Publicado: mayo 26, 2025, 6:07 am

Se ha colado estos días en las páginas de los periódicos y en las tertulias de televisión una cara nueva. Alma Ezcurra (Madrid, 1986) ha saltado a la primera línea del foco mediático después de que Alberto Núñez Feijóo la designara para redactar la ponencia política que definirá el nuevo rumbo del PP tras su congreso. Un perfil desconocido para el público, e incluso para algunos dirigentes populares, pero que sin embargo lleva años moviéndose en las tripas de Génova. Allí, entre bastidores, todos han oído hablar de ella, aunque su trabajo como ideóloga del partido se ha desarrollado casi siempre en la sombra. Ahora, Feijóo quiere que dé un paso al frente.
«Lleva currándoselo toda la vida», sintetizan quienes más la conocen. Ezcurra aterrizó en Génova hace ahora 14 años, en mayo de 2011. Empezó como asesora en el departamento de Estudios y Programas, la sala de máquinas desde la que se define el rumbo ideológico y estratégico del PP: mensajes, hojas de ruta, equipos de trabajo… Todo se proyecta en esa cocina en la que Ezcurra fue ganando peso. La joven, de Carabanchel, ha dejado su firma en «prácticamente todos» los programas electorales elaborados desde entonces. Incluso, para las generales de 2015, se incorporó al equipo de campaña de Mariano Rajoy, bajo la batuta de su director de Gabinete, Jorge Moragas.
Las aportaciones de Ezcurra al ideario del PP no solo se han producido desde dentro del aparato popular, también desde sus satélites. Tras licenciarse en Derecho por la Universidad Autónoma de Madrid y antes de llegar a Génova, pasó una temporada de becaria en FAES, la fundación de José María Aznar, de corte liberal, que nutre de ideas al partido. Ahí radican las raíces de su pensamiento político. Y, desde 2023, Ezcurra es la coordinadora general de Reformismo21, el think tank que puso en marcha Feijóo, quien ya entonces se fijaba en la madrileña. Este cargo lo combina ahora con su escaño de eurodiputada: de martes a jueves vive en Bruselas y el resto de la semana se encierra en el laboratorio de ideas popular.
En el Parlamento comunitario, Ezcurra mantiene el perfil bajo que la caracteriza en Génova. Solo consta una intervención suya en Bruselas, pues el grueso de su labor lo desarrolla en la recámara. Dirige un departamento con 15 personas a su cargo que trabaja en el análisis de políticas de la Unión Europea. Así, su experiencia en la definición de proyectos, programas y postulados está más que contrastada, por eso a nadie parece sorprenderle que Ezcurra sea una de las elegidas de Feijóo para la ponencia política del PP. «Polivalencia» y «capacidad analítica» son las virtudes que le atribuyen quienes más la conocen: «Es una todoterreno».
La eurodiputada de Carabanchel no solo ha dejado su «impronta» en todas las aristas del partido, sino también en los distintos escalones de la Administración, pues ha formado parte de equipos de gobierno locales, autonómicos y nacionales.
En 2012 entró en el gabinete de Ana Botella en la alcaldía de Madrid, donde contribuyó en la redacción de discursos y la preparación de plenos y ruedas de prensa. Apenas estuvo allí seis meses antes de dar el salto a la Puerta del Sol para incorporarse, con las mismas funciones, al equipo del entonces consejero de Sanidad, Javier Fernández-Lasquetty.
Pero el «mayor honor» de su carrera profesional llegó dos años después, en mayo de 2014, cuando Ezcurra recibió una llamada desde La Moncloa. Aterrizó entonces en el gabinete de la Presidencia del Gobierno, donde permaneció al lado de Rajoy hasta el mismo día de la moción de censura. Allí trabajó en los discursos institucionales e intervenciones en medios del jefe del Ejecutivo, lo que le permitió vivir en primera persona algunos de los momentos clave de la historia política reciente. Quedaron «grabados en su retina» el atentado de 2017, el procés y la irrupción de nuevos partidos en el panorama nacional.
Cuando Pedro Sánchez desalojó al PP de La Moncloa, Ezcurra siguió delineando los discursos de primeras figuras del partido, esta vez de la mano de la entonces presidenta del Congreso, Ana Pastor. Y, cuando esta dejó su sitio a la socialista Meritxell Batet, la ideóloga popular trabajó año y medio como asesora de la formación en la Cámara Baja. Junto a ella, el PP de Pablo Casado incorporó a otros nombres nacidos de FAES para guiar su actividad en el Congreso.
En 2021, Ezcurra se retiró de la política y estuvo dos años en una consultora privada, una experiencia que también la «enriqueció». Pero, cuando Isabel Díaz Ayuso la llamó para entrar en su candidatura a las autonómicas de 2023, aceptó el reto y, por primera vez, salió de los bastidores del PP para ocupar un escaño. Allí «se empapó de la cultura del partido» y, tras años escribiendo para otros, debutó como ponente con un discurso contra la amnistía que se viralizó. Era el primero de su vida. Ahora, el PP de Madrid le ha confiado el papel de ser su voz en Génova, donde nadie duda de que Ezcurra es un valor en alza.