Publicado: junio 19, 2025, 6:07 pm

Irene Vega, maestra de 36 años en Almería, se ha presentado cuatro veces a las oposiciones para conseguir un puesto de funcionaria y todavía no lo ha conseguido. Lo volverá a hacer este sábado y espera aprobar. Lleva cinco años y medio como interina. «La primera vez me presenté para probar suerte, la segunda estudié en una academia, la tercera me lo supe mejor y la cuarta saqué un 10 y un 8,5, pero no me llevé la plaza por no tener más nota en la parte de la experiencia», explica.
Irene es «maestra compartida» en el colegio público de Primaria Padre Méndez de Almería y en el centro público de Infantil Mar de Alborán de esta ciudad. Ha trabajado dos años en colegios concertados pero no le sirvió para ser valorado en las oposiciones. Ahora ha reunido el suficiente tiempo de servicio en la enseñanza pública: cinco años y medio.
Un total de 140.000 candidatos se presentarán este sábado a las oposiciones que se han convocado a todos los cuerpos docentes de toda España. Hay 20.461 plazas, lo que significa que por cada plaza hay seis aspirantes.
Las pruebas comienzan desde la primera hora del sábado en casi todas las comunidades autónomas excepto en Canarias, Cataluña, Murcia y el País Vasco, donde en esta ocasión no se han convocado plazas. En el resto de regiones, hay pruebas para maestros de Infantil y Primaria, así como para profesores de Secundaria y de otras enseñanzas.
Irene es una de las aspirantes que se examina en el instituto Al Andalus de Almería. En la universidad de esta ciudad estudió Magisterio y se especializó en Lengua Extranjera. «Siempre desde chiquitilla quise ser maestra. De hecho, mi hija también juega a las profesoras», cuenta.
Cuatro horas al día
Los últimos cuatro años, Irene se los ha pasado estudiando cuatro horas al día, entre las 16.00 y las 20.00 horas. «Pero no todos los días, porque los lunes tengo reuniones en el colegio», precisa. Reconoce que entre las clases, el cuidado de su hija, el tiempo que tiene que dedicarle a corregir tareas, preparar la cena… no tiene tiempo suficiente para estudiar.
En su misma situación están miles de personas. Según un informe de Csif, se tendrían que haber convocado más plazas porque existe, según sus cálculos, un déficit de plantilla de casi 44.000 docentes con respecto a la situación anterior a los recortes de 2010.
El sindicato denuncia que esta oferta de empleo «no ayudará» a reducir la tasa de interinidad del profesorado, que se sitúa en el 33%, «incumpliéndose la Ley de Estabilización«, que pone un tope del 8%, y el límite marcado por Bruselas. El porcentaje de interinidad no ha bajado, a pesar de las imposiciones de la normativa, y la CE ya ha abierto a España dos expedientes por abusar de la temporalidad.
En el colegio de Irene sólo son tres los interinos, porque es un centro muy demandado donde hay muchos profesores a punto de jubilarse. Pero cuenta que «la madre de una compañera lleva 30 años como interina». «Tiene 64 años y se va a jubilar este curso. A determinada edad, tiramos la toalla en el estudio. Así que cada año cambia de centro y tiene que empezar con compañeros y alumnos nuevos. Se la juega, porque le puede tocar un pueblo que esté a una hora de distancia», explica.
Sin rastro del estatuto
A principios de año, el Gobierno comenzó a negociar con los sindicatos una reforma de la carrera docente, con la aprobación de un estatuto que, en teoría, iba a poner más en valor esta profesión. En Csif denuncian que este estatuto «sigue congelado», a lo que se une el problema de que no hay Presupuestos Generales del Estado. El malestar de los profesores es palpable en toda España y se ha visibilizado en las últimas semanas en Asturias, donde los docentes han protagonizado una huelga y han forzado la dimisión de una consejera, cansados del exceso de burocracia que ha traído la Lomloe y de las malas condiciones laborales que tienen en esta comunidad autónoma. Se avecina un principio de curso caliente en la escuela pública.
Csif exige a la ministra de Educación, Pilar Alegría, que «lidere las reformas estructurales que necesita el sistema educativo y aumente la calidad del mismo en lo que queda de legislatura». Considera necesario que se convoquen 35.000 plazas para reducir la temporalidad y otras 45.778 adicionales para paliar el déficit acumulado desde 2010, en los próximos tres años, para reducir los altos índices de interinidad.
«Las oposiciones son una carrera de fondo. Necesitas tiempo y organización», dice Irene, que añade que «son unas pruebas muy difíciles». Ellas las pondría tipo test, «porque en el caso práctico la corrección puede ser muy subjetiva». «Todo el mundo se queja de que, depende de la persona que te corrija, te pone una puntuación u otra, es muy ambiguo», recalca.
El examen, explica, consistirá en un tema a desarrollar por escrito de un total de 25, para el que los aspirantes tendrán dos horas y cuarto, y un caso práctico a elegir entre tres para el que disponen de otras dos horas y cuarto.
Después tendrán una hora para la prueba oral, que consiste en explicar una unidad didáctica en media hora y una programación en otra media hora. Irene confía en que esta vez, a la quinta, aprobará.
El número de plazas de las oposiciones a todos los cuerpos es de 20.461, apenas un 2% más que en la convocatoria del año pasado. De ellas, 6.236 son del cuerpo de maestros; 13.437, de Secundaria, y el resto corresponden a otros cuerpos docentes (profesores de Formación Profesional, catedráticos de Música, profesores de la Escuela Oficial de Idiomas, profesores de Artes Plásticas y Diseño, maestros de Taller, y profesores de Música y Artes Escénicas).