Publicado: agosto 17, 2025, 6:07 am
España ha afrontado hoy el octavo día consecutivo de una oleada de incendios que continúa devastando la península a ritmos desiguales. Los incendios activos, implacables y en constante evolución, han calcinado más de 115.000 hectáreas, con Galicia, Castilla y León, Asturias y Extremadura como las zonas más afectadas por esta grave emergencia.
En Extremadura, se ha vivido otra jornada sin tregua entre humo y sirenas. Las llamas del incendio de Jarilla avanzaban esta mañana hacia Plasencia tras arrasar varias viviendas de la urbanización Navas de la Mata, en Casar de Cáceres. Más de 900 vecinos de Casas del Monte, Segura de Toro y otras localidades cercanas permanecieron confinados, mientras la Unidad Militar de Emergencias (UME) continúa movilizando a cerca de 1.400 efectivos en primera línea, con el apoyo de otros 2.000 en misiones de apoyo y 450 medios para contener la situación.
En Castilla y León, el fuego ha mostrado un comportamiento imprevisible. Los incendios de Llamas de Cabrera y Yeres se unieron por uno de sus flancos, poniendo en riesgo el Valle del Silencio y obligando a evacuar a nueve localidades, con cerca de un millar de personas desplazadas.
Los técnicos han calificado la evolución de estos incendios como «anómala«, difícil de controlar por su carácter explosivo y la combinación de calor, baja humedad y viento. Barniedo de la Reina se reactivó, mientras Molezuelas de la Carballeda evolucionó favorablemente, permitiendo que más de 2.500 vecinos regresaran a sus hogares tras un fuego que ya había quemado 31.700 hectáreas y causado dos víctimas mortales.
Por su parte, Galicia arde con un furor propio. En Orense, diez incendios han terminado por arrasar 42.000 hectáreas; Chandrexa de Queixa, el más voraz, se ha fusionado con Requeixo y Parafita, devorando bosques centenarios y dejando un paisaje de ceniza y humo que cubría montañas enteras. El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, ha solicitado la intervención del ejército, ante unos efectivos de la UME que, pese a lo impresionantes de las cifras movilizadas, siguen sin ser suficientes frente a una naturaleza que ruge sin control
A última hora de este sábado, el fuego sigue escribiendo su propia agenda. En Orense se ha declarado un nuevo incendio, con varios focos acercándose a viviendas, mientras en Zamora las llamas ganan terreno. La evolución se mantiene imprevisible en todos los frentes, y sobre el cielo surcan los primeros aviones-cisterna italianos, un pequeño ejército de agua enviado desde el extranjero, lanzado contra un verano decidido a no ceder todavía.
