Publicado: marzo 31, 2025, 6:07 pm
Aitor Esteban arranca con determinación un mandato de ‘transición’ de cuatro años. Aún bajo los efectos de la resaca emocional de la conjura por la «unidad» en el PNV, el presidente nacionalista ha confirmado hoy su decisión de enfriar la aprobación del ‘nuevo estatuto’ que anunció Andoni Ortuzar como uno de sus logros políticos. Esteban pretende desde hoy mismo «generar confianza» personal con Arnaldo Otegi, al que saludará en Gernika. Y en apenas unas horas, confirmará si -como apuntan fuentes nacionalistas- Maribel Vaquero y Maitane Ipiñazar se convierten en las «voces» del PNV en Madrid y Euskadi.
«Voy a decir las cosas claras; [el nuevo estatuto] está encauzado pero no a la vuelta de la esquina», ha advertido Esteban en su primera explicación sobre sus dudas en torno al proceso iniciado y anunciado por su predecesor. Esteban ha explicado que conoce «los papeles» intercambiados entre el PNV, EH Bildu y el PSOE vasco sobre esta reforma estatutaria. Y también se ha comprometido «sin ninguna duda» a intentarlo. Pero, y aquí está una de los cambios en la estrategia de la dirección nacionalista, no quiere generar «frustración» en la ciudadanía vasca sobre la oportunidad de que el nuevo estatuto se consensúe en Euskadi y se apruebe en las Cortes durante la legislatura de Pedro Sánchez.
«No es la única ventana», ha insistido Esteban con un mensaje basado en su experiencia de 21 años en la política española. «Yo pongo el foco en el Estado», ha adelantado en una entrevista en Radio Euskadi. Ese «foco» -que ayer le dejó solo por primera vez como presidente en el Atano III- le lleva a ser cauto. El presidente del PNV sabe que el control por el Senado del PP dificultaría una tramitación del nuevo estatuto si se deja fuera a los de Feijóo de su elaboración en Euskadi. Y que los tribunales pueden suspender su refrendo por la ciudadanía si logra pasar el filtro de un Congreso sometido a vaivenes diarios entre los presuntos socios de Sánchez y la oposición.
Esteban tendrá que trasladar su singular visión a Otegi y a Andueza, los dos dirigentes vascos que han hilvanado el primer preacuerdo para reactivar el nuevo estatus. El presidente del PNV posee una excelente agenda nacional y relaciones de confianza con todo el Gobierno de Sánchez. Una intimidad política con quien, además, dirige el PSOE que ya genera temor en la dirección de Eneko Andueza. «Esteban no es Andoni y ya hemos vivido intentos de ser punteados», advierten en el PSOE vasco muy atentos a cada gesto del nuevo líder nacionalista. Esteban, Otegi y Andueza charlarán hoy brevemente en un acto organizado en las Juntas Generales de Gernika para conmemorar la puesta en marcha el 31 de enero de 1980 del primer Parlamento Vasco.
Cuando concluya este acto protocolario, Andueza se desplazará hasta Sabin Etxea para despedir a la dirección de Ortuzar y arrancar ya formalmente su mandato con la primera reunión del nuevo Euzkadi Buru Batzar (EBB). Esteban quiere contar con una portavoz que «periódicamente» marque la posición del PNV sin estar siempre tapado ante las instituciones que gobierna. El nuevo presiente nacionalista tendrá que definir una nueva «bicefalia» con el lehendakari Imanol Pradales; el relevo de Iñigo Urkullu que fue apadrinado por Andoni Ortuzar y Joseba Aurrekoetxea. Los dos se reunirán los próximos días en el palacio de Ajuria Enea.
Antes, esta misma tarde, el PNV desvelará los nombres del sustituto de Esteban en la portavocía del Congreso y de esa nueva portavocía nacionalista en Euskadi. Maribel Vaquero en Madrid y la parlamentaria Maitane Ipiñazar en Euskadi son las mejor colocadas. Las dos consolidarían el mensaje que quizo subrayar ayer Esteban en San Sebastián de que cuenta con las mujeres en un PNV hasta ahora bajo sospecha.
