Publicado: marzo 2, 2025, 9:07 am
Decenas de miles de valencianos salieron a las calles para pedir por quinta vez la dimisión de Carlos Mazón. Cuando se cumplen cuatro meses de la dana que arrasó parte de la provincia de Valencia, 30.000 valencianos, según datos de la Delegación del Gobierno y 16.500 según la Policía Local, volvieron a ponerse tras la pancarta para exigir la dimisión del presidente de la Generalitat, esta vez con lema que portaban los familiares de las víctimas: «Nuestros familiares han muerto por vuestra incompetencia. Asesinos».
La constatación esta misma semana de que el jefe del Consell llegó al Cecopi a las 20:28, tres horas y media después de que se constituyera y 17 minutos después de que se lanzara la alerta, ha despertado mayor indignación, alimentada además por la salida a la luz de los testimonios de los familiares de los fallecidos, que constatan que las muertes se produjeron antes de las ocho de la tarde y podían haber sido evitables si hubieran conocido el peligro.
Por eso, consideran «inexcusable» dimisión de Mazón, aunque el principal grito durante toda la marcha, la quinta que se ha convocado, fue ‘El president, a Picassent’ (El presidente, a Picassent). Esta vez hubo algunos carteles menos, pero todos con el mismo mensaje: ‘Ni olvido ni perdón, Mazón dimisión’; ‘Mazón, dimisión y prisión’; ‘Mazoff’; ‘Mazón, no estaves. Ara no estigues’ («Mazón, no estabas. Ahora no estés») y sobre todo, fotos y recuerdo a las víctimas que portaban sus familias, algunas sin poder aguantar las lágrimas.
Ellos fueron los primeros que tomaron la palabra. Lo hizo Rosa María Álvarez, que perdió a un padre en Catarroja. «Venimos para pedir, una vez más, la dimisión, esta vez ya inexcusable, de Carlos Mazón. Ya no podemos aguantar más, para las familias esta semana ha sido muy mala. No podemos aguantar ni una mentira más, es algo cada día, cada minuto. No nos ha representado desde el día 29 y su actitud es una burla aunque no para de decir ‘estoy con vosotros'», le recriminó.
A Susana la riada arrebató a su marido antes de que sonara la alarma. «Cada día que pasa, este hombre sigue apareciendo en la tele y nos hace comentarios con los que nos va matando. Cada día que pasa, es una vergüenza que el PP nos tome el pelo. Es indeseable que todos los días se lloren lágrimas de ver que no se puede hacer que este hombre dimita y vaya mostrando la cara por ahí», dijo con rabia. «Por lo menos estamos consiguiendo que se esconda por los puertas de detrás, como se merece. Nosotros tenemos el estómago deshecho de ver a este sinvergüenza», añadió.
Las familias portan las fotografías de sus seres queridos.
En esta misma línea se pronunció Ernesto Martínez, que perdió a su hermana y es tío de la desaparecida Elisabet Gil, que puso el foco en la ausencia de Mazón en los actos falleros. «Ahora mismo no se representa ni a sí mismo. Se va escondiendo como las ratas porque se está riendo de todo un pueblo, no solo de las víctimas».
«No nos vamos a cansar de decir que una alerta a tiempo hubiera salvado muchas vidas. Hay una responsabilidad que queremos pedir, que está en los tribunales, pero también social. Exigimos que dimita ya por la dignidad de todos los valencianos», advirtió María Josep Gradolí, otra de las afectadas.
La marcha, que esta vez no recorrió el centro de Valencia porque ya está preparado para las Fallas, llenó la calle Colón y tuvo su final en la Porta de la Mar donde volvieron a tomar la palabra las víctimas de la Asociación de familiares de las víctimas 29 de octubre para leer los nombres de algunos de los fallecidos y también el sobrenombre por el que eran conocidos en sus pueblos y por sus vecinos, «porque no son números en una estadística o una crónica, era vecinos». Además, quisieron dejar muy claro que no les manipula nadie «ningún partido político como se ha dicho esta semana». «Cuando escuchamos eso sentimos asco», dejó claro Rosa María Álvarez.
La marcha hizo un minuto de silencio y a las 20:11 haciendo sonar las alarmas como aquella tarde de hace cuatro meses.
Después y como cierre, el manifiesto lanzó otro mensaje: «Con Mazón no hay reconstrucción». Esta fue la conclusión a la que llegaron las organizaciones convocantes, encabezada por los Comités Locales de Reconstrucción, que aseguran que la primera medida para la reconstrucción es «cuidar la vida de las personas dañadas, económica, física y psicológicamente».
