «falante», pero al mismo tiempo se opone a la oficialidad. ¿Cuál es la posición del Partido Popular?
- Muy clara. ¿Lenguas asturianas? Sí. ¿Oficialidad? No. Nuestra postura representa mayoritariamente el sentir de los asturianos. Las lenguas son un patrimonio inmaterial que nos pertenece a todos, una joya que hay que cuidar. En 1998 el PP, en el único Gobierno que tuvo en Asturias, aprobó una ley para la promoción, el uso y la defensa del asturiano. Es la única iniciativa política en la historia de la democracia en el Principado para proteger las lenguas sin dividir a la población y sin generar muros artificiales. Esta es la diferencia con Barbón. Creemos que las lenguas unen y enriquecen, pero que su obligatoriedad divide. Barbón lo sabe y las usa como arma. En la legislatura anterior, donde podía tener una mayoría para sacar adelante la oficialidad, no lo hizo. Ahora que no la tiene, presenta la iniciativa para generar un debate que no debería ser de confrontación, sino de buscar un punto común en el que podamos construir una Asturias lingüística y cultural mucho más rica, pero sin obligaciones.
- ¿Necesita una actualización la ley de uso y promoción del asturiano?
- Fui el primero del PP que se reunió con la Academia de la Llingua Asturiana. Les expresé, mirándoles a los ojos, que no puedo apoyar la oficialidad, pero que estoy de acuerdo en fomentar el asturiano y mejorar su presencia, su uso y, sobre todo, garantizar su conservación. Si eso pasa por una reforma de la ley, no nos vamos a negar
- En su opinión, ¿cuál es la reforma más urgente que necesita Asturias?
- Necesita con toda claridad un plan de vivienda que nos separe de las políticas que está haciendo IU. Además, hemos presentado una reforma fiscal en profundidad. Tenemos un problema de competitividad. Ahora Asturias está rodeada por tres CCAA, Galicia, Castilla y León y Cantabria, en las que gobierna el PP y están haciendo una muy buena gestión de los recursos públicos y están colaborando a que despeguen. Aquí ocurre todo lo contrario. Tenemos la peor tasa de actividad de España y la segunda peor de paro juvenil. No está funcionando bien el tejido económico porque hay un Gobierno que lo está arrastrando. Si a eso le sumamos la pérdida de más de 4.000 autónomos desde que Barbón es presidente, tenemos todas las claves para saber que ahí hay que incidir. Y después hay que hacer una reforma de la Administración en profundidad, y habría que echar un vistazo a los entes públicos del Principado, que han incrementado su presupuesto un 30% desde que Barbón es presidente.
- ¿Cómo piensa abordar la despoblación?
- No hay solución que no pase por la generación de empleo y riqueza. No se puede subvencionar la llegada de gente ni que se queden en el medio rural. Hay que facilitar que puedan trabajar. Cuando Asturias sea una tierra en la que merezca la pena invertir, donde el emprendedor sepa que su trabajo va a dar frutos, que no se le va a castigar con impuestos permanentemente, creo que será más fácil poder conservar población.
- ¿A qué CCAA se parecería Asturias si llegara a gobernar?
- Si tuviese que seguir un modelo de cómo convertir una CCAA lastrada por 40 años de socialismo en otra que despegue y sea ejemplar y dinámica, sería el de Andalucía. Recientemente he estado con Juanma Moreno. Es un excelente presidente y un político de primera en el que yo me fijo, en sus políticas para deconstruir un sistema plagado de personas del PSOE que llevan 40 años usando la Administración, no solo para su trabajo, sino también para el partido; para deshacer toda esa maraña y convertir a Asturias en una CCAA pujante. Es mi ejemplo. Asturias, para poder despegar, primero necesita creérselo, y después, la colaboración del Gobierno de España. Con Sánchez no va a ser posible ni con Barbón, más interesado en ser ministro. Todo pasa por que Alberto Núñez Feijóo sea presidente lo antes posible y ahí sí tendremos un aliado fiable.