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La Cámara de Diputados aprobó –con 321 votos a favor y 108 en contra– el dictamen para crear la Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones que será presidida por José Antonio Merino, una de las figuras cercanas a la presidenta Claudia Sheinbaum desde su administración en la Ciudad de México.
La nueva Agencia adquiere facultades que actualmente son competencia constitucional del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), esto pese a la reforma que busca eliminarlo por ser un ente autónomo. La dependencia de Merino se convierte en el ente encargado de elaborar y conducir las políticas de telecomunicaciones y radiodifusión. Esto significa que asumirá el control administrativo y regulatorio de las telecomunicaciones, uno de los puntos más controversiales y complejos de la industria, en donde América Móvil, a pesar de estar con medidas asimétricas, mantiene la concentración de mercado, ingresos e infraestructura. También sería el encargado de otorgar o revocar concesiones y elaborar las licitaciones para la compra del espectro radioeléctrico, uno de los insumos esenciales de las telecomunicaciones, pero el más caro de toda su operación. Además podría emitir políticas y reglas para la industria satelital. El dictamen propone que la Agencia de José Merino defina la capacidad satelital y derechos de emisión y recepción de satélites extranjeros. Este sector, a pesar de tener tiempo en el país, aún es incipiente, pero en este sexenio se busca impulsar como una de las industrias más relevantes de la administración de Claudia Sheinbaum, debido a que quiere crear su propio satélite, sumado a que es un sector que se ha convertido en estratégico para los gobiernos, al ayudarles en temas de vigilancia, como para cambio climático. “La iniciativa pretende transferir funciones a la Agencia de la Transformación Digital y Telecomunicaciones que aún forman parte de los organismos autónomos por lo que la propuesta va en contra de lo que dice hoy la constitución y son temas que debieron analizarse con mayor tiempo y prudencia”, aseguró Andrés Mauricio Cantú, diputado del Partido Revolucionario Institucional (PRI). Las facultades entregadas a la Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones son complejas, pues exigen un perfil especializado y técnico. Las medidas de regulatorias y para empresas del mercado móvil, fijo y de radiodifusión y para vigilar al mundo satelital se requiere de un entendimiento de competencia económica, ingeniería, economía, regulación y competencia económica. Especialistas consultados anteriormente coincidieron en la pertinencia de que la Agencia de José Merino cuente con perfiles técnicos e incluso preserve a funcionarios de los organismos autónomos con la finalidad de dar continuidad al trabajo que se ha realizado en los últimos 11 años en materia regulatoria y de competencia económica en el sector de las telecomunicaciones, pues de lo contrario se corre el riesgo de generar distorsiones en el mercado o disminuir la entrada de inversiones. Por ahora no hay claridad sobre qué sucederá con las medidas regulatorias que ha emitido el IFT para empresas como América Móvil y Megacable, así como las licitaciones de espectro para 5G, una tecnología que cada vez toma mayor relevancia para la digitalización de las empresas, operaciones y negocios. Así como las líneas de pesquisa que aún mantiene la Autoridad Investigadora del Instituto. Patricia Mercado, diputada de Movimiento Ciudadano (MC), dijo durante su participación en la discusión del dictamen que transferir facultades una dependencia del Estado e incluso desaparecer a organismos como el IFT, abre la puerta a conflictos de interés con el favorecimiento de actores de la industria, trayendo consigo afectaciones directas a los consumidores. La Agencia al tener las facultades más relevantes del IFT, como es la regulación, se volvería en juez y parte del sector, dejando en la indefensión a los operadores de los mercados fijos, móviles y de radiodifusión. “Tenemos avances muy importantes, por ejemplo, mejorar los precios de los servicios de telefonía y obtener información pública gubernamental, por eso necesitamos dependencias que no persigan mandatos, sino que persigan eficiencias y decisiones independientes”, advirtió la diputada de MC.
Nace con facultades de varios sectores La Agencia que presidirá José Antonio Merino, además de contar con facultades del sector de telecomunicaciones, será la encargada de formular políticas y lineamientos para la digitalización de identidad de los ciudadanos a través del CURP, así como para la base de datos de los sistemas nacionales de la Administración Pública Federal con el Registro Nacional de la Población, todo en coordinación con la Secretaría de Gobernación. La Agencia también impulsará el desarrollo de una fábrica de software público, así como la implementación software y soluciones tecnológicas en la Administración Pública Federal. Este tipo de plantes buscan vender proyectos de desarrollo de software y la venta de la propiedad intelectual de las aplicaciones informáticas desarrolladas. La nueva dependencia también con su creación, la Agencia tendrá la facultad de emitir políticas para la industria satelital como definir la capacidad satelital y explotar derechos de emisión y recepción de satélites extranjeros. Este sector busca colocarse como una de las más relevantes de la administración de Claudia Sheinbaum debido a que busca crear su propio satélite. Por otra parte, el nuevo ente también regulará los servicios de telégrafos y correos. Además, José Merino como titular de la Agencia tendrá la facultad de proponer a la persona que presidirá el Consejo Nacional de Mejora Regulatoria. La operación de la Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones se prevé inicie operaciones el 1 de enero de 2025, por lo que aún las facultades en términos de regulación aún se mantienen en manos del IFT debido a que opera conforme a lo estipulado en la constitución.
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